Vivienda impulsar¨¢ pisos protegidos un 20% m¨¢s caros para las rentas medias

El Gobierno crear¨¢ un nuevo tipo de vivienda destinada a las familias de rentas medias que no pueden permitirse el lujo de comprar casa en el mercado libre, pero cuyos ingresos exceden el tope fijado para poder comprar un piso protegido. Estas nuevas casas podr¨¢n ser compradas o alquiladas por hogares que superen el tope de ingresos fijado en la actualidad para la VPO (31.003 euros anuales) y que no excedan los 36.640 euros de renta familiar al a?o. Su precio oficial de venta ser¨¢ cerca de un 20% superior al de la VPO tradicional, pero inferior al del mercado libre. Adem¨¢s, para combatir el fraude, los propietarios de una VPO no la podr¨¢n vender nunca en el mercado libre.

La VPO atraviesa una de sus peores crisis -apenas un 10% de los pisos que se construyen son protegidos- y el Ministerio de Vivienda quiere impulsar este mercado creando un nuevo tipo de casas dirigido a las familias de rentas medias. Estos nuevos pisos -bautizados como viviendas de precio concertado- supondr¨¢n como m¨¢ximo el 30% de las 180.000 actuaciones anuales que prev¨¦ el borrador del nuevo plan estatal de vivienda 2005-2008, que ha elaborado el departamento que dirige Mar¨ªa Antonia Trujillo y que ayer fue presentado a las comunidades. El objetivo es que el nuevo plan, que a¨²n no ha fijado un presupuesto, sea aprobado por el Gobierno en junio.

Estos pisos de precio concertado -una figura ya en marcha en algunas comunidades- ser¨¢n para venta y alquiler. Para poder acceder a uno de ellos, los ingresos familiares deber¨¢n estar entre 31.003,5 y 36.640,5 euros anuales, es decir, entre entre 5,5 y 6,5 veces el nuevo Indicador de Rentas P¨²blicas con Efectos M¨²ltiples (sustituto del salario m¨ªnimo y que est¨¢ establecido en 5.637 euros anuales).

Las comunidades podr¨¢n aumentar despu¨¦s esa horquilla, en funci¨®n de una f¨®rmula basada en el nivel de renta de la regi¨®n. As¨ª, ese tope podr¨ªa aumentar hasta los 60.000 euros anuales en una ciudad como Madrid que, por otra parte, tiene los precios m¨¢s altos de la vivienda libre.

El precio m¨¢ximo de compraventa fijado por el Gobierno ser¨¢ cerca de un 20% superior al de las VPO actuales, aunque inferior al del mercado. Mientras tanto, la renta concertada ser¨¢ aproximadamente la mitad de un alquiler actual en el mercado libre. Por ejemplo, alquilar en Madrid un piso de 80 metros cuadrados ¨²tiles de este tipo de pisos vendr¨¢ a costar 400 euros al mes.

Esta sustancial subida del precio servir¨¢ sin duda para compensar la decisi¨®n de Vivienda de no encarecer el resto de tipos de viviendas protegidas. ?sta es una de las principales demandas de los promotores inmobiliarios, que aseguran que si el precio de la VPO no sube al ritmo de lo que lo hace el precio libre, no resulta rentable construir pisos protegidos y que ning¨²n plan p¨²blico servir¨¢ de mucho.

Otra de las medidas estrella del programa, que mantiene el tama?o actual de los pisos (m¨¢ximo de 90 metros), se centra en la lucha contra el fraude en la VPO. Para combatirlo, los pisos que se financien con el nuevo programa estatal jam¨¢s podr¨¢n ser vendidos en el mercado libre, porque conservar¨¢n siempre su car¨¢cter de protegidos. Ahora, los propietarios s¨®lo tienen que esperar unos 10 a?os para que su vivienda se desclasifique como protegida, aunque depende de las comunidades aut¨®nomas.

Registros contra el fraude

Las VPO se podr¨¢n vender, pero nunca en el mercado libre, sino a trav¨¦s de dos sistemas: el precio al que se compr¨® en su d¨ªa actualizado con la inflaci¨®n o el precio m¨¢ximo de venta de una VPO en esos momentos. Adem¨¢s, las ventas se podr¨¢n llevar a cabo siempre y cuando el propietario haya vivido en esa casa 10 a?os, excepto por motivos justificados como movilidad laboral, v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero o terrorismo o la modificaci¨®n del n¨²mero de miembros de la familia.

Adem¨¢s, Vivienda quiere que todas las comunidades creen un registro de demandantes y ofertantes de VPO. S¨®lo ellos podr¨¢n comprar esos pisos. Con esta medida se pretende combatir la especulaci¨®n en torno a la vivienda social, dirigida en principio a las familias de rentas m¨¢s bajas, pero que en la pr¨¢ctica se ha convertido en un mercado de segunda mano en el que muchos de sus beneficiarios han logrado suculentas plusval¨ªas vendiendo los pisos por encima del precio legal.