Obesidad, un negocio de mucho peso
Muchas dietas y m¨¦todos que se ofrecen para adelgazar aligeran m¨¢s el bolsillo que los kilos
Adem¨¢s de ser la enfermedad metab¨®lica m¨¢s frecuente, y de alcanzar, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, proporciones epid¨¦micas en los pa¨ªses industrializados y en v¨ªas de desarrollo, la obesidad es tambi¨¦n un negocio de mucho peso. Se calcula que el 20% de los ciudadanos de los pa¨ªses desarrollados se han sometido en su vida al menos a un r¨¦gimen para adelgazar. Estudios recientes de la Sociedad Espa?ola de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n (SEEN) y de la Sociedad Espa?ola para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) sugieren que el 80% de los espa?oles que quieren perder peso se gastan al mes una media de 60 euros en todo tipo de productos, m¨¦todos y dietas de adelgazamiento.
Existen un sinf¨ªn de cl¨ªnicas de est¨¦tica, m¨¦todos m¨¢gicos y dietas milagrosas que se publicitan como si fuesen la p¨ªldora antiobesidad. Pr¨¢cticamente todas ofrecen una p¨¦rdida "c¨®moda y r¨¢pida" del sobrepeso, pero tales ofertas carecen de fundamento cient¨ªfico, de modo que adelgazan mucho m¨¢s el bolsillo que el peso corporal. Los especialistas advierten de que suelen tener efectos adversos y hacen perder el tiempo y las ilusiones, por lo que acaban socavando seriamente la autoestima. El efecto yoy¨® es una de sus consecuencias m¨¢s inmediatas: al cabo de un tiempo se recupera m¨¢s peso del que se ha perdido.
La mitad de los obesos dice que ha seguido m¨¦todos alternativos para adelgazar
Los ¨²nicos f¨¢rmacos que han demostrado eficacia reducen el peso el 10% como m¨¢ximo
"Existe mucho fraude y mucho camelo en el mundo de los tratamientos de adelgazamiento. La mayor¨ªa de los afectados quieren resultados r¨¢pidos sin apenas esfuerzo, ilusionados y enga?ados por la gran cantidad de informaci¨®n tendenciosa que les llega. Surgen procedimientos rocambolescos, dietas variopintas y a veces aberrantes e incompatibles con la salud", sostiene Basilio Moreno, presidente de la SEEDO y autor del libro reci¨¦n publicado Verdades y mentiras sobre la obesidad.
Moreno alude en la obra a una larga lista de "dietas heterodoxas", como las estrictamente vegetarianas, las macrobi¨®ticas, la de pomelo, la de leche y pl¨¢tano, la de Hollywood, la de la Cl¨ªnica Mayo (que nada tiene ver con el prestigioso centro estadounidense de Rochester, Minnesota), las dietas hipergrasas del doctor Atkins (que son un pasaporte para sufrir enfermedades cardiovasculares) o las dietas disociadas (basadas en la separaci¨®n en una misma comida de ciertos alimentos, por la creencia err¨®nea de que los carbohidratos y la prote¨ªnas no pueden ser bien asimilados, cuando la realidad es que las enzimas digestivas son sumamente espec¨ªficas y pueden digerir cualquier tipo de alimento).
En palabras de Juan Soler, presidente de la Sociedad Espa?ola de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n (SEEN), como en todas las enfermedades, en la obesidad hay una interacci¨®n entre los factores gen¨¦ticos, todav¨ªa no bien conocidos, y los ambientales. "Estos ¨²ltimos se imponen", explica, "cuando hay un desequilibrio entre el consumo y el gasto energ¨¦ticos, debido sobre todo a los cambios en el estilo de vida de los ¨²ltimos a?os, como comidas r¨¢pidas, productos basura, alimentos hipercal¨®ricos... Todo ello sumado al gran sedentarismo que predomina en la sociedad actual. Parad¨®jicamente, este fen¨®meno se ha producido en paralelo al boom de la delgadez y el culto a una imagen dif¨ªcil de alcanzar por la mayor¨ªa de las personas y que a veces est¨¢ en franca contradicci¨®n con el concepto de salud".
Alemania, Reino Unido e Italia son los pa¨ªses comunitarios en los que m¨¢s se ha incrementado la obesidad, por delante de Espa?a y Francia. Las cifras de prevalencia de sobrepeso en la poblaci¨®n adulta espa?ola rondan el 38,5%, y las de obesidad, el 15% (con una tasa global del 53%). En los ni?os espa?oles estos mismos porcentajes van del 12% al 30%, respectivamente, seg¨²n datos de la SEEN.
En Estados Unidos, considerado el pa¨ªs de los grandes obesos, un informe del Banco Mundial de 2000 estimaba que s¨®lo los costes sanitarios que genera al a?o esta enfermedad y todas sus complicaciones sobrepasan el 12% del gasto sanitario total. Estos miles de millones de d¨®lares son aportados en su mayor¨ªa por los propios pacientes y las compa?¨ªas m¨¦dicas aseguradoras, ya que la sanidad estadounidense es fundamentalmente privada y est¨¢ muy lejos de los modelos de sanidad p¨²blica como el de Espa?a o el resto de los pa¨ªses europeos.
Seg¨²n datos de la SEEN, el registro en Espa?a de sustancias con fines adelgazantes se realiza, de acuerdo con la legislaci¨®n sanitaria, como productos de parafarmacia, especialidades farmac¨¦uticas (que pueden o no requerir receta m¨¦dica), plantas medicinales y medicamentos derivados de plantas (algunos, de prescripci¨®n facultativa).
"Los ¨²nicos f¨¢rmacos registrados en Espa?a para la obesidad son orlistat y sibutramina, con diferentes mecanismos de acci¨®n y potencial toxicidad. Los ensayos cl¨ªnicos internacionales realizados con miles de pacientes han demostrado una reducci¨®n moderada del peso -entre el 5% y el 10%-, que se mantiene. Su coste, dependiendo de la dosis y otros aspectos, supera los 1.000 euros por paciente y a?o. El enfermo lo tiene que pagar enteramente de su bolsillo, salvo en casos muy especiales", afirma Pilar Riob¨®, jefa asociada de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n de la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz de Madrid.
A juicio de esta especialista, el debate est¨¢ servido: "?Por qu¨¦ estos medicamentos no son costeados por la Seguridad Social, cuando son un tratamiento contra la obesidad, considerada una enfermedad en s¨ª misma y un importante factor de riesgo de otras muchas patolog¨ªas?". "No obstante", contin¨²a, "la respuesta no es sencilla, porque cabr¨ªa la posibilidad de que se frivolizase su uso y se dispararan el gasto sanitario y los efectos secundarios. Se prev¨¦ que en un par de a?os estar¨¢ registrado otro f¨¢rmaco, rimonabant, que se encuentra en ensayos cl¨ªnicos de fase III y que en los m¨¢s de 7.000 pacientes estudiados est¨¢ dando muy buenos resultados".
En el apartado de productos milagro antiobesidad, el Centro de Informaci¨®n sobre Obesidad, perteneciente a la SEEN y con tel¨¦fono de consulta gratuito (900 10 16 46), incluye la gran mayor¨ªa de sustancias de origen muy diverso que se publicitan como antiobesidad, cuya eficacia no est¨¢ demostrada, y que se pueden adquirir en farmacias, herborister¨ªas, centros de est¨¦tica y superficies comerciales, as¨ª como por correo postal a trav¨¦s de Internet. El coste de estos tratamientos es muy elevado. Un estudio realizado en Espa?a demostr¨® que el 49% de los obesos encuestados hab¨ªan probado tratamientos alternativos. Desde 1997 existe una larga lista de productos, supuestamente adelgazantes, cuya dispensaci¨®n est¨¢ prohibida por orden ministerial.
2.500 millones de gasto p¨²blico
Si los ciudadanos que quieren adelgazar son las principales v¨ªctimas del fraudulento negocio que puede ser la obesidad, el Sistema Nacional de Salud (SNS) tambi¨¦n sufre el embate de los ataques de esta epidemia desde el otro lado de las trincheras. Seg¨²n el estudio Costes sociales y econ¨®micos de la obesidad y sus patolog¨ªas asociadas, auspiciado por la Sociedad Espa?ola para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), este problema representa el 6,9% del gasto sanitario total, es decir, 2.500 millones de euros anuales, e incluye el tratamiento de las enfermedades directamente relacionadas (diabetes, alteraciones de los l¨ªpidos y procesos cardiovasculares), as¨ª como las pensiones por incapacidad laboral y los gastos derivados de la mortalidad asociada.
El mismo trabajo revela que la diabetes es responsable del 9% de los 2.500 millones anuales de gasto, las enfermedades cardiovasculares alcanzan el 22,6% y las dislipemias o alteraciones de los l¨ªpidos suponen el 2,4%. El 66% restante se emplea en el tratamiento de la obesidad en s¨ª misma y en diversos procesos asociados, como diferentes tipos de c¨¢ncer (mama y pr¨®stata, principalmente), alteraciones renales y hep¨¢ticas, apnea del sue?o e incluso incontinencia urinaria.
No obstante, seg¨²n advierte Basilio Moreno, presidente de la SEEDO, los costes directamente relacionados con la obesidad son "muy variables en funci¨®n de las opciones terap¨¦uticas elegidas, si bien los dos f¨¢rmacos actualmente disponibles para la indicaci¨®n de obesidad son caros".
En opini¨®n de Pilar Riob¨®, jefa asociada de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n de la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz de Madrid, uno de los retos m¨¢s dif¨ªciles que plantea el paciente con sobrepeso u obesidad es mantenerse en el peso ideal alcanzado tras un r¨¦gimen de adelgazamiento.
"La experiencia cl¨ªnica", dice, "ha demostrado que los m¨¦todos coercitivos y represivos del pasado, en los que el rega?o era la conducta habitual del m¨¦dico hacia el paciente, no dan ning¨²n buen resultado. Actualmente, defendemos la estrategia del refuerzo positivo y de felicitar a los enfermos".
Riob¨® subraya la importancia de una constante y adecuada informaci¨®n, a modo de educaci¨®n sanitaria, para que el obeso reconduzca sus h¨¢bitos alimentarios y su estilo de vida: "El tratamiento contra la obesidad es para toda la vida, porque hay que seguir unas normas alimentarias para mantener un equilibrio energ¨¦tico entre la ingesta y el gasto cal¨®rico. La regla principal es huir del sedentarismo y practicar regularmente ejercicio f¨ªsico".
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