Christopher Bruce se inspira en la m¨²sica de Jimi Hendrix para su nueva coreograf¨ªa

La compa?¨ªa del Royal Ballet de Londres populariza su repertorio con una nueva coreograf¨ªa de Christopher Bruce inspirada en versiones de Jimi Hendrix grabadas por el violinista Nigel Kennedy. Titulada Tres canciones, dos voces, la pieza avanza entre d¨²os y bailes de sal¨®n combinando el clasicismo t¨¦cnico con la libertad de movimiento propia de la danza contempor¨¢nea. "Es una celebraci¨®n y homenaje a dos grandes m¨²sicos", afirmaba Bruce en v¨ªsperas de su estreno, anoche, en el Covent Garden. La espa?ola Tamara Rojo es una de las artistas principales.

El core¨®grafo brit¨¢nico Christopher Bruce condujo ayer el Royal Ballet por un terreno poco frecuentado por la prestigiosa compa?¨ªa con su pieza Tres canciones, dos voces, creada con m¨²sica de Jimi Hendrix. Con un reparto de 18 bailarines, incluidas tres artistas principales, Tamara Rojo, Zenaida Yanowsky y Deirdre Chapman, el anterior director de la Rambert Dance Company puso movimiento a tres canciones del m¨ªtico guitarrista: Third stone from the sun, Little wing y Fire. "He creado una pieza bastante cl¨¢sica, un ballet casi rom¨¢ntico en algunos aspectos, pero con una ra¨ªz de movimientos en la danza contempor¨¢nea", explica durante el ensayo general.

Hendrix aporta la fuente primaria de inspiraci¨®n de su nuevo trabajo, aunque la coreograf¨ªa se asienta en las versiones grabadas por el violinista Nigel Kennedy en 1999. "Quer¨ªa hacer algo inusual en mi primer encargo para la Royal Ballet. Con sus arreglos e improvisaciones de la m¨²sica de Hendrix, Nigel ha compuesto una partitura maravillosa. Es una m¨²sica que invita a bailar en cuanto la escuchas y yo, desde luego, veo movimiento en la misma", dice el core¨®grafo.

Bruce se deja guiar por los temas originales y la turbulenta biograf¨ªa de su autor al coreografiar sobre las versiones de Kennedy. "Little wing, en particular, es una canci¨®n en la que siento la influencia que tuvo en Hendrix su madre. Pienso que dedic¨® el tema a su madre, quien le abandon¨® de beb¨¦ en b¨²squeda de libertad. A sus padres les encantaba bailar y sol¨ªan participar en bailes sociales. Ambos aspectos me proporcionaron el gancho para estructurar la pieza".

"Pero no es un trabajo narrativo. Nadie interpreta personajes concretos. La esencia est¨¢ en la imagen de libertad, de vuelo, de amor por una mujer. Hendrix siempre hablaba de preservar la libertad y yo utilizo esta frase como met¨¢fora", advierte el core¨®grafo. Quiz¨¢ le ha ayudado a preservar la distancia con el gran guitarrista de los sesenta un contratiempo de ¨²ltima hora. Bruce contaba con Carlos Acosta para unirse a su deb¨² en el Covent Garden, pero conflictos de agenda obligaron al bailar¨ªn cubano a retirarse del proyecto londinense. "El p¨²blico hubiera visto a Jimi Hendrix en la figura de Carlos y eso hubiera acarreado problemas. Me he dejado influir por lo que conozco de Hendrix, pero de una forma impl¨ªcita".

Con d¨²os de las tres bailarinas principales m¨¢s una serie de escenas conjuntas recreando "bailes sociales", Bruce traza una pieza de rica soltura. "Fue duro para todos. Me hubiera gustado tener m¨¢s tiempo para experimentar, pero sent¨ª la presi¨®n por concluir la coreograf¨ªa. Los bailarines tuvieron que aprender a moverse de una forma completamente distinta a la que est¨¢n acostumbrados. Intent¨¦ combinar su estupenda t¨¦cnica cl¨¢sica con una base contempor¨¢nea".

Dominante y combativa

Christopher Bruce se deja influir por los artistas con los que crea una obra y, en este caso, por el estilo distintivo de sus "tres gracias", como llama cari?osamente a las tres bailarinas principales. "Son fundamentales en la pieza y cada una aporta cualidades personales a las mujeres que interpretan". "Tamara", dice sobre la estrella espa?ola de la Royal Ballet, "es bastante dominante, combativa. En sus d¨²os parece como una gata luchando o como una mujer con problemas en su relaci¨®n. Es una escena muy dram¨¢tica, como una especie de tango", sonr¨ªe.

Tres canciones, dos voces abrir¨¢ el Covent Garden a un p¨²blico que rara vez acude a la reputadamente elitista instituci¨®n nacional brit¨¢nica de ¨®pera y ballet cl¨¢sico. "No hay nada novedoso en montar coreograf¨ªas con m¨²sica popular. Compa?¨ªas cl¨¢sicas han bailado Rooster, una pieza que cre¨¦ con m¨²sica de los Rolling Stones, y trabajos de otros core¨®grafos. Es positivo ampliar audiencias. Para asegurarse un p¨²blico hay que ganarse a los j¨®venes y confiar en que se mantendr¨¢n leales para el resto de sus vidas", defiende Bruce.