Un ¨¦xodo convertido en ratonera
Luis Melero relata en 'La desband¨¢' el bombardeo sobre los que hu¨ªan de M¨¢laga en 1937
Los malague?os somos muy desmemoriados y padecemos amnesia. Las ciudades necesitan conocer cr¨®nicas de su propio pasado, su historia, y ahora parece que por fin se ha roto el silencio", cuenta el escritor Luis Melero. En su novela La desband¨¢ (Rocaeditorial), el autor recuerda el bombardeo de la aviaci¨®n alemana, la Luftwaffe, sobre la poblaci¨®n malague?a cuando hu¨ªa de la ciudad en direcci¨®n a Almer¨ªa en plena Guerra Civil. Novelar la masacre -"no hay cifras de muertos, pero miles de malague?os perecieron", afirma- le ha llevado m¨¢s de 12 a?os desde el primer borrador, 6 versiones y unas 270 entrevistas.
Melero revisita los a?os treinta y engancha al lector a trav¨¦s del protagonista, Mani, un ni?o de 11 a?os curioso y arriesgado. Mani respira todo el ambiente preb¨¦lico de una ciudad, M¨¢laga, en la que la violencia se mezcla con la pol¨ªtica a diario, y en la que se suceden los asesinatos. Mani lucha por sobrevivir y salir adelante en el ambiente hostil de su barrio humilde, al igual que sus hermanos mayores, divididos por sus ideas pol¨ªticas. Son a?os de penuria pero al tiempo muy politizados, y en los que peligra la supervivencia de la Rep¨²blica hasta que todo estalla y llega el desconcierto, tambi¨¦n para Mani y su familia.
El libro es una reflexi¨®n intensa sobre el fat¨ªdico bombardeo alem¨¢n, una tragedia silenciada en 1937 y que los peri¨®dicos de la ¨¦poca no reflejaron. Melero afirma que comenz¨® a descubrir la verdad de los hechos a partir de una b¨²squeda que realiz¨® en la hemeroteca del peri¨®dico The New York Times, donde se qued¨® asombrado ante un art¨ªculo con una explicaci¨®n que sus familiares y vecinos rehu¨ªan contar. As¨ª decidi¨® a principios de los a?os ochenta pasearse por tabernas antiguas a la b¨²squeda de ancianos que pudieran relatarle c¨®mo fue exactamente esta huida y el goteo intenso de bombas sobre sus cabezas. "Llevo muchos a?os intentando ser justo y exacto, porque la gente no quer¨ªa hablar del tema y siempre pon¨ªan reparos", a?ade.
Poblaci¨®n hambrienta
En 1937 M¨¢laga estaba destrozada y saqueada por ambos bandos y la poblaci¨®n estaba hambrienta cuando comenz¨® el asedio y se lanzaron al camino. "Lo m¨¢s dif¨ªcil fue no ser manique¨ªsta, quedarme al margen de mis propias ideas pol¨ªticas para contar lo que pas¨®, y por eso eleg¨ª la voz de un ni?o, para conseguir que la mirada fuera en cierta medida ingenua", explica.
El bombardeo fue la respuesta de la aviaci¨®n alemana a la resistencia que opon¨ªa la poblaci¨®n malague?a frente al acoso del bando franquista y que retras¨® la conquista de Andaluc¨ªa. La resistencia concluy¨® a partir de ese ¨¦xodo y despu¨¦s de pasar muchas necesidades. "En la huida, toda resistencia fue en vano, porque si llevaban armas no llevaban munici¨®n", dice Melero.
El escritor recrea la historia de M¨¢laga esos a?os con un lenguaje elaborado, pero que se torna especialmente directo cuando los personajes hablan. El autor transcribe de forma directa el dialecto andaluz y acorta el final de muchas de las palabras, con lo que leemos "darme un duro pa el ch¨®fer". "A medida que avanzaba sent¨ªa la necesidad de representar fon¨¦ticamente su habla, y no era capaz de imaginarme a mis personajes hablando como si fueran de Valladolid", se excusa. Melero se muestra muy cr¨ªtico con las obras que relatan la Guerra Civil. "Ninguna de las obras me ha gustado", afirma.
El escritor resalta en su sexta novela su visi¨®n personal de la ciudad a trav¨¦s de las penurias de sus vecinos, y define a M¨¢laga como una ciudad "canalla", debido, explica, a que desde que en la Guerra de la Independencia se incendi¨® la ciudad, la burgues¨ªa desapareci¨® y emigr¨® hacia la zona de la Caleta, con lo que la playa dej¨® de ser el sitio noble de la ciudad. Piensa que la dimensi¨®n del bombardeo no se puede medir a¨²n, al estar los testimonios muy desperdigados. "El bombardeo de la desband¨¢ fue uno de los hechos m¨¢s monstruosos de la historia universal", concluye.
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