El teatro romano del Rin
Augusta Raurica, restos del imperio en tierras suizas
En Gaeta, ante el Mediterr¨¢neo, en el sur de Italia, se halla el mausoleo del general romano Lucius Munatius Plancus. En el epitafio se dice que este lugarteniente de C¨¦sar fue el fundador de Lugudunum (Ly¨®n) y Raurica. La gente conocen bien la gran ciudad francesa de Ly¨®n... ?pero d¨®nde estaba Raurica?
A 11 kil¨®metros de la ciudad suiza de Basilea, en medio de casas de baja altura dispersas entre prader¨ªas, unos carteles despiertan la curiosidad: all¨ª est¨¢n las ruinas romanas de Augusta Raurica. Una larga serie de restos constructivos, entre ellos los de un gran teatro para 8.000 personas, emerge del terreno cerca de la orilla del Rin. Es lo que queda de aquella ciudad de dram¨¢tico destino.
Lucius Munatius Plancus debi¨® fundar Raurica en el verano del a?o 44 antes de Cristo, aunque no se sabe si en esta misma ubicaci¨®n, ya que existen datos de una refundaci¨®n en tiempos de Augusto, con el nombre de Augusta Emerita Raurica. Se dice que en el siglo II Augusta Raurica era una excelente urbe, de unos 20.000 habitantes, dedicada al comercio y actividades artesanales; un centro de importantes edificios p¨²blicos, destruido un siglo despu¨¦s por los alamanes. M¨¢s tarde, a principios del siglo IV, se levant¨® muy cerca, junto al r¨ªo, un magn¨ªfico castro, el actual Kaiseraugst, que sobrevivi¨® como poblaci¨®n durante toda la Edad Media, mientras que Augusta, derruida, quedaba cubierta por la maleza.
En el siglo XVI, los inquietos humanistas de Basilea iniciaron las excavaciones. En el XIX se reanudaron las mismas... hasta ahora, cuando avanzan a la par las investigaciones y una reconstrucci¨®n un tanto artificiosa.
En el territorio de Augusta destaca, como primer edificio, el teatro, un gran recinto con capacidad para unos 8.000 espectadores, que aprovecha una vaguada natural. M¨¢s al este estaba el Foro, centro administrativo y social de la urbe, con la Curia, la Bas¨ªlica y el templo de J¨²piter. Poco queda. Debajo de los restos de la Curia hay una cueva en la que se guardar¨ªa el tesoro de Augusta Raurica. Ahora se exponen all¨ª diversos mosaicos, la mayor¨ªa provenientes de una lujosa casa nobiliaria o palatium. Al oeste de la Curia se alzaba un templo dedicado al culto al emperador. Ahora se ha hecho una construcci¨®n que lo recuerda. Al oeste del teatro se halla una colina donde estaba el templo de Sch?nb¨¹hl. Perdura ¨²nicamente el podio que lo sosten¨ªa, una estructura similar a la de otros templos cuadrados de la zona galorromana.
El Museo Romano de Augusta Raurica conserva una selecci¨®n de piezas encontradas en las excavaciones. Como el Tesoro de Plata, una colecci¨®n de un alto oficial romano, con magn¨ªficas piezas: monedas, cuberter¨ªas, medallas, platos, bandejas, copas... En total, 58 kilos de plata y una muestra de las riquezas y habilidades art¨ªsticas de la ¨¦poca. Esparcidas por la geograf¨ªa urbana de Augusta, en medio de las prader¨ªas, aparecen otras muestras de lo que anta?o fue la ciudad: canalizaciones, alcantarillas, fuentes, ba?os... Pero tambi¨¦n hay otra serie de puntos explicativos: la Casa Romana es una reproducci¨®n colorista de los hogares romanos que anta?o pudo haber en Augusta.
Destruida la ciudad de Augusta Raurica, a menos de un kil¨®metro al norte se cre¨® a principios del siglo IV el castro de Augusto, Kaiseraugst. A¨²n se pueden ver restos de las murallas en diversos puntos del actual Kaiseraugst. En el interior del recinto fortificado hubo una iglesia paleocristiana, y a orillas del Rin, restos de unas termas.
GU?A PR?CTICA
Informaci¨®n- Para ir desde Basilea a Augusta hay que tomar la autopista hacia Berna y a los pocos kil¨®metros ya aparecen las indicaciones. Tambi¨¦n se puede ir en tren y barco, en ambos casos parada Kaiseraugst. - Augusta Raurica (00 41 61 268 68 32; www.augustaraurica.ch). La mayor¨ªa de los vestigios se pueden visitar gratuitamente. La entrada al museo y Casa Romana, cuesta 4,52.Oficina de turismo de Basilea(00 41 61 268 68 32; www.baseltourismus.ch). - www.kaiseraugst.ch.
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