El a?o de Jelinek
Las propuestas m¨¢s interesantes de la literatura europea actual brotan de su centro geogr¨¢fico, que se va trasladando cada vez m¨¢s al Este, de los pa¨ªses de habla alemana y sus vecinos, hacia los antiguos pa¨ªses del bloque sovi¨¦tico, Polonia, Ucrania, la antigua Yugoslavia y Hungr¨ªa. Estas literaturas constituyen un reto, tanto por su fuerza cr¨ªtica hacia Occidente en su presente anestesiado por un bienestar inocuo como por la carga de enajenaci¨®n y espanto que transportan desde su experiencia del pasado totalitario. Y aunque no favorecen lecturas placenteras, garantizan sustancia s¨®lida y una inusual altura est¨¦tica.
Emblem¨¢tica de la primera categor¨ªa y, tras la concesi¨®n del Premio Nobel, por fin traducida y conocida, es Elfriede Jelinek (1946). Sus s¨¢tiras transgresoras atacan la hipocres¨ªa y cerraz¨®n de la sociedad austriaca desde un punto de vista radicalmente sexuado. La condici¨®n femenina es destripada de cualquier asociaci¨®n complaciente en su mejor novela, La pianista (Mondadori), o en la vitri¨®lica desmitificaci¨®n del amor matrimonial de Las amantes (El Aleph). Igualmente implacable en su visi¨®n del ser humano aunque, si cabe, a¨²n m¨¢s doliente en su humor negro es Ad¨¢m Bodor (1937) -el narrador h¨²ngaro m¨¢s importante, junto a Imre Kert¨¦sz- en La visita del arzobispo (Acantilado). Su par¨¢bola sat¨ªrica acomete algo imposible, que s¨®lo consiguen los sue?os -o mejor dicho, las pesadillas: transmitir el efecto ps¨ªquico-emocional de la experiencia del gulag sin mencionarlo-.
De las enrarecidas realidades detr¨¢s del tel¨®n de acero, abducidas por el tiempo y por el r¨¦gimen pol¨ªtico de turno, da cuenta tambi¨¦n Aleksandar Tisma (1924- 2003) en A las que amamos (Acantilado). Las desoladas y lac¨®nicas declaraciones de amor a las prostitutas de Novi Sad del gran escritor de lengua serbia son de un lirismo estremecedor. Entre la nueva hornada de escritores destaca Aleksandar Hemon (1964), autor bosnio emigrado a Estados Unidos, que describe con humor diab¨®lico en El hombre de ninguna parte (Anagrama) las secuelas de la guerra de Yugoslavia, sufridas en el exilio por la generaci¨®n m¨¢s joven. La convivencia en una Europa globalizada, en la que los conflictos de las migraciones se agudizan, es el tema de Andreas Maier (1967), el talento m¨¢s prometedor de la literatura alemana ¨²ltima. En Klausen (Tusquets), su segunda novela, derivan la avaricia y la xenofobia de la mayor¨ªa germanohablante de un id¨ªlico pueblo del Tirol italiano en un crimen brutal. Desorientaci¨®n y vac¨ªo en la Varsovia tras la ca¨ªda del r¨¦gimen comunista marcan el tenor de Nueve (Acantilado), novela del polaco Andrzej Stasiuk (1960), quien se hizo internacionalmente famoso con El mundo detr¨¢s de Dukla. Con Las puertas del para¨ªso (Pre-Textos) se ha rescatado a uno de los principales autores polacos desaparecidos, Jerzy Andrzejewski (1909-1983). Ubicada en la Edad Media, retoma la historia de La cruzada de los ni?os, de Marcel Schwob, y despliega un complejo drama de b¨²squedas existenciales y religiosas.
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