Tradici¨®n universitaria e innovaci¨®n
Ya lo sabemos; pero el pasado domingo nos lo repite en un excelente y claro art¨ªculo de EL PA?S el profesor de la Universidad de Stanford Nathan Rosenberg, experto en el tema: para competir en nuestro medio y mantener en el futuro nuestro nivel de vida necesitamos urgentemente desarrollar capacidad de innovaci¨®n cient¨ªfica y t¨¦cnica; para ello es necesario poner de verdad al d¨ªa nuestras estructuras de educaci¨®n superior.
La adecuaci¨®n de la Universidad a los tiempos que vivimos es objeto desde hace tiempo de incontables pol¨¦micas, pero las cosas cambian muy despacio, cuando lo hacen. Podr¨ªa pensarse que no disponemos de los profesores, profesionales y t¨¦cnicos con el conocimiento y la capacidad adecuadas para afrontar este problema con ¨¦xito. Pero creo que debe recordarse que, aunque no sean la mayor¨ªa, existe en nuestras universidades y centros de investigaci¨®n un grupo ya nutrido de profesores con excelentes capacidades y un nivel competitivo demostrado.
El meollo de la cuesti¨®n parece estar en otro sitio: nuestra propia tradici¨®n universitaria y sus normas no facilitan los cambios radicales que ser¨ªan precisos. Uno dir¨ªa que el problema esencial es que aquellos que deben encontrar la soluci¨®n y tomar las decisiones oportunas (esencialmente nuestros pol¨ªticos) no consiguen encontrar la manera pol¨ªticamente correcta de hacerlo. S¨®lo deseo que se pongan las pilas y se atrevan; sin duda tienen para ello capacidad y conocimiento sobrado, y si no hubiera tradici¨®n previa y tuvieran que organizarlo de cero con los medios de que disponen, lo har¨ªan muy bien. Quiz¨¢ deban hacerlo como si estuvi¨¦ramos fundando nuestra primera universidad.
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