?Protegidos o espiados?

La sacudida que ha producido en el Ayuntamiento de M¨¢laga el conocimiento de un informe confidencial de la Polic¨ªa Local sobre las actividades p¨²blicas y privadas de una concejal del equipo de gobierno ha generado incertidumbre, desconfianza y muchas inc¨®gnitas entre los miembros de la corporaci¨®n. Hasta el extremo de que incluso se ha llegado a cuestionar la conveniencia de que todos los ediles dispongan de escolta. Esta decisi¨®n fue tomada por acuerdo de todos los grupos pol¨ªticos tras el asesinato de Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn Carpena en julio de 2000, y la retirada requerir¨ªa del mismo consenso.

Ning¨²n grupo pol¨ªtico cuestiona la labor individual de los escoltas, con quien los concejales comparten muchas horas de convivencia diaria. Lo que el informe sobre Rosa Ag¨¹era ha puesto en entredicho es el uso pol¨ªtico que puede llegar a darse a la informaci¨®n de la que dispone la polic¨ªa sobre las actividades de los concejales, qui¨¦n tiene acceso a ella y para qu¨¦ fin.

El informe contiene valoraciones que dejan en mal lugar el trabajo de la edil Rosa Ag¨¹era

Los dos grupos de la oposici¨®n est¨¢n convencidos de que existe esta intencionalidad y culpan de ello al coordinador del ¨¢rea de Seguridad, Carlos Rubio, a quien atribuyen un cierto "af¨¢n controlador" desde su etapa como subdelegado del Gobierno en la provincia.

Rubio asegura que "jam¨¢s" ning¨²n mando ni cargo pol¨ªtico ha encargado un informe como el de Rosa Ag¨¹era, pero reconoce haber tenido acceso a la informaci¨®n que los escoltas suministran a sus jefes sobre los movimientos de los concejales que, en teor¨ªa, ¨²nicamente deben servir para mejorar el servicio de protecci¨®n.

Curiosamente, tras la filtraci¨®n del informe que desat¨® una tormenta pol¨ªtica, ning¨²n miembro del equipo de gobierno dio la cara, y se dej¨® la reacci¨®n en manos de Carlos Rubio, que convoc¨® una conferencia de prensa en la que ci?¨® el problema exclusivamente a la filtraci¨®n de un informe confidencial, algo que consider¨® puede constituir una actuaci¨®n delictiva.

Poco despu¨¦s, el presidente provincial del PP, Joaqu¨ªn Ram¨ªrez, se desmarc¨® y cuestion¨® que se hagan informes sobre la vida privada privada de los concejales. De nuevo se ponen de manifiesto las diferencias internas en el seno del PP.

Rosa Ag¨¹era, concejal del Distrito Centro, pertenece al grupo m¨¢s af¨ªn al presidente provincial, y la direcci¨®n del partido medi¨® para que continuara en su cargo en la ¨²ltima remodelaci¨®n de concejal¨ªas que realiz¨® el alcalde, Francisco de la Torre.

Carlos Rubio, fichado por el alcalde tras su cese como subdelagado del Gobierno, est¨¢ enfrentado a Ram¨ªrez, y sonde¨® las posibilidades de una candidatura alternativa a ¨¦ste en el ¨²ltimo congreso provincial. Cuando se incorpor¨® al Ayuntamiento, Rubio, que es tambi¨¦n coordinador de distritos, llev¨® consigo como director del de centro al que fue su jefe de gabinete en la subdelegaci¨®n, Juan Francisco Guti¨¦rrez, que ha mantenido sonoras discrepancias con la concejal.

Al margen de su convencimiento de que existen informes confidenciales sobre otros concejales, la oposici¨®n est¨¢ convencida de que en el caso del realizado sobre Ag¨¹era hab¨ªa una intenci¨®n de dejar en mal lugar a la edil.

Por ello creen que el informe, elaborado por un cabo de la polic¨ªa con los datos suministrados por el escolta, contiene valoraciones sobre el poco trabajo de la edil. Entre otras cosas se afirma que se demora como norma general entre una hora y media y dos horas, y que tras asistir a misa, a la peluquer¨ªa y a comercios, s¨®lo permanece en el distrito "entre media y una hora". Tambi¨¦n se afirma que "no suele acudir al distrito por las tardes" y que "en los ¨²ltimos tiempos parece ser que acude a los lugares que conoce que el se?or alcalde tiene alg¨²n acto previsto, aunque no le haya avisado para tal efecto".

Seg¨²n el equipo de gobierno, la intencionalidad del informe era poner de manifiesto el descontento del escolta con un horario exigente desde las 8.30 hasta las 00.00 horas "y de forma continuada". Son comentarios que en nada tienen que ver ni con la mejora de la protecci¨®n, ni con la reivindicaci¨®n laboral del escolta y que hacen sospechar a concejales de de la oposici¨®n y del Gobierno que son espiados.