Casi 700.000 empleos ilegales afloran en la mayor regularizaci¨®n de la historia de Espa?a
Unas 400.000 personas lograr¨¢n permisos por lazos familiares con los que se acogieron al proceso
Dos horas antes de que se cerrara el proceso de normalizaci¨®n de extranjeros, a las diez de la noche de ayer, las oficinas de la Seguridad Social hab¨ªan recogido 691.059 solicitudes de regularizaci¨®n de inmigrantes presentadas por empresarios. Cada una incluye un contrato de trabajo, lo que har¨¢ emerger cerca de 700.000 empleos irregulares que engrosaban la econom¨ªa sumergida. Frente a las colas de semanas anteriores, la ¨²ltima jornada se desarroll¨® con fluidez. El ministro de Trabajo, Jes¨²s Caldera, calcula que unas 400.000 personas lograr¨¢n permiso de residencia gracias a los v¨ªnculos familiares con los regularizados.
"Un ¨¦xito de todos los espa?oles". ?sa fue la expresi¨®n repetida ayer por el ministro de Trabajo, Jes¨²s Caldera, con motivo del cierre del proceso de normalizaci¨®n de extranjeros iniciado el pasado 7 de febrero. A las siete de la tarde eran 681.243 (de ellos 48.849 durante el d¨ªa de ayer, hasta esa hora) los inmigrantes que se hab¨ªan acogido a esta regularizaci¨®n, vinculada al mercado laboral y que buscaba aflorar trabajo irregular.
S¨®lo en Madrid, donde el ministro acudi¨® a varias sedes de la Seguridad Social para asistir a las ¨²ltimas horas del proceso, las oficinas de la Administraci¨®n hab¨ªan admitido a esa hora 10.241 expedientes. Algunas delegaciones del Gobierno permanecieron abiertas hasta medianoche para recoger la documentaci¨®n de los rezagados.
Los cerca de 700.000 empleos rescatados de la econom¨ªa sumergida suponen casi el 90% del total de extranjeros con posibilidades de obtener permiso de residencia y de trabajo, que el Gobierno estim¨® en un primer momento en 800.000 personas. El viernes muchos inmigrantes optaron por dormir al raso para no perder su ¨²ltima oportunidad y su turno en la cola.
A las puertas de las oficinas de la Seguridad Social de Valencia dormitaron centenares de extranjeros para garantizarse un sitio en la fila, pero el sacrificio result¨® innecesario. A las 14.00 horas, apenas una oficina, la m¨¢s peque?a, en el barrio de Ruzafa, la zona que alberga mayor n¨²mero de residentes extranjeros en Valencia, presentaba una cola que los funcionarios esperaban despejar en dos horas como m¨¢ximo.
Casos desesperados
La ¨²ltima jornada del proceso revel¨® la desesperaci¨®n de alg¨²n inmigrante. Un joven subsahariano esgrimi¨® un billete de avi¨®n como ¨²nico documento para avalar su llegada a Espa?a antes del pasado 7 de agosto, fecha l¨ªmite para acogerse a la normalizaci¨®n. Otro, suramericano, aport¨® una carta mecanografiada con membrete de una parroquia de Valencia, pero ni la cortes¨ªa de la redacci¨®n ni la autoridad eclesi¨¢stica fueron tomadas en cuenta por los funcionarios.
S¨®lo la oficina de la localidad de Sagunto, a una veintena de kil¨®metros de la capital, acumulaba alg¨²n retraso a ¨²ltima hora de la ma?ana. "A las cinco de la tarde cerramos los colegios electorales", bromeaba un responsable de la Seguridad Social. Tres funcionarios se dedicaron en exclusiva a atender las 200 solicitudes que present¨® un empresario en las oficinas centrales de Valencia. "Tengo una empresa que provee recolectores de productos agr¨ªcolas", coment¨® el empresario
Situaciones similares se repitieron en otros lugares. En Madrid la jornada se desarroll¨® con normalidad, sin grandes aglomeraciones. Si el d¨ªa anterior los inmigrantes en la oficina situada en la avenida del Mediterr¨¢neo hab¨ªan esperado casi 10 horas para ser atendidos, ayer en algunos momentos apenas hab¨ªa media hora de cola.
Esas dependencias hab¨ªan cerrado el viernes a las nueve de la noche y muchos inmigrantes durmieron en la calle para no perder su turno, ya que no imaginaban que ayer, al atender sin cita previa todas las oficinas, las aglomeraciones fueran mucho menores.
Las oficinas de Almer¨ªa trabajaron un poco a marchas forzadas para atender las ¨²ltimas peticiones. A las puertas de la oficina m¨¢s c¨¦ntrica de la capital almeriense se agolparon a primeras horas unos 3.000 inmigrantes, una cifra que se rebaj¨® conforme avanzaron las horas.
Muchos de ellos hicieron noche en las inmediaciones de esta oficina esperando que, a primera hora, sus "jefes" vinieran a buscarlos para tramitar sus papeles. En muchos casos llegaron, pero en otros la espera fue in¨²til. Tambi¨¦n hubo empresarios que intentaron sin ¨¦xito contratar a su inmigrante.
Fue precisamente en esta oficina donde una ciudadana nigeriana, Sof¨ªa, que lleva tres a?os en Espa?a, entr¨® en el proceso de normalizaci¨®n de la mano de una inmigrante cubana, Silvia, que la contrat¨® para hacer labores de limpieza. Sof¨ªa denunci¨® que su situaci¨®n "ha sido dif¨ªcil". "Algunos jefes me estuvieron mintiendo durante alg¨²n tiempo, no ten¨ªan buena voluntad", se duele. Seg¨²n los datos de la Subdelegaci¨®n del Gobierno en Almer¨ªa, en la provincia se han presentado casi 26.000 solicitudes de normalizaci¨®n.
En Barcelona se celebr¨® a las 19.00 una manifestaci¨®n, en la plaza de Catalu?a, en la que un grupo de inmigrantes pidi¨® al Gobierno una ampliaci¨®n del plazo del proceso de regularizaci¨®n. Pero ni hubo grandes aglomeraciones ni incidente alguno.
"Ha sido una jornada de las m¨¢s tranquilas de estos ¨²ltimos meses", afirm¨® una portavoz de la Delegaci¨®n del Gobierno. Tan s¨®lo hubo colas en las dos oficinas de Barcelona dispuestas para que los inmigrantes regularizasen su situaci¨®n en las ¨²ltimas jornadas.
En la Oficina de la Seguridad Social de Bilbao tambi¨¦n se vivi¨® una jornada tranquila. No m¨¢s de 30 personas esperaban a media ma?ana para presentar su solicitud, mientras una peque?a manifestaci¨®n de SOS Racismo ped¨ªa papeles para todos ante la indiferencia de los presentes y del propio Omer Ok¨¦, director de Inmigraci¨®n del Gobierno vasco, que pidi¨® que se prolongase el proceso.
Con informaci¨®n de Carmen L¨®pez, Patricia Mart¨ªn, Miguel Olivares y Luis Torner.
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