Un hotel de cinco biberones
El hospital Puerta del Mar, de C¨¢diz, oferta estancias a las madres cuyos beb¨¦s siguen ingresados
Chari duerme desde hace casi 15 noches en la habitaci¨®n 412 del Hospital Puerta del Mar de C¨¢diz. Pero su mente est¨¢ siempre en la planta de abajo, en el servicio de neonatolog¨ªa, donde su hijo Carlitos, que no ha cumplido un mes, se bate, en su primera pelea, con una enfermedad en el es¨®fago. Ella ya tiene el alta pero sigue en el centro sanitario. No est¨¢ ingresada. Est¨¢ alojada en el denominado hotel de madres, un servicio que permite a mujeres que acaban de dar a la luz, como Chari, seguir residiendo cerca de sus beb¨¦s, a los que todav¨ªa les queda tratamientos m¨¦dicos que recibir.
La habitaci¨®n 412 se encuentra en la cuarta planta, en el ¨¢rea de tocolog¨ªa. Es diferente al resto. No tiene las paredes pintadas de azul sino de rosa pastel. No hay camillas, sino camas, con sus cabeceras de madera, sus colchas y sus mesas de noche. En una esquina, hay una mesa redonda y sus sillas y tres cuadros con paisajes. Se diferencia tambi¨¦n porque en la puerta no hay un n¨²mero sino un cartel donde se lee: Hotel de madres.
Las clientas del hotel tienen sus derechos, pero tambi¨¦n ciertas obligaciones
El servicio se cre¨® para atender la demanda de las madres de los reci¨¦n nacidos
Este servicio se cre¨® en el Puerta del Mar con el objetivo de atender una demanda. Muchos reci¨¦n nacidos deben permanecer ingresados m¨¢s tiempo que sus madres. Ellas, sobre todo, si residen fuera de la capital gaditana, necesitan buscar alojamiento cerca del hospital para poder seguir alimentado a sus hijos, quienes requieren tomas de leche cada tres horas. De esa necesidad, surgi¨® la idea de poner en marcha dentro del propio centro sanitario una habitaci¨®n, donde las mujeres, a¨²n dadas de alta, puedan dormir y pasar el d¨ªa sin alejarse de sus peque?os.
El embarazo y el parto de Chari Hern¨¢ndez, de 33 a?os, fueron perfectos. Fue sin anestesia y tan bien le fue que, incluso, recomienda esta forma de dar a luz al resto de madres. Los problemas vinieron nada m¨¢s nacer Carlitos, su primer hijo.
Los m¨¦dicos le detectaron una dolencia en el es¨®fago, que lo mantiene en una incubadora, a la espera de ser sometido a una intervenci¨®n quir¨²rgica. "Es complicada pero me han dicho que saldr¨¢ todo bien", explica la madre.
Chari vive en Jerez y no tiene a nadie en C¨¢diz con quien quedarse. De forma que, cuando le ofrecieron poder alojarse en el hotel de madres, no lo dud¨®. "Vivir aqu¨ª es un lujo. Puedo estar cerca de mi hijo y tambi¨¦n puedo salir cuando quiera", afirma. Planifica sus compras y sus paseos con el horario marcado con regresos obligatorios cada tres horas, cuando debe extraerse la leche con la que alimentar a su beb¨¦.
El hotel se ofrece a la madres que acaban de dar a luz y son dadas de alta pero cuyos hijos van a seguir ingresados. Se les entrega una hoja de solicitud, en la que deben confirmar que van a alimentar con leche materna a sus peque?os y que la distancia con su domicilio les imposibilitar¨ªa llegar a todas las tomas. La selecci¨®n se realiza siguiendo criterios geogr¨¢ficos y econ¨®micos.
Las clientas del hotel tienen sus derechos: cuentan con una ducha, pensi¨®n completa, limpieza de la habitaci¨®n, ropa de cama, disfrute de los servicios del hospital y una tarjeta identificativa para poder entrar y salir del centro sin problemas. Pero tambi¨¦n tienen que cumplir con ciertas obligaciones. Entre ellas, no interferir en el trabajo de los profesionales sanitarios y asistir puntualmente a todas las tomas para sus beb¨¦s.
El hotel es, de momento, una sola habitaci¨®n con dos camas. Y cuelga cada d¨ªa el cartel de completo. "No hay un d¨ªa en que est¨¦ vac¨ªo", asegura la supervisora de tocolog¨ªa, Ana Mar¨ªa Mateos. "Se nos ha quedado peque?o", a?ade.
Ocurre lo mismo que en el servicio de neonatolog¨ªa, donde la sala de lactancia, que se dise?¨® para unas ocho madres, ahora est¨¢ atiborrada de sillas pegadas la una a la otra. "Aqu¨ª nacen muchos ni?os. La semana pasada tuvimos hasta cuatro partos con gemelos. As¨ª que tuvimos que atender a cuatros madres y ocho ni?os", asegur¨® una enfermera, quien mantiene que el hotel de madres deber¨ªa ser como El Caleta, uno de los principales establecimientos hoteleros de la ciudad, para poder atender convenientemente la demanda existente.
Chari lleva casi 15 d¨ªas en el hotel y ya ha visto pasar a tres compa?eras de habitaci¨®n. El pasado viernes aguardaba conocer a una nueva. Los m¨¦dicos le han pronosticado que tendr¨¢ que esperar, al menos, hasta finales de mayo para poder irse a su casa.
De momento, Chari no ha podido coger a su hijo en brazos. Le ha tenido que transmitir su cari?o y una forzada tranquilidad a trav¨¦s de caricias plastificadas en la incubadora. Define el hotel como "un lujo" aunque est¨¢ deseando marcharse a casa. Porque hacer las maletas significar¨ªa que Carlitos se ha curado.
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