Sorolla estudia la luz en el Retiro

Una treintena de obras y estudios, de trasunto castellano, del pintor levantino afincado en Madrid Joaqu¨ªn Sorolla (1863-1923) permanecen hasta el 28 de mayo abiertas a la contemplaci¨®n del p¨²blico en la Casa de Vacas del parque del Retiro. Sus fondos proceden del Museo Sorolla, situado en la calle de Mart¨ªnez Campos. La exposici¨®n tiene como referencia la Visi¨®n de Espa?a, encomendada al artista por su entusiasta admirador el hispanista Archer Huntington, art¨ªfice de la Hispanic Society, para decorar su sede neoyorquina.

Las series fueron concebidas para ilustrar una gran secuencia de 15 metros de longitud por 2,45 de altura, de la cual, desafortunadamente, no hay referencia visual en la exposici¨®n. Consist¨ªa en frisos con escenas y personajes de las principales regiones espa?olas, a excepci¨®n de Murcia y Cantabria, las cuales el pintor no lleg¨® a integrar. Y ello pese a trabajar en esta magna pieza -con viajes previos a cada rinc¨®n del pa¨ªs- que resulta ser expresi¨®n de la pluralidad etnogr¨¢fica espa?ola, sobre la que se aplic¨® con toda su energ¨ªa desde que le fuera encargada en 1911 hasta la v¨ªspera misma de la enfermedad que, en 1920, causar¨ªa su muerte tres a?os despu¨¦s en la madrile?a localidad de Cercedilla.

De trasunto castellano, los lienzos son parte de una serie para la Hispanic Society

Quien acuda a la exposici¨®n con la idea de fascinarse en la completud de los lienzos del artista valenciano puede salir de la Casa de Vacas con cierta dosis de decepci¨®n: no es dif¨ªcil hallar un lienzo en el que el remate de un edificio monumental, como es el caso del monasterio de San Juan de los Reyes, en Toledo, se vea cortado materialmente por el perfil de su propio marco; cabe descubrir, incluso en un primer plano, la silueta -bocetada apenas- de un observador encaramado en lo alto de una sierra bellamente pintada o bien secuencias de rostros perfilados alrededor de grupos ya resueltos, como en Madrile?as.

La enjundia de esta exposici¨®n consiste en revelar que, cuando de un pintor distinguido por el talento se trata, ya desde sus mismos bocetos la cantidad de oficio que sus pinceles filtran en cada apunte o pincelada genera una cualidad evidente que, de partida, ya es arte. Es el caso de Sorolla, que aun habiendo abandonado el prometedor sesgo social de sus primeros pasos y huir luego del impresionismo que despuntaba en la Francia coet¨¢nea -decisiones ambas de hondo calado y riesgo-, y pese a las poderosas tendencias hacia un costumbrismo est¨¢tico a las que cualquier otro pintor en su circunstancia se hubiera visto guiado, supo crearse un estilo de hacer pintura basado, como apunta el profesor Juan Antonio Ram¨ªrez, en su percepci¨®n de lo irrepetible del momento luminoso; en la singular p¨¢tina de actualidad que desde su pincel se transforma en arte.

Esta suerte de instantane¨ªsmo lleva a Sorolla a plasmar la realidad tal como se ve, no como cabr¨ªa interpretarla tras aplicarle la mirada.

El talento creador de Sorolla restalla en una tormenta sobre el Guadarrama, en puentes de ?vila y Segovia, un arco iris sobre El Pardo y, remarcablemente, en un lienzo del Pinar de Valsa¨ªn, donde apenas unos haces sueltos de luz naranja, que lamen los troncos de los ¨¢rboles, sirven al artista para crear un ambiente de fresca intimidad gozosa en torno al agua de una poza de heladoras aguas.

En muchas de las obras expuestas, pese a su incompletud, la sabidur¨ªa del pintor aflora y consigue que la combinaci¨®n de luz y colorido, lejos de difuminar los perfiles, trace la l¨ªnea del dibujo fortific¨¢ndose as¨ª los tres componentes m¨¢gicos de su arte.

Sorolla y Castilla. Fondos del Museo Sorolla. Centro Cultural Casa de Vacas. Parque del Retiro. Horario: de lunes a domingo, de 11.00 a 20.30. Entrada gratuita.