La apertura de la Fundaci¨®n Gerardo Diego provoca una 'cumbre' sobre el 27
Santander recibe la biblioteca del poeta en la rehabilitada Casa Museo Men¨¦ndez Pelayo
El poeta Gerardo Diego (Santander, 1896- Madrid, 1987) quiso que su ciudad natal recibiera su biblioteca de 15.000 vol¨²menes y su hemeroteca con cientos de colecciones enteras de revistas de poes¨ªa. La inauguraci¨®n el pr¨®ximo viernes de la Fundaci¨®n Gerardo Diego, en la rehabilitada Casa Museo Men¨¦ndez Pelayo, se convertir¨¢ en un nuevo encuentro de la generaci¨®n del 27, cuando faltan dos a?os para celebrar el 80? aniversario de la reuni¨®n en el Ateneo de Sevilla, con los herederos y directores de fundaciones que recuerdan a Alberti, Lorca, Cernuda, Guill¨¦n, Falla y Altolaguirre.
Cantabria recibe el legado bibliogr¨¢fico y documental de la poes¨ªa espa?ola del siglo XX a trav¨¦s de los materiales que se podr¨¢n consultar, tras un proceso de catalogaci¨®n, digitalizaci¨®n y puesta en la Red, en la Fundaci¨®n Gerardo Diego, de Santander (Gravina, 6, www.fundaciongerardodiego.com), situada en la Casa Museo Men¨¦ndez Pelayo, tras someterse a una rehabilitaci¨®n integral, y cerca del Museo de Bellas Artes, la Biblioteca Municipal y el Archivo de la ciudad.
"Afortunadamente, se ve el final de tanto esfuerzo", declara la fil¨®loga Elena Diego, uno de los seis hijos del poeta, vicepresidenta de la fundaci¨®n. Tras la muerte de su padre, en 1987, su madre ofreci¨® el regalo de su biblioteca y hemeroteca a Santander. En 1992 se firm¨® el convenio entre el Ayuntamiento y los herederos para la cesi¨®n gratuita, y la Sociedad Men¨¦ndez Pelayo ofreci¨® la casa museo del pensador para instalar la biblioteca, y se realiz¨® una primera entrega de 10.000 t¨ªtulos.
Al fallecer la viuda, en 1997, se firmaron dos a?os despu¨¦s los nuevos estatutos y la familia a?adi¨® la donaci¨®n del despacho del poeta y recuerdos personales. La fundaci¨®n, sin ¨¢nimo de lucro, tiene como fines el conocimiento de la obra de Gerardo Diego y el estudio de la poes¨ªa espa?ola del siglo XX, con sedes en la Casa de Cantabria en Madrid y en Santander, donde en los ¨²ltimos a?os se ha rehabilitado el edificio, con un proyecto del arquitecto Lorenzo Fern¨¢ndez-Ord¨®?ez y un presupuesto de 780.000 euros.
Entre los patronos de la fundaci¨®n figuran el Gobierno de Cantabria, el Ayuntamiento de Santander y los herederos del poeta, siendo el presidente del patronato el alcalde de la ciudad, Gonzalo Pi?eiro; la vicepresidenta, Elena Diego, y la directora gerente, la poetisa Pureza Canelo. En los ¨²ltimos a?os ha colaborado en diversas ediciones y organiza el premio internacional Gerardo Diego de investigaci¨®n literaria. "Va a ser una reuni¨®n hist¨®rica para compartir y gestionar los legados de los poetas de la generaci¨®n del 27", afirma Canelo, que tiene la lista de los participantes. En Santander se van a reunir los herederos y legatarios de Garc¨ªa Lorca, Falla, Diego, Cernuda, Guill¨¦n, Alberti y Altolaguirre, adem¨¢s de los directores de las fundaciones Alberti, Garc¨ªa Lorca, Falla, Diego y Guill¨¦n, y representantes del Centro Cultural de la generaci¨®n del 27, la Casona de Tudanca, el Instituto Cervantes y la Residencia de Estudiantes. Tambi¨¦n acudir¨¢n investigadores del legado del 27 procedentes de las universidades de Murcia (Javier D¨ªez de Revenga), Pa¨ªs Vasco (Juan Manuel D¨ªaz de Guere?u), C¨¢diz (Manuel Ramos Ortega), Extremadura (Jos¨¦ Luis Bernal), la UNED (Julio Neira), B¨¦rgamo (Gabriele Morelli) y Buenos Aires (Irma Emiliozzi).
El director de la Fundaci¨®n Jorge Guill¨¦n, Antonio Piedra, declara que acudir¨¢ a la reuni¨®n "con mucha esperanza" y a?ade que le gustar¨ªa que saliera algo concreto, ya que hace unos a?os hubo otro intento en Sevilla. Pureza Canelo se?ala que se podr¨¢n estudiar ediciones de los fondos y proyectos comunes entre todos los investigadores, y establecer relaciones con los centros "con el mismo esp¨ªritu de concordia y de cohesi¨®n" que ten¨ªan los poetas del 27, "los de dentro y los de fuera", que formaron la edad de plata de la cultura espa?ola en la primera mitad del siglo XX.
La generaci¨®n de la amistad
"En Santander podemos reencontrar el esp¨ªritu de la amistad, tan importante en todo el grupo", se?ala Elena Diego, que pronunciar¨¢ en la Fundaci¨®n Gerardo Diego la conferencia inaugural titulada La amistad en el grupo del 27, con la intervenci¨®n de Javier D¨ªez de Revenga y Claudio Guill¨¦n. "Es una amistad muy honda, muy seria, que sobrevivi¨® a todas las tormentas que les tocaron en la vida. En el inventario de los manuscritos y cartas personales de mi padre que estamos realizando aparecen cartas estremecedoras de todos ellos que son testimonios muy elocuentes de una amistad". Como hija del poeta, dice que sigue viviendo "la verdad muy compleja" de una persona con intereses m¨²ltiples. "Es dif¨ªcil desgajar una cosa de otra, es un conjunto de aficiones, inquietudes, amores, ilusiones, vividos de forma apasionada. Era m¨²sico y poeta, amante de la pintura y la danza, entusiasta de la fiesta taurina, del estudio minucioso de la literatura. Es una unidad, en un ser caleidosc¨®pico, apasionado y t¨ªmido". A Elena Diego le sigue llamando la atenci¨®n que los fil¨®logos, los pintores o los toreros sigan considerando a Gerardo Diego como uno de ellos, pero desconoce lo que llega a las nuevas generaciones. Comenta que su padre tuvo una participaci¨®n muy activa en la reuni¨®n del grupo de poetas en el Ateneo de Sevilla en 1927 para conmemorar el centenario de G¨®ngora, desde su destino en Gij¨®n (tambi¨¦n estuvo en institutos de Soria, Santander y Madrid). "Durante muchos a?os estudi¨® la poes¨ªa barroca y todos ten¨ªan mucho inter¨¦s en que se celebrara a G¨®ngora para que saliera de una prisi¨®n oscura y se descubriera sobre todo lo que en un cl¨¢sico hab¨ªa de nuevo. ?sa fue la ¨®ptica de todos ellos, el mostrar lo que G¨®ngora supuso en su momento y con una nueva visi¨®n". Para Pureza Canelo, Diego -autor de Versos humanos, El romancero de la novia, Alondra de Verdad o Amor solo- es una figura clave dentro de la generaci¨®n del 27, por la famosa antolog¨ªa de la poes¨ªa espa?ola de 1932 y por ser un poeta de la vanguardia, con el creacionismo junto a Larrea y Huidobro. La obra completa de Diego empez¨® a publicarse en Alfaguara en 1996 con motivo de su centenario, y han aparecido ocho vol¨²menes. El poeta vuelve a Santander, "era un enamorado del paisaje santanderino", dice su hija. En los 70, critic¨® "el atentado ecol¨®gico y art¨ªstico" de las antenas en lo alto de Pe?a Cabarga.
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