Viajes, 'chutes' y cintas de v¨ªdeo
A MEDIADOS de los setenta, museos como el MOMA de Nueva York empiezan a crear sus departamentos de v¨ªdeo, un formato que, seg¨²n explica Bill Viola, se institucionaliza justo cuando finaliza la primera etapa del videoarte: "Ya hab¨ªan pasado cinco a?os tras la muestra de Howard Wise, TV as a creative medium, Electronic Arts Intermix hab¨ªa lanzado la distribuci¨®n de sus cintas de v¨ªdeo un a?o antes, lo mismo que Leo Castelli". Lo curioso es que desde sus primeros usos en el terreno del happening, la performance, el body art y el Land Art, el v¨ªdeo estuvo marcado por una vocaci¨®n radicalmente antimercantilista, como lo prueban los primeros trabajos de Wolf Vostell (Una mirada alemana, 1958), Nam June Paik (13 Distorsed TV, 1963) -ambos surgidos en la interdisciplinariedad de Fluxus-, o de autores como Dan Graham, Bruce Nauman, Bill Viola, Vito Aconcci, Peter Campus, Yoko Ono o Muntadas.
?stas son algunas consideraciones que Laura Baigorri apunta en su estudio sobre los or¨ªgenes del v¨ªdeo, donde analiza su car¨¢cter multidisciplinar en un contexto social que favoreci¨® su aparici¨®n, sus puntos de encuentro con el cine experimental y su capacidad para alterar definitivamente el estatus del arte y del artista. Un ensayo que adopta un cierto tono acad¨¦mico, a pesar de la cita de Marco Vassi que abre el volumen y que sit¨²a este formato directamente en la drug-culture de los setenta: "Escribir... escribir sobre el v¨ªdeo es como explicarle un viaje a alguien que nunca se ha tomado un ¨¢cido". Hoy, desde el nuevo milenio, casi cincuenta a?os despu¨¦s de aquel primer invento fluido (fluxus) firmado por Vostell, intentar explicar las conquistas art¨ªsticas (y pol¨ªticas) de esta disciplina podr¨ªa resultar un chute mortal.
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