De la ineficiencia a la nueva cultura de la energ¨ªa

Uno de los m¨²ltiples "talones de aquiles" del modelo de crecimiento de la econom¨ªa espa?ola y de su p¨¦rdida de productividad es precisamente su profunda ineficiencia energ¨¦tica. Por cada punto de crecimiento del PIB se duplica la demanda energ¨¦tica. Y ya no vale la excusa del menor desarrollo espa?ol: estamos a niveles de mayor ineficiencia energ¨¦tica que el resto de pa¨ªses de nuestro entorno.

La razones son varias: un modelo de infraestructuras muy dependiente del petr¨®leo; un modelo de crecimiento urban¨ªstico que se aleja de la ciudad compacta; la profunda ineficiencia energ¨¦tica de las edificaciones de este pa¨ªs. Pero a este factor se le suma otro: la inexistencia de pol¨ªticas en gesti¨®n de la demanda el¨¦ctrica. En Espa?a se gastaron en el a?o 2004 m¨¢s de 1.750 millones de euros en la construcci¨®n de nuevas centrales de ciclo combinado, mientras que la estrategia de ahorro y eficiencia apenas superaba los 10 millones de euros. La inversi¨®n y la orientaci¨®n de todas las pol¨ªticas se ha destinado a la generaci¨®n, olvid¨¢ndose de la distribuci¨®n e ignorando algo tan b¨¢sico como la planificaci¨®n indicativa.

Ya no est¨¢ justificado el pago de los costes de transici¨®n a la competencia

Es hora por tanto de modificar nuestro horizonte, m¨¢s a¨²n cuando el incumplimiento del Protocolo de Kioto va a dejar de ser gratis. En este contexto, la redacci¨®n del Libro Blanco sobre la reforma del marco regulatorio de la generaci¨®n el¨¦ctrica es quiz¨¢s la ¨²ltima oportunidad para que empecemos a hacer las cosas diferentes. Pero para conseguirlo hace falta decisi¨®n. En este sentido desde una perspectiva no s¨®lo sostenible, sino tambi¨¦n razonable, hemos planteado tres l¨ªneas de trabajo: la de una estructura del sector que se adec¨²e a estas necesidades, la del ahorro y la de las energ¨ªas renovables.

La primera de las estrategias a implementar son los cambios en la estructura empresarial del sector, donde debe haber una acci¨®n decidida para proteger e impulsar peque?as y medianas distribuidoras.

En segundo lugar requerimos de un programa de gesti¨®n de la demanda que abra una l¨ªnea de ahorro y eficiencia. Adem¨¢s de la suficiencia de programas que no s¨®lo informen, sino que incentiven el ahorro, la progresividad en la tarifa el¨¦ctrica permitir¨ªa rebajar la tarifa a los consumos b¨¢sicos y gravar los consumos m¨¢s suntuarios, tanto para el sector dom¨¦stico como para el industrial: un ejemplo claro es el canon del agua en Catalu?a.

La tercera gran orientaci¨®n es un mayor impulso a las renovables. En primer lugar, consiguiendo que la red de distribuci¨®n deje de ser la excusa de las grandes compa?¨ªas para evitar la entrada de renovables. Pero tambi¨¦n mediante el aumento de las primas a las energ¨ªas renovables, teniendo en cuenta el plazo de amortizaci¨®n, la evoluci¨®n de la tecnolog¨ªa y la rentabilidad de la instalaci¨®n. Se trata de un modelo que, como el alem¨¢n, haga de la prima el principal instrumento para el impulso de las renovables, y donde los recursos sean superiores a los que hoy se destinan.

Para llevar a buen puerto esta propuesta, el instrumento financiero clave son los CTRD: costes de transici¨®n a las renovables y a la gesti¨®n de la demanda. En un marco en el que ya no tiene justificaci¨®n continuar pagando los costes de transici¨®n a la competencia (CTC) (en el a?o 2004 supusieron un total de 203,6 millones de euros), que en su mayor parte han subvencionado la industria nuclear, debe haber herramientas que permitan materializar este cambio de orientaci¨®n. A efectos pr¨¢cticos se trata de una sustituci¨®n de los CTC por los CTRD que permita el impulso de las renovables y la gesti¨®n de la demanda. Por ¨²ltimo, la opci¨®n de los CTRD permitir¨ªa abrir grandes l¨ªneas de I+D en renovables, as¨ª como primar los casos de desplazamiento de combustibles f¨®siles por renovables en cualquier tipo de aplicaci¨®n energ¨¦tica. Sin lugar a dudas, esta estrategia permitir¨ªa el impulso de un sector, el de las energ¨ªas renovables, con alto valor a?adido, haciendo de Espa?a un pa¨ªs de referencia.

Para pasar de la ineficiencia a una nueva cultura de la energ¨ªa necesitamos no s¨®lo que el libro blanco de Ignacio L¨®pez Arriaga sea ambicioso, sino que, adem¨¢s, sus recomendaciones se cumplan. Este nuevo horizonte es el que puede permitir de una vez por todas afrontar numerosos retos, entre los que est¨¢ el ineludible plan de cierre de las centrales nucleares. Se trata, por tanto, de introducir elementos que permitan que el sector el¨¦ctrico pase de ser un lastre de la economia a una oportunidad.

Joan Herrera es portavoz en el Congreso de Izquierda Verde-IU-ICV.