Un Museo del Prado en miniatura bajo la Torre de los Lujanes
La Real Sociedad Matritense de Amigos del Pa¨ªs, creada en 1775 y decana de las de la ciudad, languidece pese a sus tesoros
La Torre de los Lujanes, quiz¨¢ el ¨²nico edificios civil madrile?o con cinco siglos de veteran¨ªa, atesora un muse¨ªto del Prado en plena plaza de la Villa. Entre la espl¨¦ndida decena de lienzos procedentes de la gran pinacoteca madrile?a, que se los cedi¨® hace 150 a?os, figura un soberbio retrato del rey Carlos III, obra del pintor de Corte Rafael Mengs, m¨¢s escenas campestres de Francisco Bassano y paisajes flamencos e italianos. Decoran los muros del magno sal¨®n de actos de este castillete-palacio que lleva el nombre de una de las familias m¨¢s antiguas de la ciudad. Desde 1866, por disposici¨®n del general Leopoldo O'Donnell, alberga la organizaci¨®n civil m¨¢s veterana de Madrid, una de las decanas de toda Espa?a: la Real Sociedad Econ¨®mica Matritense de Amigos del Pa¨ªs, fundada en 1775.
Con casi 200 miembros unidos por su respeto a la historia y su contribuci¨®n al progreso civil madrile?o, la sociedad afronta ahora un cada d¨ªa m¨¢s dif¨ªcil futuro. As¨ª lo subraya Joaqu¨ªn Villarta, responsable de su administraci¨®n. "Gracias a los cursos que la Matritense imparte, m¨¢s de 930.000 personas de toda Espa?a han obtenido entre 1983 y 2004, t¨ªtulos de formaci¨®n que abarcaba desde la Taquigraf¨ªa, al Ingl¨¦s o la Inform¨¢tica. Y ello por menos de 30 euros anuales", a?ade. Sus profesores se desplazaban a numerosos puntos del pa¨ªs para supervisar ex¨¢menes. Pero los tiempos no perdonan.
"Hoy apenas estudian o se examinan en nuestros centros unos 4.000 estudiantes", subraya cariacontecido el administrador, que eval¨²a en medio mill¨®n de euros el presupuesto id¨®neo para mantener "con desenvoltura" la sociedad m¨¢s veterana de Madrid. El presupuesto actual lo cifra en una quinta parte, con un pu?ado de personas en plantilla. Sus ingresos proceden de donaciones de Cajamadrid, de la financiaci¨®n municipal o comunitaria de cursos y conferencias y de la revista Torre de los Lujanes, cuya edici¨®n resalta Carlos G. Echegaray, que regenta el magn¨ªfico archivo donde late la historia de la ciudad y de Espa?a. As¨ª, en sus documentos consta que la Escuela de Taquigraf¨ªa, a¨²n hoy abierta en la calle de Espoz y Mina, fue la pionera de las academias de esta especialidad de escritura sint¨¦tica, a base de signos; de origen romano, fue inventada por Marco Tulio Tir¨®n, un esclavo liberto por Cicer¨®n. La taquigraf¨ªa fue adaptada en Espa?a, en 1802, por Francisco de Paula Mart¨ª Mora, de quien fue alumno Mariano Jos¨¦ de Larra.
La Torre de los Lujanes hab¨ªa sido construida en 1510. La leyenda dice que el torre¨®n retuvo encarcelado a Francisco I, rey de Francia, preso en la batalla de Pav¨ªa, en 1525. Hoy se duda de tal versi¨®n. Es de muro mampostero, con puerta de arquito de medio punto morisco en la calle del Codo, enfrente de la Casa de la Villa. "Durante la restauraci¨®n de la vecina Academia de Ciencias Morales, apareci¨® una estancia con poyetes anillados de argollas", dice Eladio, un administrativo de la Real Sociedad Econ¨®mica de Amigos del Pa¨ªs, cuyo languidecimiento actual no casa con el esplendor y el progreso que gener¨® para Madrid desde su creaci¨®n, en 1775, a instancias del Consejero Mayor de Castilla, el ilustrado asturiano Pedro Rodr¨ªguez Campomanes. Su acta de creaci¨®n fue rubricada por el rey Carlos III, cuyo soberbio retrato, del pincel de Ant¨®n Rafael Mengs, preside hoy la sala de reuniones de la entidad madrile?a. El consejero a¨²lico, nacido en Santa Eulalia de Somarribas en 1723 y afincado en Madrid desde su juventud hasta su muerte en 1803, fue part¨ªcipe de los aires ilustrados que soplaban a la saz¨®n por Europa; por ello, concibi¨® un programa encaminado al resurgir intelectual y econ¨®mico de la naci¨®n, materializado en el fomento de la agricultura, la industria y el comercio. Buscaba as¨ª estimular la vida econ¨®mica espa?ola y, particularmente, la madrile?a. Mediante la aplicaci¨®n del lema Socorre ense?ando, persegu¨ªa sacar de la postraci¨®n a miles de ciudadanos que en la ciudad malviv¨ªan. A tal tarea consagraron su entusiasmo centenares de ilustrados, artesanos, burgueses y arist¨®cratas, como el marqu¨¦s de Vadillo, uno de los presidentes de la Real Sociedad.
La Matritense cobij¨® las primeras c¨¢tedras de Agricultura, Paleograf¨ªa, Estad¨ªstica y Econom¨ªa Pol¨ªtica de Espa?a, guiada ¨¦sta por el pensamiento de Juan Bautista Say; reform¨® los gremios, a¨²n medievales, y el ejercicio de las Artes; proyect¨® un C¨®digo Rural y leyes de Montes y de Bosques; impuls¨® la libertad de comercio con Am¨¦rica, cre¨® las primeras cajas de ahorro, los primeros colegios de sordomudos y de ciegos, am¨¦n de ser pionero en la admisi¨®n de mujeres, ya en 1778. Tras dos siglos y medio de afanes y pese a sus tesoros pict¨®ricos y documentales, su futuro, hoy, a¨²n est¨¢ en juego.
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