Querido Patxi, querida direcci¨®n
Permitidme la confianza que da haber pasado media vida junto a muchos de vosotros como militante socialista siempre activa.Tras conocer la respuesta de la direcci¨®n del Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra a la carta abierta que se public¨® con mi firma, la de Est¨ªbaliz Garmendia, Fernando Savater y Mikel Iriondo, junto a los tambi¨¦n militantes socialistas Nicol¨¢s Guti¨¦rrez y Rosa D¨ªez a nuestro com¨²n secretario general exijo el mismo trato pol¨ªtico que ellos. Mandadme la carta.
Comprender¨¦is que no me guste que extend¨¢is la idea de que haber sufrido el zarpazo del terrorismo nos convierta en irresponsables pol¨ªticos o minusv¨¢lidos intelectuales. S¨®lo me extender¨¦ sobre este particular y vaya por delante que hago m¨ªos los argumentos que pudiera utilizar Rosa D¨ªez para contestaros. De hecho, es una de las pocas personas en las que conf¨ªo plenamente, humana y pol¨ªticamente. Voy a lo que me toca de forma privativa, como en las herencias. La circunstancia emocional del duelo por el zarpazo terrorista no exime de la capacidad de juicio, del mismo modo que la circunstancia de ostentar un cargo pol¨ªtico no inviste de capacidad para tenerlo. Es bien sabido que eso que conocemos por capacidad de juicio se compone de elementos diversos y en diversos grados, que van desde el autocontrol emocional, la serenidad de ¨¢nimo, la capacidad de an¨¢lisis y raciocinio hasta la imaginaci¨®n y capacidad de frustraci¨®n y de encaje de golpes -altos o bajos-. Queridos, esto es independiente a las circunstancias de ejercer un cargo pol¨ªtico o del zarpazo terrorista. Digo esto por comparar vuestra circunstancia y la m¨ªa. Las citadas caracter¨ªsticas que se relacionan con lo que se conoce como madurez y responsabilidad se pueden tener o no seg¨²n talento y temperamento naturales o por una combinaci¨®n de ¨¦stos con el estudio, el esfuerzo y la experiencia. Estamos ante la gran cuesti¨®n de la educaci¨®n moral y del cultivo de la cultura general.
De hecho, queridos compa?eros, el pensamiento sectario y el fanatismo de la identidad es constante en la condici¨®n humana y cuando se cultiva en exceso suele ayudar -junto al desgaste del tiempo ostentando una misma funci¨®n- a la degeneraci¨®n de los ¨®rganos pol¨ªticos y a la adversa selecci¨®n de recursos humanos, tal y como est¨¢ demostrado por la doctrina cient¨ªfica en el campo de las ciencias humanas. Como se suele decir, el que est¨¦ libre de culpa que tire la primera piedra. Llevo veinte a?os luchando contra esas pulsiones pol¨ªticas, control¨¢ndolas siempre que puedo, eso es verdad, qu¨¦ os voy a decir a vosotros, que me hab¨¦is visto crecer como ser humano y como criatura pol¨ªtica, derrota tras derrota.
Querida direcci¨®n, en estos tiempos en los que en los partidos pol¨ªticos cuesta tanto atreverse a llevar una posici¨®n discrepante, deber¨ªa existir una cuota de protecci¨®n de las minor¨ªas. Os hacemos un gran favor, ya lo sab¨¦is.
Querido Patxi y querida direcci¨®n, s¨®lo los nacionalistas vascos se hab¨ªan atrevido a utilizar algo as¨ª en lo que a m¨ª respecta, y eso cuando estaban cansados de argumentar.
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