El Zaragoza arrolla al Numancia en 10 minutos

Acus¨® el cansancio el Numancia al final y el Zaragoza lo aprovech¨®. Los sorianos, con una f¨¦rrea defensa y una aglomeraci¨®n excesiva de hombres en el centro del campo, ahogaron a su rival durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Los partidos, sin embargo, duran noventa. Y el Zaragoza, que supo dosificarse, hall¨® el camino del gol cuando la grada mostraba indicios inequ¨ªvocos de exasperaci¨®n. Pero los cuatro tantos casi consecutivos a un ya alica¨ªdo conjunto soriano, la apacigu¨®. El resultado, no obstante, mantiene vivas las ilusiones aragonesas por entrar en Europa, pero sentencia, a¨²n m¨¢s, al Numancia en su lucha por eludir el descenso.

Sabedor el t¨¦cnico del conjunto aragon¨¦s, V¨ªctor Mu?oz, de la t¨¢ctica ultradefensiva que practicar¨ªa su rival, mand¨® regar el campo antes del partido a pesar de las intermitentes lluvias que arreciaron sobre la ciudad los d¨ªas anteriores. Buscaba el entrenador aragon¨¦s que el c¨¦sped se aliase con su equipo, que el bal¨®n rodara m¨¢s r¨¢pido de lo habitual para exprimir la velocidad de su extremo Savio, la mejor baza blanquilla. Pero el cuadro rojillo, habituado a jugar en estas condiciones, no mostr¨® flaqueza alguna y cerr¨®, con apoyos defensivos estudiados, la posibilidad de los galopes del brasile?o. El sistema que practic¨® el Numancia, un 4-5-1, no s¨®lo borr¨® a Savio, sino que desorient¨® durante buena parte del partido a todo el Zaragoza, que nunca le gust¨® eso de tener la iniciativa.

Los rebotes, agarrones, pases imprecisos y faltas t¨¢cticas estuvieron a la orden del d¨ªa durante todo el choque. No era extra?o, entonces, ver a diez futbolistas del Numancia dentro del ¨¢rea custodiada por Juanma cuando el Zaragoza atacaba. As¨ª, tan concurrido como estaba el centro del campo, necesitaba el conjunto aragon¨¦s enarbolar jugadas r¨¢pidas, triangulaciones precisas, apoyos continuos y paredes verticales para superar la consistencia defensiva que ofrec¨ªan las dos l¨ªneas rezagadas del Numancia. Justo lo que hizo en la segunda mitad, en parte gracias a la entrada del argentino Galletti, cuando con un grado de acierto excelente de cara a puerta, sentenci¨® el choque con cuatro goles casi consecutivos, algunos de ellos, como el segundo de Villa, de excelente factura. El Numancia ya estaba rendido.