Contra la intolerancia
Siento en mi pueblo, Colmenar de Oreja, la incontrolable presencia de la intolerancia.
Le cuento: desde que el d¨ªa 9 de abril se celebr¨® la manifestaci¨®n contra las centrales t¨¦rmicas, el ambiente entre los vecinos se ha ido enrareciendo de una manera peligrosa.
Ahora, cuando sales a comprar el pan, son todo miradas y comentarios por el solo hecho de haber participado en una protesta vecinal, que para m¨ª, personalmente, es totalmente l¨ªcita y en la cual no hubo ning¨²n tipo de altercado, ni f¨ªsico ni verbal.
En estos d¨ªas se vive con el miedo en el cuerpo, como si en tiempos de posguerra nos hall¨¢ramos; los vecinos intentan eludir el tema como si de ello dependieran sus vidas, el miedo impera entre las gentes, pac¨ªficas antes, de este pueblo maravilloso, el cual, se nos ha convertido en un campo de batalla utilizado por las razones m¨¢s oscuras.
No s¨¦ si habr¨¢ algo m¨¢s importante que la paz de un pueblo; ¨¦ste es peque?o, pero al fin y al cabo, por las cosas peque?as se comienza, la sangre fr¨ªa se puede mantener durante un tiempo, siempre y cuando no te toquen donde m¨¢s te duela, y aqu¨ª, aqu¨ª se est¨¢ empezando a tocar lo m¨¢s importante.
Se est¨¢ empezando a tocar a los ni?os, se est¨¢ empezando a utilizar a los peque?os para confundir a la gente que intenta defenderles su futuro, ahora ya no saben qu¨¦ hacer, si defenderles el futuro o simplemente conformarse con defenderles el presente, pobre presente, y pobre futuro nos espera...
No s¨¦ si es lo l¨®gico, normal, o adecuado, pero quiero que desde aqu¨ª, si es posible, se le pida a nuestro Ayuntamiento que tome medidas, y que sea consecuente, que sembrar las dudas sobre historias sin sentido... no tiene sentido; es m¨¢s, es un contrasentido.
Yo, en primera persona, se lo pido: se?ores mandatarios de Colmenar de Oreja, aclaren situaciones y, por favor, dejen que cada uno se defina con acuerdo a sus creencias, dejen que nos informemos, o inf¨®rmennos, y sobre todo, no dejen, que alimente el odio entre las gentes de este pueblo que tambi¨¦n es, imagino, el suyo.
Y no permitan que la ciza?a siga creciendo entre ¨¦stos, sus votantes, al fin y al cabo, les votaron y pueden exigirles... Yo, sinceramente, hace tiempo que no voto... pero s¨ª respiro.
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