El CAAM expone la animaci¨®n digital
Las piezas de ocho artistas internacionales se ver¨¢n en oto?o en el Museo Reina Sof¨ªa
El Centro Atl¨¢ntico de Arte Moderno (CAAM), de Las Palmas de Gran Canaria, acoge ocho retrospectivas de otros tantos artistas de la animaci¨®n, desde el dibujo y la plastilina hasta el 3D, en una muestra pionera en Espa?a, que viajar¨¢ en oto?o al Museo Reina Sof¨ªa, de Madrid.
La exposici¨®n Sesiones animadas re¨²ne los trabajos m¨¢s representativos de creadores treinta?eros como los espa?oles Manu Arregui y Jordi Moragues, adem¨¢s de Magnus Wallin, Karen Yasinsky, Liane Lang, Joshua Mosley, Feng Mengbo y el colectivo japon¨¦s Kyupi Kyupi.
"El v¨ªdeo de animaci¨®n es una tendencia de ahora mismo, en un mundo donde basta con visitar cualquier muestra para percibir que hay m¨¢s pantallas que cuadros", explica el comisario de la muestra, el cr¨ªtico de arte Juan Antonio ?lvarez Reyes. "Todos estos artistas han nacido bajo la influencia de los dibujos animados, los videoclips y los videojuegos y es en este momento cuando surge la animaci¨®n como arte".
A?ade que los centros y museos recuperan con retraso la animaci¨®n, como ocurri¨® con la fotograf¨ªa. "La pintura atraviesa un cierto agotamiento y estamos en un mundo visual en movimiento".
La videocreaci¨®n ha destapado dos fen¨®menos simult¨¢neos en los ¨²ltimos a?os, en opini¨®n de este comisario: el documental-denuncia, como las producciones de Michael Moore o el filme de H¨¦ctor Herera One Dollar sobre los suburbios de Panam¨¢ e, imponi¨¦ndose, la animaci¨®n, con sus mundos paralelos que "dan vida a lo imposible".
Los trabajos en 3D del sueco Magnus Wallin destacan por su iron¨ªa, crueldad y escepticismo, con una est¨¦tica cercana a la de los videojuegos, donde prima el mensaje de que "con una visi¨®n muy pesimista de la condici¨®n humana". La norteamericana Karen Yasinskyk utiliza m¨²sica y sonidos para reforzar el car¨¢cter dram¨¢tico de sus historias elaboradas artesanalmente fotograma a fotograma. En Espa?a, Jordi Moragues aprovecha una est¨¦tica infantil para trufarla de sentido cr¨ªtico e iron¨ªa, mientras Manu Arregui, autor de trabajos para Dinarama, presenta personajes animados aislados en historias cuyos impactantes desenlaces no dejan al espectador indiferente. La alemana Liane Lang, del grupo de cerebros j¨®venes de Satchi, presume de sus performances sin performers o actores y "enfr¨ªa el deseo" con aventuras morbosas con figuras de plastilina, una t¨¦cnica que tambi¨¦n utiliza Joshua Mosley (de Estados Unidos) para contar historias l¨ªricas sobre el amor, la fe, la vida y la muerte. Sesiones animadas incluye trabajos del chino Feng Mangbo, quien se reconoce impotente para dar respuesta a tanta violencia, y de los cuatro japoneses del colectivo Kyupi Kyupi, sumergidos en un mundo loco que recuerda a los cabar¨¦s o, incluso, a la est¨¦tica Almod¨®var.
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