Las el¨¦ctricas negocian con Industria una revisi¨®n trimestral de las tarifas

Las el¨¦ctricas est¨¢n negociando con el Gobierno que las tarifas el¨¦ctricas se revisen cada tres meses y no cada a?o, como ya sucede en el mercado del gas natural. El nuevo sistema, similar al que rige en Italia y Portugal, recoger¨ªa las variaciones de los costes de la materia prima necesaria para producir la electricidad (gas natural, fuel, carb¨®n...). El objetivo de las empresas, que en siete a?os han ganado, s¨®lo en Espa?a y s¨®lo por actividades el¨¦ctricas, 15.666 millones de euros netos, es que el nuevo sistema de c¨¢lculo asegure subidas medias del 3% anual durante 10 a?os.

Tras la petici¨®n de las compa?¨ªas, que negocian el cambio con el Ministerio de Industria, seg¨²n han confirmado ambas partes, est¨¢ la idea de que los 25 millones de clientes (24,9 de ellos acogidos a la tarifa regulada) pagan por la electricidad un precio que no es real y que no cubre todos los costes necesarios para prestar el servicio. Un precio que es "pol¨ªtico" y que en t¨¦rminos reales ha descendido m¨¢s de un 30% desde el a?o 1997, a?o de comienzo de la liberalizaci¨®n el¨¦ctrica.

En la necesidad de cambiar la metodolog¨ªa de tarifas no hay discrepancias. Las empresas, que han mantenido duras peleas y se han lanzado acusaciones gruesas de manipulaci¨®n de precios en el mercado mayorista el¨¦ctrico en los ¨²ltimos meses hay plena coincidencia en este tema: las tarifas, como est¨¢n concebidas, no sirven.

Otra idea extendida en el sector, tenso ante las decisiones que pueda tomar el Ejecutivo en los pr¨®ximos meses, es que "se ha vendido la idea de que liberalizaci¨®n y competencia es igual a menores precios y no es as¨ª", seg¨²n se?ala el director de regulaci¨®n de Uni¨®n Fenosa, Jos¨¦ Mar¨ªa Paz.

Con esas ideas y con ese clima, las empresas energ¨¦ticas (el¨¦ctricas y gasistas) han emprendido una ofensiva para convencer al Gobierno y a la opini¨®n p¨²blica de que el sistema de tarifas reguladas, tal y como est¨¢ concebido, no funciona. Y ello a pesar de que las cuentas de la asociaci¨®n patronal el¨¦ctrica Unesa muestran que s¨®lo las el¨¦ctricas, y s¨®lo por el negocio que desarrollan en Espa?a, han ganado m¨¢s de 14.000 millones de euros netos desde el a?o 1997.

Todos los responsables de las compa?¨ªas el¨¦ctricas, con el presidente de Unesa, ??igo Oriol, a la cabeza, han solicitado al Gobierno que cambie el sistema porque si no, el futuro del sector est¨¢ en el aire, pese al aparente estado saneado de las empresas.

Tambi¨¦n el gas

De igual forma, desde las compa?¨ªas gasistas se ha advertido al Gobierno que si no levanta la mano, la diferencia de precios que existe para el gas entre el mercado nacional (m¨¢s barato) y los mercados internacionales desviar¨¢ la corriente de suministro y pondr¨¢ en aprietos el abastecimiento.

Las peticiones de las empresas cuentan con el apoyo de la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE) que, a punto de cambiar de presidente, ha elaborado un informe en el que recomienda al Ejecutivo que modifique el sistema para que, entre otras cosas, las tarifas el¨¦ctricas recojan los costes reales del mercado.

El impulso para modificar la metodolog¨ªa de tarifas parte tambi¨¦n del ¨¢mbito pol¨ªtico. El PSOE defiende, y as¨ª lo hizo saber en una enmienda a una resoluci¨®n presentada al t¨¦rmino del debate sobre el estado de la Naci¨®n, la aprobaci¨®n de tarifas diferenciales en funci¨®n de los usos "que penalicen el consumo excesivo e irracional de energ¨ªa".

El horizonte a corto plazo para el usuario parece estar claro: habr¨¢ subidas de tarifas por encima de lo previsto (hasta 2010, la normativa en vigor prev¨¦ subidas m¨¢ximas del 2% anual) y revisiones trimestrales de la factura que, seg¨²n fuentes al tanto de la negociaci¨®n, podr¨ªan ser un hecho a partir de enero de 2006.

Beneficios elevados

El Ministerio de Industria, que oficialmente se limita a tomar nota de las reclamaciones del sector, mira con un ojo los elevados beneficios que publican las empresas (m¨¢s de 1.000 millones de euros en el primer trimestre de 2005, un 20% m¨¢s que en el mismo periodo del a?o anterior) mientras con otro examina un sistema de fijaci¨®n de tarifas que, seg¨²n se reconoci¨® oficialmente, entre 2000 y 2003, provoc¨® un d¨¦ficit de m¨¢s de 1.000 millones de euros entre ingresos y costes previstos que las empresas se apresuraron a titulizar para cobrar por adelantado.

Con la demanda disparada (ha crecido m¨¢s de un 50% en ocho a?os), la visi¨®n de las empresas sobre su situaci¨®n real es poco optimista. En contra de lo que parece, vienen a decir, las empresas energ¨¦ticas no son m¨¢quinas tragaperras que recaudan y tienen costes m¨ªnimos. Por el contrario, sostienen, tienen costes elevados, obligaci¨®n de satisfacer a sus accionistas con rentabilidades razonables y presiones para prestar un servicio esencial y de calidad.

Sobre su situaci¨®n real destacan que los beneficios van acompa?ados de un fuerte endeudamiento. Y no es oro todo lo que reluce. En los beneficios trimestrales publicados, las empresas han contabilizado como ingresos m¨¢s de 680 millones de euros que deber¨ªan haber cobrado (d¨¦ficit tarifario) y que esperan recuperar una vez se hagan las cuentas del a?o, como marca la ley. Sin esos ingresos a¨²n no cobrados, los n¨²meros podr¨ªan haber sido muy otros.