La inversi¨®n en tecnolog¨ªas crece a un ritmo anual del 2%
La falta de formaci¨®n en el empleo impide un desarrollo superior
Las nuevas tecnolog¨ªas ganan cada vez m¨¢s peso en la inversi¨®n de la econom¨ªa, con una creciente contribuci¨®n a la productividad. Espa?a lleva a?os invirtiendo en nuevas tecnolog¨ªas a un ritmo m¨¢s elevado que muchos de sus socios de la OCDE, que aglutina a las 30 econom¨ªas m¨¢s desarrolladas del planeta. Entre 1995 y 2002, la participaci¨®n del capital destinado a las tecnolog¨ªas en la productividad aument¨® a un ritmo medio anual del 1,93%, por encima de pa¨ªses tan pr¨®speros como Alemania, Francia, Finlandia e incluso Jap¨®n. Pese a todo, el rendimiento de la tecnolog¨ªa no ha calado en el proceso productivo espa?ol.
El problema reside en el bajo aprovechamiento que se realiza de esa inversi¨®n debido a las carencias formativasde los trabajadores. "Estamos en el furg¨®n de cola en el aprendizaje. Esto explica por qu¨¦ los n¨®rdicos est¨¢n muy por delante", argumenta Matilde Mas, profesora de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Valencia. Mas, junto con los catedr¨¢ticos Francisco P¨¦rez y Enrique Uriel, ha elaborado un estudio de la Fundaci¨®n BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas sobre la contribuci¨®n del capital a la productividad de la econom¨ªa.
Aprovechar mejor los flujos tecnol¨®gicos requerir¨ªa perfeccionar la formaci¨®n de los trabajadores para que fuesen capaces de obtener un rendimiento similar al de sus vecinos europeos y estadounidenses. Esa formaci¨®n deber¨ªa realizarse tanto en las escuelas como en las empresas, a juicio de los autores del estudio. "En Espa?a se invierte en nuevas tecnolog¨ªas al nivel que en Estados Unidos. Pero nuestro aprendizaje de las m¨¢quinas es m¨¢s bajo", sentencia Matilde Mas. De todo el capital invertido en una actividad econ¨®mica, el destinado a equipos inform¨¢ticos, programas o comunicaciones figura entre los que m¨¢s productividad generan, seg¨²n el estudio. Conscientes de esta realidad, las empresas se orientan cada vez m¨¢s a esos productos, aunque de forma a¨²n poco satisfactoria.
Las actividades econ¨®micas que con m¨¢s fuerza se suman a esta tendencia son los servicios financieros, las actividades de dise?o, publicidad e implantaci¨®n de nuevos procesos de producci¨®n a las empresas, as¨ª como las relacionadas con la innovaci¨®n y el desarrollo tecnol¨®gico. Tambi¨¦n la distribuci¨®n comercial empieza a incorporar las mejoras tecnol¨®gicas. En este aspecto, sin embargo, las diferencias con Estados Unidos son abismales.
M¨¢s all¨¢ de las mejoras en este terreno, el aspecto en el que Espa?a supera con creces casi al conjunto de la OCDE es la aportaci¨®n que realiza la construcci¨®n al crecimiento, con un avance medio anual del 1,74% entre 1995 y 2002. De los 30 pa¨ªses que componen este grupo, s¨®lo Irlanda y Portugal superan a Espa?a en este terreno. Y es que los elevados precios de la vivienda en los ¨²ltimos a?os han determinado que el capital que las empresas han de destinar para adquirir los mismos activos absorba mucha mayor inversi¨®n que antes.
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