Manifestantes en Amsterdam y Maastricht exigen la salida de Irak
El caos circulatorio registrado en torno a Maastricht, la ciudad del sur de Holanda que ha recibido al presidente Bush, ser¨¢ recordado como un hito por los lugare?os. En un momento de la ma?ana de ayer, los polic¨ªas locales y los automovilistas sufrieron uno de los mayores sofocos de su vida. Nadie sab¨ªa por d¨®nde hab¨ªa que circular. Lo que s¨ª parec¨ªa estar m¨¢s claro era el servicio de seguridad que rodeaba al ilustre visitante. El hotel donde descans¨® la noche del s¨¢bado Bush, Chateau Saint-Gerlach, estaba rodeado por unos tres kil¨®metros de alambradas. A pesar de ello, seis pacifistas consiguieron acercarse a unos 600 metros del establecimiento antes de ser detenidos. Las fuerzas de seguridad aseguraron que nunca hubo peligro, ya que se les vigil¨® en todo momento.
En Amsterdam los manifestantes tuvieron menos problemas. En una marcha colorista y sonora, unas mil personas seg¨²n la polic¨ªa (8.000 para los organizadores) le dijeron el s¨¢bado a Bush que saliera de Irak. Hubo de todo. Holandesas aut¨®ctonas tocadas con un velo asegurando que la presencia de Estados Unidos en Bagdad fomentaba el temor hacia el islam. Holandeses portando una m¨¢scara con el rostro del presidente estadounidense y carteles con calificativos poco amables a la espalda y, en general, j¨®venes de todos los estratos sociales pidiendo una paz concreta e inmediata.
Mientras ellos marchaban por el centro de ciudad, al otro lado de la capital, un p¨²blico diferente aplaud¨ªa entusiasmado a los veteranos canadienses. Subidos a los mismos veh¨ªculos que condujeron hace 60 a?os y tambi¨¦n a pie, atravesaron el puente de Amsterdam por el que entraron para liberarla.
El alcalde, el socialista Job Cohen, les recibi¨® despu¨¦s y se hizo multitud de fotos con unos soldados exhaustos y sonrientes que no perd¨ªan la oportunidad de decir que no eran ellos los h¨¦roes, sino sus compa?eros muertos. En Maastricht, una manifestaci¨®n anti-Bush congreg¨® a unas 200 personas.
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