?pico Romero
El central, con una herida en la cabeza, es decisivo de nuevo ante el Ciudad Real y da al Bar?a su s¨¦ptimo t¨ªtulo
Iker Romero pasar¨¢ a la historia del Bar?a por un gesto ¨¦pico que define a los campeones, a los grandes jugadores. Solo ante Hombrados en los siete metros, con la cabeza vendada, domin¨® los nervios, aguant¨® la respiraci¨®n, esper¨® a que el meta alzase su pierna y, con un una rosca invertida preciosa, dio su s¨¦ptima Copa de Europa al Bar?a. Quedaban menos de 30 segundos y en el marcador luc¨ªa un 29-27, justo la renta que el Bar?a necesitaba para coronarse de nuevo, cinco a?os despu¨¦s, como el mejor. Y fue un gesto ¨¦pico no s¨®lo por eso: el central vasco hab¨ªa provocado el penalti; hab¨ªa asumido, por primera vez en todo el partido, la responsabilidad de lanzarlo y, no contento con ello, lo hizo con una rosca que, en los entrenamientos del d¨ªa anterior, hab¨ªa fallado las cuatro veces que la hab¨ªa intentado. Una final tan vibrante, tan disputada, no pod¨ªa tener un colof¨®n m¨¢s emocionante, con el Ciudad Real en inferioridad n¨²merica tras la exclusi¨®n de Prieto y Stefansson en una decisi¨®n no exenta de pol¨¦mica.
BARCELONA 29 - CIUDAD REAL 27
Barcelona: Barrufet; Hern¨¢ndez (2), Nagy (9), Skribic (3), Iker Romero (7, 1p), Fern¨¢ndez (1) y O'Callaghan (2). Tambi¨¦n: Peric; Tom¨¢s (3, 3p), Puig, Dominikovic, Jeppesen (2), Zvizej y Xepkin.
Ciudad Real: Hombrados; Dzomba (4), Stefansson (6, 2p), Dinart, Prieto, Enterr¨ªos (2), Zaky. Tambi¨¦n: Fort; Ur¨ªos (4), Dujshebaev (8), Kallman (3), Pajovic, Jacobsen y Ortega.
?rbitros: Lemme (Alemania) y Ullrich (Alemania). Excluyeron a Dominikovic (2), Tom¨¢s, Puig, Kallman, Prieto y Stefansson, y mostraron la tarjet aroja directa a Pajovic (m. 47).
Marcador cada cinco minutos: 4-2, 6-4, 9-8, 12-10, 16-13, 17-15 (descanso), 19-17, 21-20, 23-25, 26-25, 27-26 y 29-27.
Palau Blaugrana: 8.000 espectadores. El Bar?a, que perdi¨® en la ida por 28-27, campe¨®n.
Porque, como se hab¨ªa anunciado, el Bar?a y el Ciudad Real libraron un duelo de titanes. Con todo por decidir -el conjunto castellano-manchego part¨ªa con un gol de ventaja de la ida: 28-27-, saltaron a la pista dispuestos a dar una lecci¨®n de juego, como corresponde a los dos mejores equipos europeos. La dieron en el ataque en una primera parte en la que ambos rozaron la perfecci¨®n. Si bien estaba el Ciudad Real con el mejor Duishebaev de los ¨²ltimos tiempos -anot¨®, casi siempre desde el exterior, todo cuanto lanz¨®: 6 goles- y un Stefansson inspirad¨ªsimo, tanto o m¨¢s lo estaba el Bar?a, que encontr¨® en Nagy a su mejor ca?onero. El lateral super¨® con facilidad a una defensa que Juan de Dios Rom¨¢n no logr¨® estabilizar durante la primera media hora. Prob¨® primero el 6-0 y no funcion¨®. Cambi¨® despu¨¦s al 5-1 y las cosas no le salieron mucho mejor. Skribic, muy activo en el pivote, habilitaba f¨¢cilmente a la infalible primera l¨ªnea de los azulgrana.
No defend¨ªa el Bar?a mejor, pero logr¨® algo muy importante: anul¨® a Ur¨ªos y Entrerr¨ªos -Nagy le hizo un excelente marcaje-, que no anot¨® su primer gol hasta la segunda parte. As¨ª las cosas, con Barrufet y Hombrados poco efectivos bajo los palos, el encuentro se convirti¨® en un intercambio de goles que, durante la primera parte, favoreci¨® siempre a los pupilos de Xesco Espar. Y, sin embargo, no encontr¨® el Bar?a el plus que le permitiera escaparse en el marcador ni una renta superior a los tres goles (7-4 y 14-11) pese a la efectividad de Jeppesen, que sustituy¨®, en el lateral, a un desacertado Fern¨¢ndez. Espar cambi¨® entonces a Barrufet por Peric y el relevo en la porter¨ªa result¨® determinante. El meta serbio resolvi¨® bien los momentos de inferioridad y, ya en la segunda parte, realiz¨® algunas paradas que compensaron el mal inicio azulgrana en ella.
El Bar?a, que hab¨ªa llegado hasta all¨ª con una renta de dos goles (17-15), perdi¨® los papeles en el ataque y vio c¨®mo el Ciudad Real, muy s¨®lido en la defensa, le com¨ªa el terreno (17-17 y 19-19) hasta superarlo (22-23). Era la primera ventaja manchega en todo el partido y al Bar?a le entr¨® el tembleque. Se precipit¨® en el ataque y Kallman, con sus fulminantes contraataques, oblig¨® a los azulgrana a adelantar su defensa. El encuentro entr¨® en una fase alocada, con Hombrados y Peric m¨¢s acertados, y los dos equipos fall¨¢ndolo casi todo. Pese a ello, el Bar?a, de la mano de Iker Romero y Nagy, se recompuso en el marcador y entr¨® en el ¨²ltimo minuto del lance con 28-27, amenazado de que le pitaran pasivo y con el Palau en pleno fervor. Lleg¨® entonces la pol¨¦mica expulsi¨®n de Stefansson y el momento glorioso para Romero. Provoc¨® el penalti decisivo y ya no fall¨®.
En la despedida de Duishebaev como jugador y de Juan de Dios Rom¨¢n como t¨¦cnico, el Ciudad Real se qued¨® a las puertas de convertirse en el m¨¢s grande de Europa. Reina de nuevo el Bar?a.
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