ERC ha tenido que adaptar sus propuestas sobre financiaci¨®n
El ejercicio del poder pol¨ªtico tiene ciertas servidumbres, aunque s¨®lo sea en el terreno de los s¨ªmbolos o las palabras. ERC ha adaptado en los ¨²ltimos meses su mensaje a su condici¨®n de fuerza de gobierno, especialmente en el terreno de la financiaci¨®n auton¨®mica.
En 2003, ERC present¨® un programa a las elecciones catalanas que describ¨ªa el establecimiento de un "concierto econ¨®mico cooperativo" con un fondo de cooperaci¨®n transitorio destinado a solidaridad "fijado en una cantidad m¨¢xima del 2,5% del PIB", m¨¢s "una cuota o cupo" para financiar los servicios comunes que presta el Estado en Catalu?a; en definitiva, el "establecimiento de relaciones bilaterales con el Estado". Era un modelo de financiaci¨®n auton¨®mica que el propio programa identificaba como "foral", decantado hacia una v¨ªa soberanista que el Gobierno siempre ha considerado inaceptable. Pero, en los ¨²ltimos meses, Esquerra ha realizado un viraje ante la necesidad de pactar la propuesta del tripartito, para pasar de un modelo foral a un sistema de marcado acento federal, alejado del cupo vasco.
Tras las elecciones, Esquerra pact¨® con el PSC e ICV-EUiA un primer modelo en el pacto del Tinell, que permiti¨® a Pasqual Maragall formar gobierno. ERC ya aceptaba algunos de los planteamientos del PSC "y viceversa", explica el consejero de Comercio, el republicano Josep Huguet. "La evoluci¨®n no ha sido unilateral: el PSC tampoco hab¨ªa presentado ninguna propuesta alternativa al sistema que se aplica en la actualidad", remacha.
Complicados equilibrios
Pol¨ªticamente, el partido que encabeza Carod Rovira ha seguido una trayectoria con complicados equilibrios entre la defensa del federalismo y sus objetivos independentistas. En diciembre del a?o pasado, Huguet esboz¨® ante los empresarios catalanes una propuesta que pasaba por un concierto econ¨®mico similar al del Pa¨ªs Vasco y Navarra, con una contribuci¨®n a los servicios comunes del Estado m¨¢s una cuota de solidaridad. El titular de Econom¨ªa, Antoni Castells, se apresur¨® entonces a desautorizar a Huguet. "Algunos a¨²n no saben que est¨¢n en el Gobierno", espet¨® Castells, a pesar de que el dirigente de ERC se reafirm¨® en su tesis en calidad de "responsable del ¨¢rea econ¨®mica de ERC en el Gobierno catal¨¢n".
Desde ese desencuentro, la necesidad de presentar una propuesta conjunta para tener m¨¢s fuerza en Madrid ha ido limando el sesgo foral del modelo de ERC para dotarlo de un corte m¨¢s federal. Huguet define la propuesta del tripartito como un "acuerdo fiscal federal" con dosis de bilateralidad, frente al anterior "concierto econ¨®mico cooperativo". "El partido presenta una oferta federal sincera desde el ¨²ltimo congreso, celebrado en Lleida", asegura, aunque no esconde que pagar una cantidad por los servicios comunes, con un sistema de transferencia de solidaridad, "no deja de ser un cupo encubierto". "Hemos cedido en el sentido nominalista y no hay que olvidar que una parte de nuestro electorado es muy sensible a los s¨ªmbolos", recuerda.
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