La familia qu¨ªmica

?sta es la segunda novela que publica (tras el ¨¦xito de la primera, Los dos Luises, con la que obtuvo el Premio Herralde en 2000) el mallorqu¨ªn Luis Magriny¨¤ (1960), que ya hab¨ªa triunfado ante la mejor cr¨ªtica, sobre todo, con dos libros de relatos anteriores, Los a¨¦reos y Belinda y el monstruo, publicados respectivamente en 1993 y 1995. Magriny¨¤ es un escritor que despert¨® grandes esperanzas desde el principio, por la calidad de su prosa y la originalidad de sus propuestas, cargado de un humor socarr¨®n, de unas dobles y triples intenciones que muchas veces aparentan negarse entre s¨ª en un ejercicio continuo basado en l¨ªtotes (o negaciones) aparentes o reales, que busca el equilibrio bastante inconstante -o discontinuo- pero no ha alcanzado todav¨ªa el grado de unanimidad al que su prosa aspira; no es un verdadero novelista sino un narrador articulado en torno a propuestas que brillaban m¨¢s en su primera y anterior novela que en esta segunda, Intrusos y hu¨¦spedes, que se introduce de rond¨®n en un tema y un universo fascinantes, el de las drogas en el mundo contempor¨¢neo, que yo mismo considero apasionante pese a caerme bastante lejano y del que lo desconozco casi todo, por lo que pido perd¨®n a mis lectores de antemano, intentando no quitarle a ¨¦l los suyos que especialmente se merece por la calidad e intensidad de su libro, aunque no se trate de una buena novela de verdad.

Intrusos y hu¨¦spedes se plantea en un principio como una novela familiar pues describe la llegada a un hogar madrile?o y monoparental de un hijo pr¨®digo separado desde hace a?os, residente en Australia con su madre separada, cuya llegada le parece al padre como la de un hu¨¦sped que se va a convertir en un intruso, o al menos a provocar la aparici¨®n de un grupo entero de intrusos que parece van a desordenarlo todo. El padre es un hombre normal, bien instalado y con un trabajo estable (es director de teatro en un colegio, lo que le permite al autor brillantes descripciones del mundo teatral, y algunas cr¨ªticas al mismo que parecen proceder de Los dos Luises) y no se entiende demasiado bien con su hijo recientemente aparecido y su extra?a cohorte, pese a que su comportamiento parece correcto, aunque excesivamente fr¨ªo y poco comunicativo. El padre escribe un diario desde su llegada, en el que se muestra como un individuo bastante alucinado e inestable (es un consumidor de extra?os medicamentos) que acaba sumido en una potente depresi¨®n, de la que saldr¨¢ mediante la ingesti¨®n de una serie de drogas, cuya descripci¨®n, obtenci¨®n, manipulaci¨®n y uso son minuciosamente descritos en la tercera y m¨¢s considerable parte del libro, el m¨¢s explicativo de los diarios que lo componen.

El universo de las drogas configura un mundo complejo, que lo mezcla todo: la posibilidad de ampliar el conocimiento humano, el de su uso y sus l¨ªmites, el jur¨ªdico y legal sobre sus permisos y persecuciones, sobre el que Luis Magriny¨¤ muestra unos conocimientos extraordinarios.

Pues bien, los personajes

de este libro se sumergen en un proceso de obtenci¨®n ilegal de una droga milagrosa, basada en la "esencia del sasafr¨¢s", de dif¨ªcil e ilegal consecuci¨®n (y aqu¨ª interviene Magriny¨¤ y sus conocimientos de Internet, para sortear los problemas), pero que al final consiguen y manipulan a pesar de todas las complicaciones. La novela es muy interesante, a pesar de todas sus trampas y desarticulaciones, los personajes no son consistentes, vienen de la nada y se disuelven en la nada, y el argumento no cuaja por ser demasiado te¨®rico y abstracto, aunque el combate de Magriny¨¤ merece todo nuestro respeto, pues en el mundo de las drogas estamos s¨®lo al principio. Frente a la prohibici¨®n y la represi¨®n deben existir otros caminos mucho m¨¢s cient¨ªficos que morales o simplemente pol¨ªticos que al final son meramente inmorales. A debatir.