"Habr¨ªa sido un gal¨¢ctico m¨¢s"
Maradona, de visita en Espa?a, renuncia a ser un ¨ªdolo y elogia a Ronaldinho y Rijkaard
Hubo un tiempo en el que Diego Armando Maradona perdi¨® su nombre y se convirti¨® en El Diego, El pelusa y El pibe de oro, un jugador ¨²nico, el primer icono global. Hoy, m¨¢s de diez a?os despu¨¦s de su ¨²ltimo Mundial, el de Estados Unidos 94, Maradona es un ex futbolista con sobrepeso, drogadicto confeso, que no quiere ser ejemplo de nada: "Si me equivoqu¨¦, no le he hecho da?o a nadie", dijo ayer en Madrid el jugador argentino. "No se me puede echar la culpa de nada por ser un ¨ªdolo, porque los seres humanos tambi¨¦n tienen problemas; los verdaderos ¨ªdolos deben ser pap¨¢ y mam¨¢", argument¨®. Aunque ¨¦l todav¨ªa recuerda al jugador que lider¨® a Argentina en la conquista del Mundial de M¨¦xico 86, aquel centrocampista m¨¢gico que abri¨® una nueva etapa en el f¨²tbol mundial: "Hoy yo hubiera sido un gal¨¢ctico m¨¢s, aunque la comparaci¨®n con los jugadores del Madrid es dif¨ªcil porque yo ya estoy de vuelta", admiti¨® el ex jugador.
Maradona, de 45 a?os, vive ahora la pl¨¢cida vida propia de un ex futbolista de ¨¦xito: hoy est¨¢ en Madrid - "he venido a conocer a Ronaldo, a ver a mi viejo amigo Sacchi y a empaparme del saber y las emociones de Luxemburgo", dijo-, ma?ana en Barcelona - "espero poder ver a Ronaldinho"- y m¨¢s tarde es dif¨ªcil saberlo. Tiene la agenda de viajes repleta: "Ten¨ªa pensado ir a Italia pero no me alcanzan los tiempos; quiero intentar ver la semifinal de Copa entre Osasuna y Atl¨¦tico, luego vuelvo a Buenos Aires, y de all¨ª me llevo a mi hija la grande al Festival de Cannes y a la final de la Champions en Estambul", anunci¨® ante una sala repleta de periodistas, sonriente y con los flashes de las c¨¢maras rebotando contra sus pendientes de brillantes.
Acostumbrado a ser el centro de atenci¨®n, a templar y mandar dentro y fuera del campo de juego - "por favor muchachos, hagamos un poquito de silencio", orden¨® a los periodistas- Maradona habl¨® sin reparos de su imagen de ¨ªdolo ca¨ªdo. "Ahora estoy bien [de su adicci¨®n a la coca¨ªna]. Recuperado, pero no curado; es una lucha constante, que espero ganar a la vida para salir de un t¨²nel del que dicen que no se puede salir". Buscando la luz del otro lado, un nuevo comienzo, el jugador argentino no se siente tentado por la vida del entrenador profesional. "El f¨²tbol profesional, hoy por hoy, no me interesa", explic¨® el futbolista. "Que el Chino Ben¨ªtez [entrenador del Boca, argentino], no se ponga nervioso porque su puesto no lo quiero. Lo que me interesa son las categor¨ªas inferiores", dijo entre risas.
Con el ¨ªdolo escondido tras el cuerpo del ex jugador, Maradona sigue rindiendo homenaje a otro grande, Pel¨¦ -"lo admiro mucho. Si le gan¨¦ en la encuesta para elegir al mejor jugador del mundo es porque vot¨® mi mam¨¢"- y comienza a pensar en qui¨¦n se podr¨ªa unir al grupo de los jugadores que marcaron una ¨¦poca. "Sin lugar a dudas, Ronaldinho es el mejor jugador del mundo. Juega con alegr¨ªa y vistosidad en un f¨²tbol de espacios reducidos", dijo. Sobre qui¨¦n es el mejor entrenador tampoco tiene dudas: "Rijkaard ha estado fant¨¢stico y ha construido un bloque mucho m¨¢s contundente que el del Madrid, con una superfigura [Ronaldinho] y un gran goleador [Eto'o]", explic¨®. "El Bar?a se merece ganar la Liga, aunque no hay que olvidar que s¨®lo por merecimientos no gana nadie. Ser¨¢ un justo ganador y su victoria me har¨¢ feliz", a?adi¨®.
Ocho a?os despu¨¦s de colgar las botas en el Boca Juniors, el club que le catapult¨® al Bar?a y el N¨¢poles, Maradona ha empezado a dejar de hablar como un futbolista. Sabe que su opini¨®n cuenta y se cuida de lanzar dardos en territorio enemigo. "Con mi viejo amigo Sacchi, con el que coincid¨ª en Italia, y con Luxemburgo, al que conoc¨ª en Brasil, el Madrid ganar¨¢ t¨ªtulos. Necesitan tiempo", dijo. "Con jugadores como los que tienen nunca pasar¨¢n una crisis. Seguro que todos ellos quieren ganar", a?adi¨®.
El diez que descubri¨® al mundo la mano de Dios, una jugada imposible ante Inglatera y otras mil m¨¢s de fantas¨ªa, ya no quiere ser un ¨ªdolo, pero tiene que reservar habitaciones en dos hoteles para despistar a periodistas y curiosos. Maradona ya no quiere ser referente de nada, pero ayer, cuando sali¨® de la sala acompa?ado por dos fornidos amigos, estallaron los aplausos y los gritos de "!Viva El Diego!". Lo quiera o no, hay gente que sigue esperando a que vuelva El Pelusa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.