Hu¨¦rfanos de Vietnam vuelven a casa
Veinte vietnamitas trasladados a EE UU al final de la guerra regresan en busca de sus ra¨ªces 30 a?os despu¨¦s
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Ten¨ªa que sonar I'm dreaming of a white christmas en la voz de Bing Crosby a trav¨¦s de la radio de las fuerzas armadas estadounidenses. ?sa ser¨ªa la se?al para la evacuaci¨®n final de Saig¨®n en helic¨®ptero. Abandonar la ciudad en avi¨®n ya resultaba imposible debido a los bombardeos sobre el aeropuerto. Las calles se plagaban de vietnamitas en estado de p¨¢nico ansiosos por escapar del pa¨ªs. Durante los ¨²ltimos d¨ªas de la retirada de EE UU de Vietnam (29-30 de abril de 1975), m¨¢s de 1.300 estadounidenses y 5.000 vietnamitas fueron sacados en helic¨®ptero de Saig¨®n, hoy Ciudad Ho Chi Minh. Otros 60.000 survietnamitas se convirtieron en los tristemente famosos boat people.
Semanas antes de que la guerra de Vietnam tocara a su fin, un enorme avi¨®n de carga sobrevolaba Saig¨®n con destino a Estados Unidos. En su interior volaban hu¨¦rfanos vietnamitas. Algunos pr¨¢cticamente beb¨¦s. Otros ni?os de m¨¢s edad. Era el 3 de abril de 1975 y el presidente Gerald Ford acababa de poner en marcha la Operaci¨®n Babylift. O en otras palabras, la administraci¨®n estadounidense se propon¨ªa evacuar de Vietnam a 70.000 hu¨¦rfanos en 30 vuelos y creaba un fondo especial de dos millones de d¨®lares de la ¨¦poca para tal operaci¨®n.
El presidente Ford se propuso evacuar a 70.000 hu¨¦rfanos tras la ca¨ªda de Saig¨®n
Pero no fueron 70.000. Finalmente, los peque?os afortunados s¨®lo fueron unos 3.000. Treinta a?os despu¨¦s -y a iniciativa de World Airways-, 20 de ellos volver¨¢n a pisar la tierra donde nacieron pero que no reconocen como propia. No hablan la lengua, no saben a ciencia cierta sus fechas de nacimiento y sus nombres est¨¢n lejos de ser vietnamitas.
Hoy se llama Tanya Bakal, pero naci¨® Nguyen Thu Kim Phung. Y ha dedicado sus supuestos 31 a?os de vida a huir de ese nombre. Adoptada por una pareja estadounidense, Reed y Laura Dilbeck, Bakal creci¨® en Marietta, un barrio de clase media blanca de Atlanta. Pero deseaba tener un rostro que encajase con su acento sure?o. Sus rasgos orientales le delataban constantemente. Un d¨ªa, siendo adolescente y trabajando como cajera de un supermercado, un veterano de guerra la llam¨® gook (literalmente basura pero tambi¨¦n palabra despectiva usada por los soldados norteamericanos para referirse a los norvietnamitas y a los combatientes del Vietcong). Bakal suspiraba por unos ojos m¨¢s grandes, m¨¢s redondos, m¨¢s cauc¨¢sicos en definitiva.
"Nunca tuve mucho inter¨¦s en encontrar a mis padres", relata Bakal a Associated Press (AP) refiri¨¦ndose a su madre china, que viv¨ªa en Vietnam durante la guerra, y a su padre, que supone que fue un soldado estadounidense. "Muchos de nosotros estamos perfectamente adaptados a la cultura americana y no queremos volver", prosigue Bakal, madre de tres hijos.
Hasta hace bien poco, para Bakal, Vietnam s¨®lo era su lugar de nacimiento y su salida de Saig¨®n poco m¨¢s que una nota a pie de p¨¢gina. Nada trascendental. Pero ahora siente la necesidad de saber m¨¢s. Desde hace semanas ha puesto un anuncio en un peri¨®dico vietnamita con una fotograf¨ªa suya de cuando era una ni?a peque?a a la espera de que su madre biol¨®gica la reconozca. Bakal aspira a que su vuelta a Vietnam por unos d¨ªas le reporte algunas respuestas cuyas preguntas ya se siente preparada para realizar. "Mientras crec¨ªa di por hecho mi pasado sin cuestionar nada, pero ahora s¨¦ que formo parte de la Historia", explica Bakal a AP. "No voy a negar que ser¨ªa perfecto reencontrame con mi madre", sue?a.
Treinta a?os despu¨¦s de la guerra m¨¢s larga de la historia norteamericana, la Operaci¨®n Babylift se repite en sentido inverso sobre el mapa. Wendy Green forma parte de los 20 hu¨¦rfanos de la guerra que volaran a Ciudad Ho Chi Minh en busca de respuestas. "Nunca sent¨ª la necesidad de recorrer ese camino", dice Green a AP. "Quiero dar las gracias a aquellos h¨¦roes que nos trajeron aqu¨ª [EE UU]. Esto es lo ¨²nico importante para m¨ª", cuenta Green. "Somos realmente ni?os fruto de un milagro", se define.
La escritora Shirley Peck-Barnes refleja al detalle en The war cradle (La cuna de la guerra) la Operaci¨®n Babylift. Para esta autora se trata sin lugar a dudas del "mayor gesto humanitario del siglo XX".
La guerra de Vietnam -que comenz¨® a mediados de los cincuenta- supuso para EE UU una experiencia de p¨¦rdida y frustraci¨®n, constituyendo el m¨¢s serio fracaso de este pa¨ªs en la guerra fr¨ªa. La derrota supuso un verdadero trauma para EE UU: el orgullo de la potencia estaba herido. El saldo arrojaba m¨¢s de 50.000 muertos, 300.000 heridos y centenares de miles de soldados estadounidenses con serios problemas de adaptaci¨®n a la vida civil. En Vietnam quedaban tres millones de muertos.
"La Operaci¨®n Babylift es la ¨²nica cosa sobre la guerra de Vietnam que aporta alivio a los americanos", asegura la escritora. "Salvaron ni?os", sentencia Peck-Barnes.

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