Plazas y castillos en Bohemia del Sur
Una apasionante ruta medieval y barroca por el suroeste de la Rep¨²blica Checa
M¨¢s de 200.000 espa?oles viajan cada a?o a la Rep¨²blica Checa, y casi exclusivamente visitan Praga. Con ser peque?o, el pa¨ªs no se acaba en las afueras de esa ciudad tan justamente famosa; si el visitante dispone de unos d¨ªas m¨¢s, hay otras ciudades, otras regiones que sin duda merece la pena conocer. Por ejemplo, al norte del pa¨ªs se extiende la regi¨®n monta?osa, zona escarpada, rom¨¢ntica, densamente boscosa que lleva a Polonia; al oeste se hallan las famosas ciudades de Mariansk¨¦ Lazn¨¦ y Karlovy Vary, que guardan el recuerdo de la visita de tantos estadistas y literatos europeos paseando por las galer¨ªas de los balnearios con un vaso de agua f¨¦tida en la mano, y hoy acogen a las familias de tantos nuevos rusos; al este se despliegan la regi¨®n de Kromeriz y los vi?edos de Moravia...
Es una regi¨®n amena y muy bien se?alizada para practicar el turismo rural, para los excursionistas mochileros, para los aficionados al senderismo, para las traves¨ªas a caballo, y tambi¨¦n para el pirag¨¹ismo y los deportes acu¨¢ticos
Hay tantos castillos que Bohemia del Sur es conocida como la Ruta de los Castillos: el rom¨¢ntico y delirante (reci¨¦n pintado de color hueso, pero en tiempos fue rosa) de Hlubok¨¢ nad Vltavou, que se alza sobre el estanque de Bezdrev; las ruinas del de Stamberk; el de Rozmberk nad Vltava, el de Telc, el de Orlik, sobre una roca empinada
Y en direcci¨®n al sur, aproximadamente a 150 kil¨®metros de distancia de la capital, se abre una zona de mucho encanto, por donde las carreteras discurren entre lagos, embalses, canales y r¨ªos, entre bosques de abetos y abedules tan grandes y antiguos que ocupan una tercera parte del territorio y est¨¢n puestos bajo la protecci¨®n de la Unesco, entre prados extensos amablemente ondulados. Por esos prados, cubiertos de nieve alta en invierno, familias de ciervos temblorosos se aventuran en busca de alimento, y la gente camina hasta la casa del vecino sobre raquetas, y los deportistas practican el esqu¨ª de fondo sobre los campos de labranza.
Entonces, las ciudades del sur de Bohemia permanecen son¨¢mbulas bajo la nieve que cubre los senderos, iguala los terrenos, borra las lindes y se prolonga en la distancia hasta fundirse con el cielo descolorido. Todo lo que alcanza la vista es uniforme y continuo. Vienen a la memoria los versos de Jiri Orten, o su recuerdo degradado, su rescoldo: "Cae la nieve lenta. -?Cu¨¢ntas cosas debe ocultar!".
O algo as¨ª. De trecho en trecho, el color blanco vira hacia el verde, y se abre en la monoton¨ªa blanca un lienzo de p¨¢lido cristal: un lago o un estanque congelado.
En los pueblos de esta regi¨®n, reci¨¦n pintados y pulcros como si fuesen una maqueta o como si hoy fueran a recibir la visita de un emperador, la noche es casi tan negra como las noches antiguas, las farolas callejeras arrojan una luz rom¨¢ntica y tenue que a los vecinos les parece un poco mezquina, tristona; en la capital, se comenta en la tertulia de la taberna, las calles, las avenidas tienen tanta luz durante la noche como de d¨ªa. La tertulia, perezosa, en voz baja, concluye muy temprano. La gente se recoge temprano, se acuesta temprano y se levanta temprano. Por la ma?ana, desde lo alto de las colinas o desde las torres m¨¢s altas, las aldeas se alzan sobre la oscuridad flotando sobre una bandeja de bruma, como si salieran de un hechizo. Los ni?os pasan cantando bajo las ventanas, d¨¢ndole un poco de animaci¨®n al fr¨ªo decorado de las plazas, que permanece igual desde hace cinco o seis siglos.
En las estaciones m¨¢s amables del a?o, esos campos blancos se convierten en pol¨ªcromos; se cultiva all¨ª el ma¨ªz, la colza, el girasol, las patatas, la avena, etc¨¦tera; junto a los embalses entran en actividad las piscifactor¨ªas construidas en el siglo XIV, que constituyen una de las riquezas de la regi¨®n y surten al pa¨ªs entero de carpas, el pez que est¨¢ en la base de tantos platos y guisos y que constituye el plato nacional, sobre todo en Navidad.
Lagos y embalses
Es una regi¨®n amena y muy bien se?alizada para practicar el turismo rural, para los excursionistas mochileros, para los aficionados al senderismo, para las traves¨ªas a caballo, y tambi¨¦n para el pirag¨¹ismo y los deportes acu¨¢ticos. El cicloturismo encuentra unos trazados espl¨¦ndidos en las carreteras que discurren a lo largo de las fronteras con los pa¨ªses germ¨¢nicos, carreteras y caminos hasta hace pocos a?os inaccesibles, vedados. En las horas de m¨¢s calor, el grupo de excursionistas, el pelot¨®n de ciclistas, se detienen junto a alguno de los lagos o embalses para un pic-nic y un ba?o. Eligen alguno de los de menos extensi¨®n, alguno donde no se celebren regatas ni se practiquen deportes acu¨¢ticos. El agua est¨¢ fresca, revitalizadora, y cuando al ba?ista le rozan los pies las algas del fondo fangoso, o cuando siente el roce de una carpa que pasa desliz¨¢ndose tranquilamente junto al est¨®mago, le parece que a lo peor ha ca¨ªdo en las manos de Vudn¨ªk, el gnomo repugnante, de barbas verdes y muy malas pulgas, esp¨ªritu acu¨¢tico de tantas leyendas y cuentos populares, que se lo llevar¨¢ consigo al fondo.
En los meses de sol, esta regi¨®n recibe la visita de muchos turistas alemanes y austriacos, que apenas han de recorrer unos kil¨®metros para cruzar la frontera y disfrutar de unas vacaciones a precios asequibles, unas vacaciones en que ser¨¢n masajeados, embarrados, mimados en los balnearios. Pero hasta hace muy poco no se ve¨ªa a un espa?ol ni por casualidad.
El paisaje est¨¢ recorrido por canales, r¨ªos, embalses, lagos, y dominado por las cuatro grandes torres de la central t¨¦rmica de Temelin, que abastece de energ¨ªa a la rep¨²blica y es motivo de eterna disputa diplom¨¢tica con la ecol¨®gica Austria. Bohemia del Sur tiene el centro administrativo en la ciudad de Ceske Budejovice, la capital de la regi¨®n, con 100.000 vecinos, con universidad, con las f¨¢bricas de l¨¢pices Ko-i-Noor y de la cerveza Budvar, tan famosa en el mundo como su alternativa la Pilsen de la ciudad hom¨®nima.
A corta distancia de unas a otras se levanta medio centenar de peque?as ciudades hist¨®ricas, cuidadosamente restauradas. La topograf¨ªa de estas ciudades se desparrama alrededor de una plaza porticada, que suele llamarse "de Masaryk", en memoria del primer presidente de la primera rep¨²blica checoslovaca, y que hasta hace poco se sol¨ªa llamar "del Ej¨¦rcito Rojo": la historia ensalza a unos, hunde a otros, y va pasando. Estas plazas est¨¢n porticadas y formadas por casas medievales, renovadas por arquitectos italianos del Renacimiento, con las fachadas restauradas y pintadas con colores pastel, o esgrafiadas. En el centro no pueden faltar los elementos barrocos de la fuente p¨²blica, rematada con alguna figura m¨ªtica, de Neptuno o de H¨¦rcules, ni la columna de la peste, para conjurar epidemias como la que extingui¨® a la poblaci¨®n que vivi¨® junto al lago Doln¨ª Mrzatec. Son los vestigios de la arquitectura de los Habsburgo, que hermanaban toda Europa central. Otros elementos, ¨¦stos de sabor contempor¨¢neo, son las terrazas y las tiendas de baratijas de los silenciosos comerciantes chinos.
A algunos les parecer¨¢ que tiene m¨¢s encanto la anchurosa, larga y desgarbada plaza de Telc, que es m¨¢s bien una rambla, y a otros la de Trebon, m¨¢s angosta y ligeramente empinada; otros preferir¨¢n la reducida, coqueta, plaza Svornosti de la aldea de Cesky Krumlov, que se eleva en la pen¨ªnsula formada por un meandro del Vltava y es la joya de la regi¨®n, o la espaciosa y sim¨¦trica de Otakar II en Ceske Budejovice, con 133 metros por cada uno de sus lados. Unas y otras guardan un aire de familia, a todas las une el parecido, en una letan¨ªa de belleza mon¨®tona, rigurosamente preservada y vigilada por las ordenanzas de conservaci¨®n del patrimonio; es como si fuesen aproximaciones o variantes fallidas de una forma paradigm¨¢tica, esencial. Depende de cada uno la decisi¨®n de cu¨¢l es la original y cu¨¢les las imitaciones.
Victorias y derrotas
Se alza un castillo en las inmediaciones de cada una de estas plazas. Durante los siglos XIII y XIV se erigieron muchas casas fortificadas en Bohemia del Sur; las edificaron los se?ores feudales para fortalecerse con vistas a las disputas con los reyes bohemios; algunas ahora est¨¢n en estado de ruina porque en esta regi¨®n actuaron Juan Hus, el predicador protoprotestante, y Zizka, el general tuerto que dirigi¨® a los husitas contra los Habsburgo, en brillantes campa?as militares, de victoria en victoria hasta la derrota final. Los se?ores feudales, la familia Rozmberk, dejaron su emblema en todas partes: con las figuras de la rosa de cinco p¨¦talos y la cabeza del turco con un cuervo vaci¨¢ndole los ojos, truculento recordatorio de que combatieron contra la Sublime Puerta. Extinguida la familia, muchos de sus castillos pasaron a los Schwarzenberg, en premio por su contribuci¨®n a la victoria de los Habsburgo en la guerra de los Treinta A?os.
Hay tantos castillos -el rom¨¢ntico (reci¨¦n pintado de color hueso, pero en tiempos fue rosa) de Hlubok¨¢ nad Vltavou, que se alza sobre el estanque de Bezdrev; las ruinas del de Stamberk; el de Rozmberk nad Vltava, el de Telc, el de Orlik, sobre una roca empinada- que Bohemia del Sur es conocida como la ruta de los castillos. El de planta m¨¢s peculiar y el que conserva vestigios m¨¢s caracter¨ªsticos y delirantes es el de Cesky Krumlov, la localidad m¨¢s coqueta de la regi¨®n, en un cerrado meandro del r¨ªo.
- Ignacio Vidal-Folch (Barcelona, 1956) es autor de Turistas del ideal (Destino, 2005).
CESKY KRUMLOV
LOS CASTELLANOS de Bohemia deb¨ªan aliviar el tedio de los largos inviernos d¨¢ndose a extravagancias de la arquitectura, y cada castillo tiene una u otra peculiaridad o rareza -jardines geom¨¦tricos, mazmorras siniestras, torres- que lo distingue, que da fe de la extravagancia de sus antiguos moradores y que hoy constituye el orgullo de su ciudad y el polo de atracci¨®n tur¨ªstica.Entre todos, el de Cesky Krumlov, el m¨¢s grande de la Rep¨²blica Checa despu¨¦s del de Praga, es un parque tem¨¢tico de todos los dem¨¢s. Se entra en ese conjunto de fortificaciones por un puente con foso en el fondo del cual habitan unos cuantos de los ¨²ltimos osos de la regi¨®n. Adem¨¢s de los pasadizos subterr¨¢neos que por norma general sol¨ªan comunicar los castillos con las aldeas o los campos que se extend¨ªan a sus pies y constitu¨ªan una v¨ªa de escape en apretadas circunstancias, el de Cesky Krumlov est¨¢ dotado con un triple pasadizo, suspendido en el aire sobre pilones, para trasladarse desde el cuerpo central del castillo a los bastiones m¨¢s alejados sin tener que salir al aire libre en los d¨ªas de m¨¢s adversa meteorolog¨ªa. Cada uno de los tres pisos est¨¢ decorado con el grado de esmero y riqueza acorde con sus usuarios: uno, con sencillez, para el tr¨¢nsito de la soldadesca en los cambios de guardia; otro, un poco m¨¢s decoroso, para el servicio y el personal subalterno civil, y el tercero, lujoso piso, para los se?ores.La silueta del castillo est¨¢ dominada por una imponente torre renacentista, pintada, como varios lienzos de muros exteriores, con trampantojos que simulan un almohadillado florentino; el parque del castillo es un centro de fiestas y representaciones teatrales, para las que est¨¢ dotado con un teatro de grader¨ªo m¨®vil. Entre las centenares de salas que hoy s¨®lo habita alg¨²n somnoliento bedel y alg¨²n fantasma deprimido destacan la de baile, o "de las m¨¢scaras", con un centenar de figuras dieciochescas, con sus m¨¢scaras de carnaval, pintadas en las paredes, y el teatro barroco milagrosamente conservado, cuya maquinaria escenogr¨¢fica acaba de ser restaurada y del que se conservan los elementos de iluminaci¨®n, los decorados originales de varias ¨®peras y centenares de vestidos de ¨¦poca. Este coso excepcional es un centro de investigaci¨®n cient¨ªfica.Las mazmorras del castillo se jactan de haber guardado preso al rey Wenceslao IV. Hoy las ense?a a los turistas el artista local Karen Paral, que tiene all¨ª exposici¨®n de sus obras: gigantescas dentaduras met¨¢licas, y las jaulas con p¨¢jaros electrocutados con las que forz¨® a cambiar la ley sobre los tendidos el¨¦ctricos.
GU?A PR?CTICA
Datos b¨¢sicosPrefijo telef¨®nico: 00 420. Moneda: corona checa; un euro equivale a unas 30 coronas. Poblaci¨®n de la Rep¨²blica Checa: 10,2 millones de habitantes.C¨®mo ir- Czech Airlines CSA (915 42 12 37 y en agencias) ofrece vuelos directos de ida y vuelta entre Madrid o Barcelona y Praga desde 180 euros, m¨¢s tasas.- La aerol¨ªnea checa de bajo coste Smart Wings (www.smartwings.net) tiene vuelos directos entre Madrid y Praga que se pueden conseguir desde 30 euros, m¨¢s tasas, por trayecto, reservando a trav¨¦s de Internet.Viajes organizados- Politours (en agencias) organiza viajes de una semana a las principales ciudades de Bohemia y Moravia. Cuestan 790 euros por persona e incluyen, adem¨¢s del circuito, visitas, alojamiento, desayunos, cenas y vuelo desde Espa?a. Para los que prefieren viajar por su cuenta, esta mayorista ofrece un combinado de vuelos de ida y vuelta a Praga y siete d¨ªas de alquiler de coche desde 395 euros, m¨¢s tasas, por persona; opcionalmente se puede reservar el alojamiento a lo largo de una ruta desde 48 euros por persona y noche. Las mayoristas Ambassador, Catai, C¨®ndor, General Tours, Iberojet, Mapa Tours, Travelpl¨¢n y otras incluyen viajes al sur de Bohemia en su programaci¨®n (de venta en agencias de viaje). En la web en espa?ol de la oficina de turismo de Chequia (807 300 565; www.visitczechia.com/es) se incluye un listado completo de todas ellas, as¨ª como de agencias especializadas en este destino.AlojamientoEl servidor tur¨ªstico oficial www.czecot.com, disponible en espa?ol, tiene una base de datos de hoteles, balnearios, castillos, apartamentos y otros alojamientos en la Rep¨²blica Checa, con precios, fotos y contacto. Tambi¨¦n en: www.czechhotels.cz y www.travelguide.czM¨¢s informaci¨®n- Oficina Nacional Checa de Turismo (807 300 565). Madre de Dios, 45. Madrid.
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