La familia del hombre

El apellido "mann" quiere decir "hombre" en alem¨¢n, lo que me ha permitido dejar en castellano este t¨ªtulo como un mal juego de palabras, ya que en dicho idioma se trata casi de una part¨ªcula o sufijo que adorna el apellido de innumerables grandes escritores germ¨¢nicos -Sudermann, Wassermann, Hauptmann- pues en este caso me refiero al del mayor escritor de todos (los del siglo pasado), Thomas, cabeza visible adem¨¢s de una familia tan brillante como desventurada, pero cuyos destinos ilustran a la perfecci¨®n el env¨¦s de la c¨¦lebre frase con la que el gran Tolst¨®i encabez¨® Ana Karenina: "Las familias felices no tienen historia, pues todas ellas se parecen". Heinrich, su hermano mayor, y Thomas se dedicaron a la literatura, una hermana se cas¨® con un banquero y se suicid¨®, y la otra tambi¨¦n, actriz frustrada objeto de un chantaje, mientras el hermano peque?o fue un semicampesino y lleg¨® a ser un servidor de los nazis. Heinrich y Thomas triunfaron pronto -con En el pa¨ªs de Jauja, La peque?a ciudad, Las diosas y El profesor Unrah (El ¨¢ngel azul), el primero, y con Tonio Kroger, Los Budenbrook y La muerte en Venecia, el segundo-, pero en verdad eran muy distintos, m¨¢s afrancesado y dem¨®crata aqu¨¦l y m¨¢s conservador y "apol¨ªtico" ¨¦ste, que titul¨® as¨ª (Consideraciones de un apol¨ªtico) su libro en apoyo del k¨¢iser y de la monarqu¨ªa en la Primera Gran Guerra. Fue tras el final de ella cuando se reconciliaron ambos, aunque persistieron sus diferencias.

Heinrich tuvo amores sucesivos, se cas¨® dos veces, la ¨²ltima ya en Estados Unidos (donde su hermano le sostuvo financieramente hasta el final y le asisti¨® en el suicidio de su ¨²ltima mujer), pero no pudo regresar a Alemania. Por su parte, Thomas se cas¨® con una hermosa y rica jud¨ªa, Katia Pringsheim, que le dio seis hijos: la primera fue Erika, activista cultural antinazi y pilar de su padre, que se cas¨® con un actor colaborador de los nazis y homosexual, del que su hermano Klaus hizo un retrato cruel en su novela Mefisto, y termin¨® cas¨¢ndose por conveniencia con el poeta tambi¨¦n homosexual W. H. Auden lo que le permiti¨® residir en Londres, antes de recalar en su casa paterna; Klaus, estrecho colaborador de Erika, homosexual y drogadicto y tambi¨¦n exiliado de los nazis, termin¨® despu¨¦s de la Segunda Gran Guerra como oficial del Ej¨¦rcito americano y se suicid¨® en Cannes, y autor de una obra interesante pero que no llega a las dimensiones de la del padre. Otro hijo, m¨²sico, Michael, tambi¨¦n se suicid¨® por abuso de alcohol y barbit¨²ricos, mientras los tres supervivientes, dos hijas y el hijo "feo y mal amado", Golo, tambi¨¦n homosexual, acab¨® haciendo en Suiza una buena carrera acad¨¦mica. No era la historia de una familia, ni la de dos, ni la de tres, ni de muchas de sus individualidades sueltas, sino el destino colectivo de todo un mundo y de varias de sus ¨¦pocas y tragedias condensadas en un crisol que representaba toda una ¨¦poca, siempre bajo la sensaci¨®n de que el gran pecado del patriarca fue su homosexualidad, de la que nunca lleg¨® a salir del todo, ni a confesarse por completo, pues las historias de sus diarios, rescat¨¢ndolos y escondi¨¦ndolos sin parar, y al final en buena medida recuperados para la posteridad, es uno de los misterios que el mundo debe resolver de una vez por todas.