Mayte Mart¨ªn y Bel¨¦n Maya llenan de dulzura y buen gusto el Festival de Tokio
La gala con El G¨¹ito, Carmen Cort¨¦s y Merche Esmeralda cierra hoy el ciclo flamenco
El flamenco femenino ha llegado plet¨®rico al siglo XXI. El flamenco catal¨¢n, tambi¨¦n. Feministas y perif¨¦ricos han ocupado su lugar en el mundo del tomaquetoma. El flamenco gay tampoco se ha quedado a la zaga y ha salido del armario. Sin presumir de ninguna de esas tres cosas, pero luchando en silencio por todas ellas, Mayte Mart¨ªn se ha convertido en una figura principal del cante, y Bel¨¦n Maya, en una bailaora de mucho prestigio. Las dos triunfaron anoche en el I Festival Flamenco de Tokio.
En las alegr¨ªas, la bailaora hace un despliegue de talento y versatilidad
Mart¨ªn y Maya, amigas y c¨®mplices en la vida y el arte, salieron a escena sin esconder sus cartas, con la casta por bandera. La cantaora, de pie, dici¨¦ndole por sole¨¢ a la bailaora que, aunque se disfrazara de terciopelo, la conocer¨ªa por el pelo. Las dos muy juntas, coqueteando con gracia, sin que nadie se escandalice. Enti¨¦ndase: Bel¨¦n Maya, rodeando con la bata de cola a Mayte Mart¨ªn, enzarz¨¢ndose en ella, y Mayte cantando cada vez mejor entreg¨¢ndole el alma. Daba gusto verlas y o¨ªrlas. La voz de Mart¨ªn, a punto de romperse de dulzura; los quiebros de Maya, llenos de sensualidad provocadora.
Flamenco de c¨¢mara se llama el espect¨¢culo y es un recorrido sutil y delicado por las columnas vertebrales del arte de la Ni?a de los Peines y Carmen Amaya. Mart¨ªn trae letras espl¨¦ndidas, una dicci¨®n impecable y una voz prodigiosa para reinventar los cantes antiguos de Marchena, Vallejo, El Gallina, Valderrama, ecos del flamenco m¨¢s dulce y exquisito de la historia. Arte grande dicho con esmero y sentido muy dentro: la vidalita, la guajira y el garrot¨ªn, uno tras otro dejaron su sello de cantaora que hace da?o. Fue mejor la guajira, quiz¨¢, pero todo lo cant¨® a un nivel extraordinario acompa?ada por la guitarra de seda de Juan Ram¨®n Caro.
La valent¨ªa de salir cantando en fr¨ªo por sole¨¢ iguala el coraje de Maya para entrar en escena con la bata de cola y ese precioso traje blanco. La primera escena pone el list¨®n del espect¨¢culo muy alto, pero a base de sugerencias en canto, seducci¨®n latente y sobre todo estupendo flamenco hecho con sentimiento y cabeza, mantiene en esas alturas la calidad durante los 80 minutos.
Dise?ado como un cl¨ªmax intenso que va creciendo poco a poco, Flamenco de c¨¢mara viaja despu¨¦s hacia un tono m¨¢s cl¨¢sico: unos tientos antiguos que Mayte canta arrastrando los tercios y Bel¨¦n baila de manera m¨¢s contempor¨¢nea y conceptual. La farruca instrumental del otro fen¨®meno de la guitarra catalana, Jos¨¦ Luis Mont¨®n, es otro regalo que antecede a las alegr¨ªas, el terreno favorito de la hija neoyorquina de Mario Maya y Carmen Mora.
En las alegr¨ªas, la bailaora hace un verdadero despliegue de talento, versatilidad, hondura contenta y pellizcona: con otra bata de cola de espectacular amarillo espa?olazo, Maya borda una creaci¨®n cl¨¢sica personal que, recordando a las grandes sin tiempo, no se parece a la de ninguna otra. Ayuda mucho en el fant¨¢stico resultado final el cante de tablao de su pareja. A Mart¨ªn se la ve disfrutar y paladear cada letra.
La gente acudi¨® en masa a ver el espect¨¢culo. Entre el p¨²blico hab¨ªa m¨¢s hombres que otros d¨ªas, y eso se not¨® en que se oyeron m¨¢s toses. Por lo dem¨¢s, el Tokio International Forum sigui¨® entregado al espect¨¢culo, ri¨® con la vis c¨®mica de Mayte Mart¨ªn en el fin de fiesta por buler¨ªas, goz¨® con su cupl¨¦ por Le¨®n y Quiroga ("Ten cuidao, no ves que miente m¨¢s que parpadea"), aplaudi¨® como loco las pataditas de las dos palmeras (Sara Barrero y Susana Medina), celebr¨® el exotismo de la violinista Farran James, vitore¨® a los guitarristas y sac¨® a hombros, figuradamente, a las dos estrellas.
La sensaci¨®n de amplitud de miras, de elegancia y ambici¨®n que dej¨® Flamenco de c¨¢mara despej¨® bastante el nublado panorama del d¨ªa anterior. El Nuevo Ballet Espa?ol present¨® su espect¨¢culo Flamenco directo, un montaje modernuqui y tan lleno de energ¨ªa como confuso en el planteamiento: m¨²sica arabizante, zapatazos por doquier, buler¨ªas sin cesar, cante poco inspirado, solos demasiado largos... Carlos Rodr¨ªguez y ?ngel Rojas son buenos bailaores y bailarines, gente inquieta y con afici¨®n, empuje y premios, pero esta vez todo pareci¨® rendir por debajo de lo esperado.
Esta noche el festival, organizado por el Pabell¨®n Espa?ol de la Expo Universal de Aichi 2005, se clausura en Tokio con una gala que reunir¨¢ a distintas generaciones del mejor baile flamenco. El G¨¹ito, Merche Esmeralda, Carmen Cort¨¦s, Rafaela Carrasco, Roc¨ªo Molina y el citado Rodr¨ªguez, con el guitarrista Gerardo N¨²?ez como artista invitado, cerrar¨¢n este I Festival Flamenco antes de visitar el recinto de la Expo. Ayer, como despedida, muchos de ellos visitaron el tablao local El Flamenco, un sexto piso en un moderno edificio que remeda al Corral de la Morer¨ªa con todos sus av¨ªos. All¨ª est¨¢ bailando El Toleo desde febrero a julio, y los colegas y su peque?a corte de periodistas se acercaron a aplaudir su baile serio e inequ¨ªvocamente gitano. Un centenar de aficionados japoneses segu¨ªan dejando alta la bandera flamenca del Sol Naciente.
Babelia
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