H¨¦roes generosos

La danza, en general y siempre, necesita h¨¦roes. En este caso, h¨¦roes generosos que se entreguen y luchen por el g¨¦nero; viene a guisa lo de luchar contra molinos, no de viento, sino de burocracia e incomprensiones. La gala del Alb¨¦niz ha sido una buena velada llena de intensidad, buen baile, belleza. Era necesariamente larga seg¨²n el ambicioso gui¨®n (de donde faltaban inexcusablemente Tudor y Robbins), pero discurri¨® con fluidez. Al vuelo hay que citar el refinamiento y rigor de Mar¨ªa Jos¨¦ Ruiz con la danza antigua (base de los genes del ramo); la madurez en l¨ªnea y gusto de Larissa Lezhnina en su cisne; la introspecci¨®n devota de los de Lim¨®n; la propuesta de alusiones semi¨®ticas de Forsythe en dos adanes de su aparato expresivo; la ruta tenebrista de los de Kilian; el arrojo de los j¨®venes que se lanzaron a la Escuela Bolera (hay que ver cu¨¢nto detalle de estilo y figuras hay dentro del memorable trabajo de Alberto Lorca); silueta y musicalidad en La Moliera de Casanova; los cuatro artistas del Ballet de la Comunidad de Madrid, bien entrenados y atendiendo a la "bravura"; tan fuertes se?as propias en Gelabert; la alegr¨ªa de los chicos en un cl¨¢sico de Fosse. Pero sobre todo, y muy alto, la human¨ªstica, la poes¨ªa, el aliento de verdad que hay en Ana Laguna y Mats Ek. Ellos han dado una potente lecci¨®n, un recital de hondura donde nada es simple, sino perfecto, donde los gestos miden su grandeza en su sencillez, y "el que apaga la luz" (parafraseando a Bonilla) no es el ¨²ltimo, sino el primero. Ese pas de deux habla de un intrincado bosque dom¨¦stico, abisal en los objetos, terrible y con todas las espinosas posibilidades de lo real.

Y una indispensable correcci¨®n filol¨®gica (una gala como ¨¦sta, que tanto esfuerzo comporta, no puede permitirse errores de bulto): el adagio del segundo acto de El lago de los cisnes es de Lev Ivanov, no de Marius Petipa (ver en Roland John Wiley: all¨ª lo explica todo), y de este ¨²ltimo es la versi¨®n de Esmeralda que se vio, no de Jules Perrot, como reza el programa (Ivor Guest desmenuza en su libro esta com¨²n confusi¨®n de topolog¨ªas y estilo).