Federico, otra vez

Me llaman desde Inglaterra, desde Estados Unidos. ?Qu¨¦ pasa con la b¨²squeda de los restos del genial poeta inmolado por los fascistas en Granada? ?Por qu¨¦, despu¨¦s de todo el revuelo del a?o pasado, con art¨ªculos en revistas de prestigio internacional, este silencio total que ahora envuelve la fosa de Alfacar? ?Es que los herederos han logrado amilanar a las instancias oficiales para que todo quede en agua de borrajas? Los familiares de los dem¨¢s sacrificados de aquella madrugada, ?no siguen con la voluntad de recuperar a los suyos? Y les tengo que confesar que no s¨¦, que no estoy al tanto, pero que tal vez ya era hora de volver a informarse al respecto.

Y he aqu¨ª que, junto en este punto, se acaba de publicar en la ciudad de la Alhambra un libro que aporta un nuevo testimonio acerca del asesinato m¨¢s llorado de la Guerra Civil. Su autor es Manuel Titos Mart¨ªnez. Se titula Verano del 36 en Granada. Lo edita Atrio. Manuel Titos ha investigado en el archivo de los Rodr¨ªguez Acosta, los conocidos banqueros granadinos. Y ha dado con cinco cartas de extraordinario inter¨¦s, mandadas, entre el 13 y el 23 de agosto de 1936, desde Granada a Estoril, donde veraneaba la familia, por su pariente Jos¨¦ Mar¨ªa B¨¦rriz Madrigal. En ellas, utilizando notas apuntadas d¨ªa a d¨ªa en un almanaque por su hermano, B¨¦rriz va contando lo que ocurre a su alrededor. El relato tiene especial valor al ser producto de una mentalidad muy de derechas, de modo que las barbaridades que recoge no se pueden achacar a exageraciones del enemigo.

Y barbaridades son, a menudo. El 18 de agosto B¨¦rriz escribe lac¨®nicamente: "Manuel y Bernab¨¦ llegan ahora, hora y media de su guardia en la Casa de la Perra Gorda, me dicen que han matado anoche las fuerzas de Falange a Federico Garc¨ªa Lorca". Se trata, seg¨²n Titos, de la una y media de la tarde, y no duda tener aqu¨ª la prueba de que Lorca muri¨® en la madrugada del 18 de agosto de 1936 y no del 19, como tantas veces se ha dicho.

Siempre me parec¨ªa convincente la versi¨®n de la criada Angelina Cordobilla, que insist¨ªa en que vio dos ma?anas seguidas al poeta en el Gobierno Civil, o sea el 17 y el 18 de agosto, y que el 19 ya hab¨ªa desaparecido, con lo cual el asesinato habr¨ªa tenido lugar en la madrugada del 19. El documento aportado por Titos inclina el balance a favor del 18, pero por desgracia no es decisivo toda vez que pod¨ªa haber sido cuesti¨®n de un rumor anticipativo (Lorca fue detenido la tarde del 16 de agosto, esto s¨ª que es hist¨®rico).

Las cartas, de todas maneras, as¨ª como la indagaci¨®n llevada a cabo por Titos, aportan mucha informaci¨®n valiosa acerca de verdugos y v¨ªctimas. "Juan Luis Trescastro est¨¢ dado de voluntario para cuando la fuerza vaya a Alhama y dice que est¨¢ dispuesto a degollar hasta a los ni?os de pecho", anota B¨¦rriz aquel mismo 18 de agosto. Por otras fuentes sabemos que el mismo individuo se jactaba de haber participado brutalmente en el final de Lorca.

Parece mentira que Granada todav¨ªa no pueda decir a los admiradores del poeta alrededor del mundo exactamente cu¨¢ndo y d¨®nde fue asesinado. No s¨¦ si a usted, pero a m¨ª me produce un profundo des¨¢nimo.