Maragall llama a la unidad para que en el pr¨®ximo Sant Jordi haya un nuevo Estatut

La celebraci¨®n oficial de la jornada de Sant Jordi, patr¨®n de Catalu?a, que tradicionalmente es una fiesta de cultura dedicada a los libros, reflej¨® este a?o en el plano pol¨ªtico las tensiones existentes en la redacci¨®n de la reforma del Estatuto de Autonom¨ªa. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, pidi¨® "unidad c¨ªvica y pol¨ªtica" para que "el a?o pr¨®ximo celebremos Sant Jordi con el nuevo Estatut". El presidente advirti¨® que "otra cosa no ser¨ªa entendida ni admitida por el pueblo de Catalu?a" y sostuvo que el ¨¦xito no ser¨¢ de unos u otros, sino "colectivo".

La apelaci¨®n del presidente fue replicada por el l¨ªder de la oposici¨®n, Artur Mas, de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU), quien afirm¨® que "desgraciadamente, esto en Catalu?a no se ha dado en los ¨²ltimos tiempos". El diputado nacionalista acus¨® a los socialistas de reclamar en Catalu?a una unidad "que se rompe en Madrid cuando junto con el PP se dedican a votar en contra de que el catal¨¢n sea un idioma de uso normal en las Cortes espa?olas".

Tambi¨¦n el presidente del PP en Catalu?a, Josep Piqu¨¦, critic¨® la "expresi¨®n voluntarista" de Maragall sobre una pr¨®xima aprobaci¨®n de la reforma del Estatuto. "Esto no es cierto", asegur¨®, "porque queda mucho trabajo por hacer y muchos obst¨¢culos por superar".

El consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, redujo a "15 o 12" las "diferencias relevantes, pero no insalvables" existentes en la reforma del Estatut y se mostr¨® convencido de que todos los partidos sabr¨¢n ceder para lograr la necesaria unidad. El l¨ªder de ERC, Josep Llu¨ªs Carod, por su parte, pidi¨® a Maragall que convocase a todos los l¨ªderes catalanes a una segunda cumbre para dar el definitivo impulso a la reforma.

La actitud distante de CiU es la que m¨¢s preocupa al Gobierno catal¨¢n. Los nacionalistas han incrementado en los ¨²ltimos meses sus cr¨ªticas y desplantes hacia Maragall, a quien niegan que tenga "autoridad moral" para dirigir el pa¨ªs, y en particular el proceso de reforma estatutaria. Como una expresi¨®n m¨¢s de esta actitud cabe sumar el rechazo del ex presidente Jordi Pujol a asistir ayer a la recepci¨®n oficial ofrecida por Maragall en el palacio de Pedralbes, a la que acudieron unas 2.000 personas, entre las que se contaban las principales representaciones culturales, econ¨®micas, sociales, religiosas y militares. Artur Mas s¨ª acudi¨®, pero lleg¨® con una hora de retraso.

Los nacionalistas han organizado para hoy un gran mitin para conmemorar el 25? aniversario de la primera investidura de Pujol como presidente de la Generalitat. CiU no ha querido que, el d¨ªa anterior a esta conmemoraci¨®n, Pujol compartiera recepci¨®n con su sucesor en la presidencia de la Generalitat.

Contra el nuevo escenario

Los dirigentes de CiU no acaban de asumir su condici¨®n de fuerza opositora, y esto se traduce en una actitud exigente en la ponencia redactora del Estatuto que no se corresponde con la mayor¨ªa parlamentaria, pero que s¨ª es susceptible de impedir que se alcancen los dos tercios de la C¨¢mara requeridos para la adopci¨®n de la reforma.

Esta actitud se reflej¨® igualmente en la cr¨ªtica al cambio del escenario en el que se celebr¨® la recepci¨®n oficial. A los nacionalistas les gustaba m¨¢s, seg¨²n dijeron ayer, el desayuno con chocolate en el Pati dels Tarongers instaurado por la Diputaci¨®n de Barcelona en tiempos del franquismo y continuado por los gobiernos de Pujol.

En esto coincidieron con los dirigentes de ERC. Carod y Ernest Benach, echaron de menos la "representatividad" que otorga el Palau de la Generalitat y que a su juicio no tiene el palacio que los G¨¹ell regalaron a la reina Mar¨ªa Cristina, que Franco utiliz¨® como residencia en Barcelona y que ayer, finalmente, fue el escenario de una recepci¨®n de un gobierno de izquierdas. Mas asegur¨® que si alg¨²n d¨ªa alcanza la presidencia de la Generalitat har¨¢ que la recepci¨®n retorne al Pati del Tarongers.

Adem¨¢s de sustituir el desayuno con chocolate por una degustaci¨®n de platos de cocina moderna catalana, Maragall introdujo como novedad la lectura de una declaraci¨®n presidencial. En ella record¨® que en el ¨²ltimo a?o se han dado pasos de gigante en la resoluci¨®n de antiguas reclamaciones, gracias a la actitud del actual Gobierno espa?ol y de la unidad pol¨ªtica en Catalu?a.

"El catal¨¢n en Europa, la devoluci¨®n de los papeles de Salamanca y la rehabilitaci¨®n del presidente Llu¨ªs Companys constituyen tres ejemplos positivos de lo que conseguiremos si definimos con precisi¨®n los objetivos y actuamos con determinaci¨®n en las formas", afirm¨®.