"La ¨¦pica del 'western' ha marcado mi cine"

Ridley Scott (Northumberland, Inglaterra, 1937) ha dirigido algunas de las pel¨ªculas m¨¢s emblem¨¢ticas de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Alien (1979), Blade runner (1982) o Thelma y Louise (1991) son algunas de ellas. Scott present¨® ayer en Madrid su ¨²ltimo trabajo, El reino de los cielos, una pel¨ªcula sobre las Cruzadas, concretamente sobre el periodo de tregua que se produjo entre la segunda y la tercera Cruzada (durante los reinados de Balduino IV y Saladino). Protagonizada por Orlando Bloom, la pel¨ªcula est¨¢ narrada desde el punto de vista de un h¨¦roe solitario, un joven herrero, hijo bastardo de un caballero cruzado, que viaja desde Francia a Jerusal¨¦n para recuperar su fe y su conciencia. Una monumental batalla ¨¦pica centra este filme, que se estrena en Espa?a el 6 de mayo.

"El reto es lograr que la ¨¦poca de las Cruzadas se respire y sea cre¨ªble"

Scott permanece erguido ("prefiero la silla dura") con su cazadora de cuero puesta y su caf¨¦ solo humeando.

Pregunta. En esta pel¨ªcula es otra vez evidente su fascinaci¨®n por las reglas del western.

Respuesta. Es dif¨ªcil saber qu¨¦ nos influye pero lo cierto es que mi generaci¨®n, que fue la generaci¨®n de la radio y no la de la televisi¨®n, estuvo poderosamente marcada por la iconograf¨ªa del western. Yo pintaba mucho de ni?o y muy bien, y siempre pintaba vaqueros, tipo Roy Roggers. Mi visi¨®n del western se fue sofisticando, hasta que como muchos descubr¨ª Centauros del desierto, y vi c¨®mo para John Ford el paisaje era un personaje m¨¢s. ?l amaba el paisaje. Y sus luces y sus sombras eran parte del drama. Esa ¨¦pica ha marcado mi cine.

P. Y en su nueva pel¨ªcula el paisaje tambi¨¦n forma parte del drama.

R. S¨ª, siempre. En todas mis pel¨ªculas es igual.

P. En Thelma y Louise es especialmente evidente.

R. Desde luego. El paisaje es la celebraci¨®n de su viaje. El paisaje es lo ¨²ltimo que ver¨¢n. Las acompa?a en todo momento. Ese paisaje es el que nos hace vivir su gran odisea. Pero todav¨ªa no he hecho ning¨²n western...

P. ?Y cu¨¢ndo lo har¨¢?

R. Pronto. Precisamente estoy escribiendo uno, con Bill Monahan, basado en una obra de Corman McCarthy, Meridiano sangriento. Un gran autor.

P. ?Violenta?

R. Mucho. La violencia, cuando es relevante, est¨¢ justificada. McCarthy escribe sobre un tiempo extremadamente violento, la historia est¨¢ situada en 1843, en Estados Unidos. Es una historia prosaica, pero un autor no tiene por qu¨¦ explicarse, s¨®lo escribe, no tiene que comentar m¨¢s. Es como un poema, que no tiene que tener una resoluci¨®n espec¨ªfica. A algunos les gustan los finales atados, a McCarthy no, son abiertos a cualquier interpretaci¨®n. En una pel¨ªcula es diferente y la clave para justificar su violencia est¨¢ ah¨ª.

P. Se posiciona moralmente.

R. S¨ª, si no no tiene sentido hacer la pel¨ªcula. Entonces s¨®lo ser¨ªa una historia prosaica.

P. Se ha cuestionado mucho el rigor hist¨®rico de El reino de los cielos. Para usted, ?hasta d¨®nde debe una pel¨ªcula de ficci¨®n ser fiel a ese rigor?

R. No es obligatorio serlo. Pero yo lo soy. El reto es lograr que esa ¨¦poca se respire y sea cre¨ªble. Hay que viajar a esa ¨¦poca y volver con una idea sobre aquel momento hist¨®rico.

P. ?Por qu¨¦ quer¨ªa contar las Cruzadas?

R. Porque siempre se ha hecho de manera rom¨¢ntica y fueron lo contrario, brutales. Todo se hac¨ªa en nombre de Dios y la religi¨®n. Hoy estamos quitando la piel a la verdad en nombre de lo pol¨ªticamente correcto. Y eso es sorprendente. Nos gusta suavizar la historia con misticismos y romanticismos.

P. ?Cree en alg¨²n dios?

R. Me educaron como cristiano protestante. Pero soy agn¨®stico. Como el protagonista de la pel¨ªcula y como la mayor¨ªa de las personas que conozco.

P. Desde Hannibal (2001), su cine resulta m¨¢s barroco. Pese al enorme peso de El silencio de los corderos acept¨® rodarla, ?por qu¨¦?

R. Quer¨ªa hacer una historia de amor. Una ¨®pera de amor. Me gustaba esa historia perversa. Creo que es un romance oscuro, muy retorcido Muy adulto.

P. Usted rod¨® en Espa?a gran parte de El reino de los cielos. Conoce bien el territorio porque aqu¨ª ha rodado muchos de sus anuncios. ?Qu¨¦ es para usted la publicidad?

R. Mi ¨²nica escuela.

P. Pero usted es muy narrativo, lo opuesto a la escuela del spot.

R. S¨ª, pero es que he aprendido otro lenguaje, el que necesita un largometraje.

P. Y sus referencias, adem¨¢s, son muy cl¨¢sicas.

R. Cuando me fui a Londres, pasaba los d¨ªas en la filmoteca. Pod¨ªa ver cuatro y cinco pel¨ªculas seguidas al d¨ªa. Descubr¨ª a Wells, lo vi todo, tambi¨¦n las pel¨ªculas de Hollywood, Doris Day, y todas la de Brando, que se aburri¨® demasiado pronto. Y los westerns, todos. Recuerdo en Centauros del desierto esa sensaci¨®n de la terrible soledad del hombre frente a un espacio tan grande. En El reino de los cielos pens¨¦ mucho en las batallas de Kurosawa. ?l usaba el viento, la lluvia, el lodo. La naturaleza est¨¢ en su descripci¨®n de la violencia.