Luz de alerta

La muerte de un joven espa?ol por otro dominicano el pasado d¨ªa 2 en el distrito madrile?o de Villaverde ha desatado brotes de violencia xen¨®foba y el p¨¢nico entre los residentes extranjeros, que representan el 18% de una poblaci¨®n de 144.000 habitantes. La Asamblea de la Comunidad de Madrid repudi¨® ayer los sucesos y pidi¨® m¨¢s recursos para la integraci¨®n social poco antes de que se celebrara una manifestaci¨®n en este barrio del sur de la capital. La presencia policial se ha reforzado y se crear¨¢ una comisar¨ªa de distrito. Son gestos necesarios para calmar los ¨¢nimos, pero ser¨¢n s¨®lo pa?os calientes si no se ponen remedios concretos, no s¨®lo para la integraci¨®n, sino para el desarrollo de ¨¦sta y otras zonas deprimidas del pa¨ªs.

Villaverde es un caso paradigm¨¢tico de los peligros potenciales que acompa?an la llegada de inmigrantes cuando no se acometen pol¨ªticas sociales urgentes de educaci¨®n, sanidad o vivienda. Son pol¨ªticas, de otra parte, que deben beneficiarse por igual tanto oriundos como extranjeros. El distrito tiene una de las rentas per c¨¢pita m¨¢s bajas y una de las tasas de desempleo m¨¢s altas de la regi¨®n madrile?a, los centros educativos est¨¢n al l¨ªmite de su capacidad, escasean las viviendas sociales, la sanidad est¨¢ mal atendida, el metro no llega, la criminalidad no decrece y no abunda la vigilancia policial. Ser¨ªa injusto y absurdo concluir que todos esos males los ha tra¨ªdo la inmigraci¨®n. De esas carencias no pueden ser responsables quienes se ven obligados a abandonar su pa¨ªs en busca de una vida mejor. Evidentemente, el crimen es execrable y su autor tiene que ser castigado. Est¨¢ claro tambi¨¦n que debe aumentar la vigilancia policial para acabar con el matonismo pandillero de algunos adolescentes, sean o no extranjeros, y de las bandas nazis que han emergido por el barrio instando a la caza del inmigrante. Pero eso no basta. "Hay que pasar de la inversi¨®n en el ladrillo a un plan de inversi¨®n social", ha dicho correctamente el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo.

Espa?a est¨¢ viviendo una de las mayores revoluciones demogr¨¢ficas de su historia gracias a la inmigraci¨®n. En s¨ª es un fen¨®meno positivo, pues ayuda al crecimiento econ¨®mico y a una apertura cultural, pero se trata de un enorme reto si no se aplican pol¨ªticas de cohesi¨®n e integraci¨®n. El reci¨¦n concluido proceso de regularizaci¨®n, del que se han beneficiado 700.000 personas, va a suponer mayores ingresos a la Seguridad Social. Justo y coherente con su filosof¨ªa ser¨ªa que un Gobierno socialista como el actual destinara algo de ello a incrementar el raqu¨ªtico Fondo de Integraci¨®n de los Inmigrantes (120 millones de euros), a todas luces insuficiente para propiciar una mejor convivencia y tolerancia.