Bruselas pide a Francia que no ignore la voz del 49% de los europeos

La Comisi¨®n Europea envi¨® ayer un claro aviso a los votantes franceses al recordarles que son ya nueve los pa¨ªses que han ratificado la Constituci¨®n europea y que representan a 220 millones de habitantes, el 49% de la UE. "La voz de casi la mitad de la Uni¨®n Europea no puede ser ignorada", se?al¨® en un comunicado Margot Walstr?m, vicepresidenta del Ejecutivo comunitario.

Por ese motivo, Bruselas insisti¨® en que, ocurra lo que ocurra en el refer¨¦ndum franc¨¦s de ma?ana, el proceso de ratificaci¨®n debe continuar en los otros 15 pa¨ªses que a¨²n tendr¨¢n que pronunciarse a partir del lunes y antes de noviembre del a?o pr¨®ximo. Walstr?m lanz¨® esa advertencia a ra¨ªz de "la clara se?al para los franceses", en palabras de su portavoz, Mikolaj Dowgielewicz, que ayer emiti¨® Berl¨ªn al ratificar el nuevo Tratado constitucional s¨®lo dos d¨ªas antes de la consulta en Francia y cinco d¨ªas antes del siguiente refer¨¦ndum, convocado en Holanda.

Con 82 millones de habitantes (el 17% de la Uni¨®n), Alemania constituye hoy con Francia el motor de la construcci¨®n europea. El eje franco-alem¨¢n ha sido precisamente el mayor impulsor de la primera Constituci¨®n europea, cuyo futuro quedar¨¢ en el alero en caso de un no franc¨¦s. Por tanto, la alianza entre Par¨ªs y Berl¨ªn tambi¨¦n quedar¨ªa malherida si se produjera ese rechazo, que abrir¨ªa una crisis en la UE.

El eurodiputado alem¨¢n Elmar Brok, dirigente del Partido Popular Europeo (PPE) que represent¨® a la Euroc¨¢mara en la conferencia intergubernamental que redact¨® el proyecto constitucional, dijo ayer en otro comunicado que el refer¨¦ndum franc¨¦s tendr¨¢ "una importancia capital no s¨®lo para Francia, sino tambi¨¦n para Alemania y para Europa en su conjunto".

Brok se declar¨® "convencido" de que los franceses "confirmar¨¢n solemnemente su profundo compromiso con nuestro proyecto com¨²n", y record¨® que la alianza franco-alemana es "un ejemplo sin precedentes de unos antiguos enemigos que ahora se unen en una familia de pueblos".

El hecho de que los nueve pa¨ªses que han dado su luz verde al texto representen "a casi el 50% de la UE", como destac¨® Walstr?m, debe suponer "un importante llamamiento para los franceses y los holandeses", se?al¨® su portavoz, quien remach¨® as¨ª el aviso a ambos: "La votaci¨®n no afecta s¨®lo a sus pa¨ªses, sino al futuro de la Uni¨®n, su papel en el mundo, sus perspectivas pol¨ªticas y econ¨®micas".

Los pa¨ªses que ya han ratificado la Constituci¨®n son Lituania, Hungr¨ªa, Eslovenia, Grecia, Eslovaquia, Italia, Austria, Alemania y Espa?a, este ¨²ltimo el ¨²nico que lo ha hecho hasta ahora por refer¨¦ndum. Por tanto, de los pa¨ªses grandes del club, con excepci¨®n del especial caso del Reino Unido, son ya tres (Alemania, Italia y Espa?a) los que han dado su luz verde.

Objetivo com¨²n

Aun en el caso de un no franc¨¦s, como apuntan las encuestas, Bruselas destac¨® ayer que el proceso de ratificaci¨®n debe continuar. "El proceso debe completarse para que todos los europeos puedan expresar su opini¨®n sobre la Constituci¨®n", dijo el citado portavoz. Ocurra lo que ocurra en el refer¨¦ndum de ma?ana, ¨¦se es el mensaje conjunto que piensan lanzar por la noche el presidente de la UE, el luxemburgu¨¦s Jean-Claude Juncker, y el de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso.

En los ¨²ltimos d¨ªas, y a la vista de que el rechazo franc¨¦s crec¨ªa en las encuestas, el discurso oficial en la UE ha ido variando. Si antes se aseguraba que un no franc¨¦s supondr¨ªa una muralla casi insalvable para el futuro de la Constituci¨®n, ahora se precisa que el proceso de ratificaci¨®n continuar¨¢ porque tanto las instituciones europeas como los Estados, especialmente aquellos que ya han ratificado el texto, est¨¢n "unidos" en el objetivo com¨²n de que entre en vigor un Tratado aprobado el a?o pasado por los 25 Gobiernos.

Es m¨¢s, como se?alaron ayer los portavoces del Ejecutivo comunitario, es "cada Gobierno" el que tiene la responsabilidad de explicar a sus ciudadanos la Constituci¨®n y de convencerles de sus positivos efectos sobre "el empleo, el crecimiento, la seguridad o el medio ambiente". Es decir, el mensaje institucional del club apunta ya a qui¨¦n debe pagar los platos rotos: si los franceses dicen no, ser¨¢n el presidente Jacques Chirac y su Gobierno los que tengan que asumir las consecuencias y plantearse una posible rectificaci¨®n. Quiz¨¢s en una segunda consulta si el resultado es negativo pero muy ajustado, como ya hicieron Irlanda con el Tratado de Niza y antes Dinamarca con el de Maastricht.