El impresionismo ruso muestra su propia luz entre el realismo y la vanguardia

La pintura impresionista francesa extendi¨® t¨¦cnicas y tem¨¢ticas m¨¢s all¨¢ de sus fronteras. En Rusia arraig¨® con fuerza y origin¨® obras de gran entidad como las que exhibe El impresionismo ruso: Entre el realismo y la vanguardia, que alberga hasta el 26 de junio el Centre Cultural Caixa de Girona-Fontana d'Or. A trav¨¦s de 47 obras de 25 artistas, todas procedentes del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, se ofrece una rica panor¨¢mica del movimiento que se desarroll¨® a finales del siglo XIX y principios del XX. La muestra viajar¨¢ posteriormente a Pamplona, Pontevedra y Cerde?a.

La comisaria de la exposici¨®n, Nat¨¤lia Novosilzov, profesora de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB) y estudiosa de la pintura rusa, advierte que muchos de los autores presentes en la selecci¨®n son "pintores de primera clase", aunque no sean muy conocidos. El periodo impresionista arranca en Rusia cuando algunos pintores realistas del siglo XIX, cultivadores de temas de inter¨¦s social, empiezan a interesarse por el nuevo movimiento. "Hicieron la transici¨®n desde las estribaciones del realismo hasta llegar al arte por el arte, para captar un instante del mundo, de la luz", explica Novosilzov.

Los primeros intentos de adoptar el impresionismo, indiferente a los problemas human¨ªsticos tradicionales, fueron interpretados como una renuncia al ideario de la Ilustraci¨®n. Entre 1870 y 1880, el impresionismo prest¨® sus herramientas al realismo, aunque inmediatamente surgi¨® con toda su entidad en t¨¦cnicas y tem¨¢ticas. La exposici¨®n exhibe obras de los tres artistas que se consideran los padres del impresionismo ruso: Vass¨ªliev, Serov y Grabar.

La esencia

En los primeros a?os del siglo XX, el movimiento se extiende, aunque, m¨¢s all¨¢ de las cuestiones pl¨¢sticas, mantiene su empe?o en mostrar la "esencia rusa". Mezcla los avances t¨¦cnicos que permiten a los pintores captar el movimiento y la luz -signo de modernidad- con elementos de tipo espiritual, po¨¦tico y nacionalista,propios de la tradici¨®n. El periodo coincide con una enorme efervescencia cultural -literatura, m¨²sica, filosof¨ªa- que fue bautizada como la Edad de Plata. Eran los a?os de las composiciones musicales de Chaikovski, el teatro de Ch¨¦jov o los primeros versos de Maiakovski.

Aunque Novosilzov asegura que existen puntos de uni¨®n con los artistas catalanes de la ¨¦poca y remarca la admiraci¨®n que los impresionistas rusos sent¨ªan por Fortuny, la influencia esencial proviene de los pintores franceses. Los contactos con Francia se produjeron gracias a las becas que recibieron los artistas rusos premiados en los concursos de pintura y a los cuadros de Manet, Monet o Pisarro que se exhibieron en Rusia con un enorme ¨¦xito.

Novosilzov piensa que el montaje de la exposici¨®n tiene "un aire ¨ªntimo que permite sentir la vibraci¨®n de cada cuadro sin distraerse".

El recorrido de la exposici¨®n se ha realizado partiendo de principios est¨¦ticos, aunque preservando el conjunto de las obras de los pintores representados por m¨¢s de una pintura. En algunos casos, esto permite contemplar la radical transformaci¨®n que han sufrido las obras de estos artistas.

Embajador del mundo

Ivan Karlov, director adjunto del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, brome¨® durante la presentaci¨®n de la muestra con la circunstancia de que, hace dos a?os, cuando empezaron los contactos con la Fundaci¨®n Caixa de Girona para traer la exposici¨®n, ignoraba qu¨¦ tipo de relaciones pod¨ªan establecerse entre una caja de ahorros y un museo.

Ahora, seg¨²n dijo, una caja de ahorros rusa se ha convertido en patrocinadora de su pinacoteca. Karlov destac¨® que la muestra hace realidad el lema de la etapa sovi¨¦tica: "El arte es el embajador del mundo", una m¨¢xima que, seg¨²n el director, hasta hace poco no se ha visto respaldada por actividades reales.

El presidente de la Fundaci¨®n Caixa de Girona, Arcadi Calzada, mostr¨® su convencimiento de que la muestra ser¨¢ visitada por m¨¢s de 100.000 personas. El periodo expositivo coincide con el certamen floral Girona Temps de Flors, un evento que llega a convocar en el casco antiguo de la ciudad a m¨¢s de 300.000 personas entre el 14 y el 22 de mayo.