ETA hace estallar sin previo aviso cuatro potentes artefactos en empresas de Guip¨²zcoa
Confebask lamenta que los atentados "ensombrezcan las esperanzas en el fin de la violencia"
ETA se hizo presente en pleno debate sobre un hipot¨¦tico di¨¢logo al atacar, en la madrugada de ayer, con artefactos explosivos a cuatro empresas guipuzcoanas en el intervalo de una hora, y sin aviso previo. Las explosiones causaron tres heridos leves y da?os materiales cuantiosos. Los expertos relacionan las bombas con la extorsi¨®n econ¨®mica que habitualmente practica la banda contra empresas y profesionales a los que persigue peri¨®dicamente exigiendo el pago del impuesto revolucionario. Confebask se lament¨® de que estos atentados "ensombrezcan las esperanzas en el fin de la violencia".
Los artefactos ten¨ªan temporizadores y estaban compuestos por kilo y medio de explosivo, presumiblemente cloratita, seg¨²n los primeros an¨¢lisis de los expertos de la Ertzaintza.
La cadena sucesiva de explosiones se inici¨® a las tres de la ma?ana en la compa?¨ªa Eun situada en el barrio Salvatore de Beasain, en la comarca del Gohierri, que produjo importantes da?os materiales en los accesos al inmueble.
La deflagraci¨®n m¨¢s importante se produjo 40 minutos m¨¢s tarde, en la empresa F¨¦lix Gabilondo de Bergara, en la comarca del Alto Deba. Afect¨® a un dep¨®sito de ¨¢cido corrosivo que comenz¨® a arder y produjo una nube t¨®xica. El humo caus¨® lesiones leves a dos ertzainas y el vigilante que fueron hospitalizados en Mondrag¨®n con s¨ªntomas de intoxicaci¨®n y dados de alta horas despu¨¦s. Al destrozar el dep¨®sito se produjo el derrame de 15.000 litros de este ¨¢cido concentrado de zinc que oblig¨® a establecer un cord¨®n de seguridad de 300 metros en el lugar de la explosi¨®n.
A las cuatro de la ma?ana se produjo la tercera deflagraci¨®n en la puerta y ventanas de acceso a la f¨¢brica de pinturas y esmaltes Bernardo Ezenarro situada en el Pol¨ªgono Ler¨²n de Elgoibar, en el Bajo Deba. Cinco minutos m¨¢s tarde explosionaba el exterior de las instalaciones de empresa Goi, en la calle Sagar Erreka de Mondrag¨®n.
La sucesi¨®n de explosiones no ha causado v¨ªctimas, pero s¨ª cuantiosos da?os materiales repartidos entre las medianas y peque?as empresas vascas, objetivo sistem¨¢tico hacia el que ETA suele dirigir su atenci¨®n con la intenci¨®n doble de conseguir financiaci¨®n para su propio mantenimiento junto al sometimiento de este sector productivo de cuya extorsi¨®n, por la v¨ªa del secuestro o la del impuesto revolucionario, siempre se ha nutrido.
As¨ª lo reconoc¨ªa hace tan s¨®lo dos semanas Jos¨¦ Guillermo Zub¨ªa, secretario general de la patronal Confebask, al declarar en Radio Euskadi que, aunque dos a?os sin atentados mortales de ETA "a?aden serenidad" al trabajo diario, la extorsi¨®n a los empresarios "suele continuar" hasta en las ¨¦pocas de menor intensidad de la actividad terrorista.
Zub¨ªa admit¨ªa impl¨ªcitamente que hasta durante los catorce meses que dur¨® la tregua etarra rota en noviembre de 1999, la banda mantuvo su pr¨¢ctica de extorsionar a las empresas, como si esta actividad chantajista no entrara en la consideraci¨®n de una pr¨¢ctica violenta. Pese a ello, las cesiones a este chantaje se relajaron hasta tal punto durante este periodo de gracia, que ETA tuvo que dar un golpe de firmeza al romper la tregua, con un atentado ejemplarizante. Asesin¨® a Jos¨¦ Mar¨ªa Korta, presidente de Adegi, la patronal guipuzcoana, y simpatizante del PNV, en agosto del 2000, un mes despu¨¦s de que hiciera un solemne alegato p¨²blico invitando a sus socios a no ceder a la extorsi¨®n terrorista que entonces volv¨ªa con fuerza.
El empresarial ha sido un sector hist¨®ricamente acosado y amenazado por la banda cuya progresiva debilidad se ha evidenciado en los ¨²ltimos a?os en la extraordinaria disminuci¨®n de atentados mientras orientaba sus limitados recursos operativos, sobre todo, a reforzar la exigencia de la extorsi¨®n a los empresarios y a las campa?as contra el turismo.
Esta pauta se puso de manifiesto en 2003, a?o que registr¨® un notable descenso operativo -la cifra hasta entonces m¨¢s baja de asesinatos, tres- mientras que su principal preocupaci¨®n era el abastecimiento econ¨®mico hacia el que dirigi¨® siete de los 15 atentados con explosivos que cometi¨® ese a?o. Eso s¨ª, sin producir v¨ªctimas mortales, sino da?os cuantiosos para forzar la voluntad de los empresarios.
Las campa?as de cartas exigiendo el impuesto revolucionario son peri¨®dicas y, algunos expertos creen que ETA las utiliza m¨¢s como una forma de intimidaci¨®n que como m¨¦todo recaudatorio. Cada seis meses la banda lanza una oleada de cartas amenazantes dirigidas a empresarios y profesionales con remite de sus familiares para reforzar la intimidaci¨®n.
Ayer, las patronales vascas se lamentaron de ser objeto de nuevos atentados. Confebask reconoci¨® que las cuatro bombas "ensombrecen las esperanzas depositadas por el conjunto de los ciudadanos vascos con el final de la violencia". La patronal guipuzcoana, Adegi, afirm¨® que ETA tendr¨¢ que explicar si esta es su "contribuci¨®n a los anhelos de paz de Euskadi", mientras la C¨¢mara de Industria y Comercio de Guip¨²zcoa dijo que suponen un claro ejemplo de las "dificultades a?adidas" que deben afrontar los empresarios vascos para trabajar.
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