Absueltos tres activistas de Greenpeace que protestaron contra la guerra
Otro procesado, condenado a seis meses de c¨¢rcel frente a los tres a?os que ped¨ªa el fiscal
Satisfacci¨®n, aunque incompleta, en Greenpeace. Era la primera vez que la organizaci¨®n se enfrentaba a penas de prisi¨®n en Espa?a y, a su juicio, ha salido bien parada. De 12 a?os de prisi¨®n que en principio ped¨ªa el fiscal para cinco de sus activistas que se manifestaron contra la guerra de Irak, a bordo del buque Rainbow Warrior, en aguas de la base militar de Rota (C¨¢diz), el juez s¨®lo condena al capit¨¢n, Daniel Rizzotti, a seis meses de c¨¢rcel, y al voluntario Philip Walter, a pagar una multa de 60 euros.
"Es una victoria del movimiento ciudadano contra la guerra", declar¨® ayer el abogado de los pacifistas, Jos¨¦ Manuel Marraco, tras conocer la sentencia. El letrado hac¨ªa referencia no s¨®lo a los millones de ciudadanos que en aquellos d¨ªas (el Rainbow Warrior fue abordado el 14 de marzo de 2003, dos d¨ªas antes de la cumbre de la Azores) se manifestaban contra la guerra de Irak, sino a las 88.440 personas que se han autoinculpado, firmando debajo de la frase "yo tambi¨¦n me manifest¨¦ contra la guerra de Irak, yo tambi¨¦n quiero ir a la c¨¢rcel con Greenpeace".
Sin embargo, es una victoria parcial porque la ONG no ha conseguido la absoluci¨®n de todos los activistas, como solicit¨® en el juicio celebrado el 10 de mayo en el Juzgado n¨²mero 1 de C¨¢diz. En la vista, el fiscal, Juan Bosco, rebaj¨® la petici¨®n inicial de 12 a?os de c¨¢rcel a un total de casi nueve a?os de prisi¨®n. Tres de ellos para el capit¨¢n por los delitos de desobediencia y resistencia grave. Finalmente, el magistrado titular del juzgado, Juan Coloma, le ha condenado a seis meses de prisi¨®n por el primer delito. "Se ha probado", afirma la sentencia, que fue requerido por la Guardia Civil y el juzgado de Rota para que "abandonase con su buque la zona de seguridad de la base y no cumpli¨® dicha orden". Rizzotti manifest¨® telef¨®nicamente desde Italia sentirse "un poco insultado" con la condena. "Cuando miles de ciudadanos se manifestaron contra la guerra, incluso invadiendo zonas prohibidas, no es apropiada una sentencia de esta magnitud". Aun as¨ª, manifest¨® sentirse "satisfecho" porque tiene "la absoluci¨®n de todo el pueblo".
Para el neozeland¨¦s Philip Walter el fiscal solicit¨® dos a?os de prisi¨®n por el delito de resistencia grave. La sentencia afirma que "se ubic¨® en el pasillo" que conduc¨ªa al camarote del capit¨¢n "con la finalidad de impedir el paso a los agentes". Si bien, el juez indica que esta resistencia fue de "escasa efectividad" y la considera falta contra el orden p¨²blico, castig¨¢ndole a pagar una multa de 60 euros.
En cuanto al espa?ol Carlos Bravo, responsable de Energ¨ªa y Desarme de Greenpeace en aquel momento, el fiscal le acusaba de agredir a dos agentes. Pero, debido a las "contradicciones" de los siete guardias civiles que declararon en el juicio, de los que s¨®lo uno afirm¨® con rotundidad haber visto a Bravo empujar una pesada trampilla que daba acceso a los camarotes, el fiscal le absuelve de este delito y del de resistencia. Cabe la posibilidad, dice la sentencia, "de que la trampilla [que hiri¨® a los guardias] cayese accidentalmente" en el asalto al puente de mando donde se encerraron los activistas.
Bravo dormir¨¢ a partir de ahora "mucho m¨¢s tranquilo". La acusaci¨®n, "completamente falsa" del guardia civil [que le incrimin¨®] le hab¨ªa dejado "hundido", seg¨²n confes¨® ayer. "No tiene ning¨²n sentido acusar a miembro de Greenpeace de una actitud violenta a no ser que se trate de incriminar a la asociaci¨®n", asegur¨®. Los otros dos activistas enjuiciados son la espa?ola Teresa Ambr¨®s y el estadounidense Lawrence Martin, quienes, a bordo de dos lanchas, intentaron colocar sendas pancartas en una barrera flotante. El juez les absuelve -el fiscal pidi¨® nueve meses de prisi¨®n- porque ninguno conduc¨ªa la lancha y, por tanto, "no dominaban el hecho de obedecer o no a los agentes".
Greenpeace estudia recurrir la condena de Rizzotti a pesar de que lo m¨¢s probable es que no vaya a la c¨¢rcel porque "el tribunal suele acordar en penas de este tipo la remisi¨®n de la condena", a juicio de Marraco. Aunque la petici¨®n de seis meses les parece "desproporcionada", el delito de "desobediencia contra una guerra ilegal es parte del trabajo de Greenpeace", afirm¨® el director ejecutivo de la ONG, Juan L¨®pez. El juez aclara en la sentencia que no se trataba de enjuiciar ni a Greenpeace, "cuya labor es encomiable" ni la legitimidad de la guerra de Irak.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Veredicto
- Greenpeace
- Sentencias absolutorias
- Base de Rota
- Guerra Golfo
- Pacifismo
- Manifestaciones
- Organismos judiciales
- Fuerzas armadas
- Ecologistas
- Protestas sociales
- Malestar social
- Movimientos sociales
- Sentencias
- Bases militares
- Organizaciones medioambientales
- Sanciones
- Zona militar
- Defensa
- Juicios
- Protecci¨®n ambiental
- Guerra
- Conflictos
- Proceso judicial
- Problemas sociales