Triste mentira
Falsificar la biograf¨ªa para obtener alguna ventaja no es un ejercicio demasiado excepcional. Ha habido en nuestro pa¨ªs no pocos franquistas que inventaron credenciales democr¨¢ticas de toda la vida, quienes hicieron de la amnesia un arte de enmascaramiento o simplemente quien exhibi¨® un curr¨ªculo acad¨¦mico inexistente para asumir, por ejemplo, la direcci¨®n de la Guardia Civil. Pero el caso de Enric Marco, anarquista catal¨¢n octogenario, ex secretario general de la CNT, que durante 30 a?os ha mentido sobre su supuesto internamiento en el campo de concentraci¨®n nazi de Flossenburg (Baviera), con el consiguiente relato de los horrores sufridos, es m¨¢s complejo y tambi¨¦n m¨¢s pat¨¦tico. Su patra?a esconde ante todo una inmensa vanidad, pero es m¨¢s triste y moralmente m¨¢s da?ina que otras, pues mancha la memoria de quienes padecieron el exterminio y alienta a los que relativizan las barbaridades de un r¨¦gimen como el de Hitler.
El episodio tal vez no mereciera m¨¢s rese?a que la del desprecio y hasta un ¨¢pice de compasi¨®n hacia el anciano falsario, al que parece haber movido m¨¢s el af¨¢n de notoriedad que un fin lucrativo. Nadie podr¨¢ negarle que desde la impostura personal ha dedicado tres d¨¦cadas de su vida a publicitar el drama de los 11.500 republicanos espa?oles internados en los campos de concentraci¨®n nazis. Pero resulta irritante la actitud de ofendido mostrada por el impostor tras descubrirse la farsa. ?sta s¨®lo se conoci¨® gracias a las investigaciones de un historiador d¨ªas antes de que Zapatero visitara el pasado d¨ªa 8 los restos del campo de Mauthausen para rendir homenaje a las v¨ªctimas espa?olas.
Debe de ser poco envidiable el calvario que tiene que estar pasando el farsante en cuesti¨®n. Ha sido expulsado de la asociaci¨®n Amical de Mauthausen, que agrupa a los republicanos catalanes que sobrevivieron al exterminio nazi y de la que era presidente, y la Generalitat le ha obligado a devolver la condecoraci¨®n que le concedi¨® por su lucha contra el franquismo y el nazismo. Marco asegura que fue torturado y detenido por la Gestapo en 1942, pero lo cierto es que lleg¨® a la Alemania de Hitler formando parte de una brigada de trabajadores voluntarios espa?oles enviada por Franco. Mejor hubiese sido confesar el dato antes que falsificar toda una carrera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.