Guti y su triste destino
Reducido durante tres meses a la condici¨®n de paria, Guti reedit¨® en Anoeta una historia que tendr¨¢ un triste final para ¨¦l. Dos jugadas excepcionales le permitieron marcar la diferencia en un partido que el Madrid jug¨® igual de mal que casi siempre. La primera acci¨®n fue un pase instant¨¢neo, un toque el¨¦ctrico del que s¨®lo es capaz Guti en el Madrid. La segunda jugada fue una combinaci¨®n de giro, amago, regate y pase, un glorioso ejercicio de inteligencia y habilidad que tampoco es muy frecuente en estos d¨ªas. En los dos casos, Ronaldo aprovech¨® las cualidades de Guti para anotar los goles de la victoria y prolongar el combate con el Bar?a por el t¨ªtulo. Todo eso sucedi¨® despu¨¦s de un partido bastante chapucero del Madrid, con Guti de espectador en el banquillo, destino del que no escapa. No importan sus m¨¦ritos, y esta temporada los hizo de sobra durante el sombr¨ªo periodo que sigui¨® a la escapada de Camacho. Guti est¨¢ condenado a la frustraci¨®n. Cada a?o comienza en el fondo del banquillo, se le rescata por obligaci¨®n para sostener al equipo en cualquier puesto y termina donde comenz¨®, en el banco, deprimido y criticado porque responde con des¨¢nimo a su exilio de paria. ?Y qui¨¦n no?
A Guti no s¨®lo se le exige que sea Maradona, sino que sea Maradona todo el rato, en todos los partidos, en todas las situaciones, en cualquier puesto. Guti no es Maradona, por supuesto, pero es un excelente futbolista que merece la m¨ªnima confianza que ning¨²n entrenador le ha concedido. Siempre que ha jugado de titular con alguna regularidad se ha debido a dos causas: lesi¨®n de alguien o crisis profunda en el equipo. En sus diez temporadas en el Madrid, s¨®lo en una ocasi¨®n fue titular en el primer partido de Liga. Ocurri¨® en la temporada 2002-03 y obedeci¨® a una raz¨®n de peso: Ronaldo hab¨ªa fichado dos d¨ªas antes por el Madrid y no estaba en condiciones de jugar. Este dato indica que Guti nunca fue titular en los planes iniciales de Capello, Heynckes, Hiddink, Del Bosque, Queiroz y Camacho. Sus cr¨ªticos suelen decir que por algo ser¨¢ y apuntan a su temperamento o su falta de compromiso para asumir las obligaciones que se le asignan. ?Pero c¨®mo se explica la falta de compromiso de alguien que responde de manera intachable cuando se le exige tapar agujeros, apagar fuegos, funcionar un rato como delantero centro, otro como media punta, un poco como interior izquierdo, o como colega del medio centro defensivo, o como medio centro puro, con todas las obligaciones defensivas incluidas? No ha habido en el Madrid un jugador tan exigido, tan obligado a ofrecer tantas versiones de s¨ª mismo, tan capaz de realizarlas y tan decepcionado por la respuesta que invariablemente ha obtenido a sus m¨¦ritos.
No se puede hablar, por tanto, de indolencia en un jugador que ha respondido magn¨ªficamente a todos los desaf¨ªos que se le han planteado. S¨ª se puede hablar de des¨¢nimo ante la respuesta que ha encontrado en los entrenadores. Cuando se ha fichado a estrellas como Zidane y Beckham, ha sido en perjuicio de Guti; cuando se ha fichado a jugadores de escaso relieve (Gravesen), tambi¨¦n ha sido en su perjuicio; cuando el Madrid ha disputado tres finales de la Copa de Europa, no ha habido ni un solo minuto para Guti; cuando otros jugadores reciben algo m¨¢s que el beneficio de la duda y permanecen como titulares durante largos periodos de esterilidad, Guti no merece el mismo trato. ?Qui¨¦n no se desanima en estas circunstancias? Hay que tener un car¨¢cter de amianto para aceptar que Borja o Celades te adelanten en las preferencias del entrenador.
Los t¨¦cnicos pueden pensar que el problema de Guti est¨¢ relacionado con lo m¨¢s parecido a una virtud: la versatilidad. Si act¨²an como fiscales, pueden concluir que es peor, o menos fiable, que Zidane, Ra¨²l, Beckham o Figo, todos los cuales ocupan o han ocupado en alg¨²n momento las posiciones que frecuenta Guti. En alg¨²n caso nunca ha sido cierto y en otros no obedece a la realidad. Si en alg¨²n tiempo fue peor que ellos, ahora no es el caso. El Madrid gana partidos, pero mantiene su aspecto de equipo desconchado, apenas sostenido por Casillas y la reacci¨®n goleadora de Ronaldo, facilitada por la desaparici¨®n de Figo en la media punta. En este equipo faltan muchas cosas, pero esencialmente ha faltado alguien capaz de convertir a Ronaldo en algo m¨¢s que una amenaza, alguien capaz de hacerle letal. Falta un gran pasador, alguien capaz de conectar con Ronaldo de manera instant¨¢nea, sin tiempo para que los defensas piensen. Incluso en sus momentos de mayor des¨¢nimo, en partidos que Guti ha jugado mal o muy mal, como en Valencia, esa cualidad ha sido decisiva para poner a Ronaldo frente al gol. Eso se cuenta por victorias, como la de Anoeta por ejemplo, donde la evidencia de la conexi¨®n Ronaldo-Guti fue clamorosa. Y si esa conexi¨®n es imprescindible para este angustiado Madrid, ?por qu¨¦ Guti no es titular? Porque en su caso los m¨¦ritos valen mucho menos que los prejuicios. M¨¢s temprano que tarde, se olvidar¨¢ el entusiasmo que ha despertado su actuaci¨®n en Anoeta y regresar¨¢ al banco de los suplentes. Su destino est¨¢ escrito.
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