Las caras del 's¨ª' y las del 'no'
El voto a favor de la Constituci¨®n ha encontrado m¨¢s adeptos en la clase media, el 'no' ha crecido en los barrios m¨¢s populares
Nunca Europa hab¨ªa suscitado tanta controversia en la sociedad francesa. Los debates para explicar la Constituci¨®n europea se suceden en las cadenas de televisi¨®n; cr¨®nicas y an¨¢lisis del texto invaden peri¨®dicos y librer¨ªas. Los franceses se forman una opini¨®n, quieren llegar a las urnas con las ideas claras. El 70% de los votantes se declara seguro de su elecci¨®n. En los ascensores, los bares, los pasillos de las oficinas, se repite la misma pregunta nada m¨¢s saludar: "Y t¨², ?qu¨¦ vas a votar el domingo?" "S¨ª", "no", "no s¨¦", se contesta rotundamente o a¨²n en la incertidumbre.
?Qui¨¦nes son estos fieles defensores de la Carta Magna europea, los que dejar¨¢n en la urna la papeleta s¨ª? ?Qui¨¦n votar¨¢ no sin dudar ni un segundo? ?Y los indecisos, que parecen tener la clave del refer¨¦ndum? ?Se puede dibujar un retrato robot de las caras del s¨ª y las del no?
"Resulta dif¨ªcil dibujar el perfil claro de los votantes del s¨ª y los del no", explica Carine Marc¨¦, subdirectora de estudios en el departamento de Opini¨®n y Pol¨ªtica del instituto de sondeos TNS-Sofres. Las encuestas se realizan con una muestra de entre 800 y 1.000 personas sobre un cuerpo electoral de m¨¢s de 40 millones. Sin embargo, matiza Marc¨¦, se pueden destacar "constantes". Tras cruzar par¨¢metros de edad, sexo, profesi¨®n y orientaci¨®n pol¨ªtica, los sondeos dejan vislumbrar las caras del s¨ª y las del no.
- EL 'S?'. Varones de m¨¢s de 65 a?os; clase media y alta; mujeres liberales. La construcci¨®n europea es demasiado importante para ponerla en tela de juicio. Es el argumento clave de personas mayores de 65 a?os que conocieron la II Guerra Mundial y fueron los testigos de todo el proceso de la construcci¨®n europea. Suelen vivir en grandes ciudades, como Par¨ªs, y ser militantes de las conservadoras Uni¨®n por la Democracia Francesa (UDF) y Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) del presidente Jacques Chirac. Los defensores del s¨ª son mayor¨ªa en los dos partidos: el 80% y el 75%, respectivamente, seg¨²n TNS-Sofres. J¨¦r?me Fourquet, director de estudios en el departamento de Opini¨®n P¨²blica del instituto IPSOS, a?ade que la cara del s¨ª es tambi¨¦n un empresario de m¨¢s de 39 a?os, una mujer din¨¢mica, urbana y de derechas. "Adem¨¢s de su compromiso proeuropeo, los votantes del s¨ª no quieren deslegitimar al Gobierno, al presidente Chirac y a los l¨ªderes de la mayor¨ªa parlamentaria que llamaron a votar s¨ª. No quieren debilitar a sus dirigentes".
- EL 'NO'. Obrero comunista; la extrema derecha. Las caras del no son muy heterog¨¦neas, aunque tengan un punto en com¨²n: pertenecen a partidos radicales, de extrema izquierda o derecha. "?Basta ya! La Constituci¨®n europea no es buena para Francia": el argumento podr¨ªa ser del Partido Comunista (PC) o del Frente Nacional (FN). El 90% de los afiliados al PC o al FN dicen que dejar¨¢n en las urnas, sin ninguna duda, la papeleta del no, seg¨²n una encuesta de TNS-Sofres. Se trata sobre todo de la clase popular, obrera, que se enfrenta a una situaci¨®n econ¨®mica dif¨ªcil y que vive en una regi¨®n marcada por la desindustrializaci¨®n. Para ellos, Europa no cambia las cosas. Fourquet insiste en que "el debate sobre la Constituci¨®n europea se mezcla con intereses y preocupaciones sociales nacionales". "En la izquierda", explica Fourquet, "hay un temor a que la Constituci¨®n europea ponga en peligro los servicios p¨²blicos, favorezca la descentralizaci¨®n y entonces amenace el empleo". En cuanto a la extrema derecha, la Carta Magna europea es "el primer paso hacia una Europa federal", lo que es "una amenaza a la soberan¨ªa nacional de Francia". "El no es popular, social y nacional", declar¨® Carl Lang, el n¨²mero tres del FN. El no a la Constituci¨®n europea se convirti¨® en un voto de castigo al Gobierno de Jean-Pierre Raffarin y al presidente Chirac.
E INDECISOS. Mujeres j¨®venes sin preferencia pol¨ªtica; socialistas.
A cara o cruz, as¨ª podr¨ªan votar los indecisos. Para los analistas, son la clave del escrutinio porque representan entre el 18% y 24%, seg¨²n las encuestas. En las elecciones presidenciales de 2002, los indecisos esperaron al ¨²ltimo momento para decidirse. La diferencia con el pr¨®ximo domingo es que no hay segunda vuelta. Marc¨¦ explica que el indeciso es una persona que "no tiene preferencia pol¨ªtica" y cuya actitud es "dif¨ªcil de prever". TNS-Sofres apunta que se trata en general de mujeres activas, de entre 35 y 49 a?os, y simpatizantes del Partido Socialista (PS). Fourquet comenta que "sus corazones dan vueltas entre su representaci¨®n de la sociedad, m¨¢s social, y lo que est¨¢ en juego con el refer¨¦ndum". Las divisiones del PS, entre partidarios (Hollande) y opositores (Fabius) al texto europeo, no les facilitan las cosas. Los indecisos esperar¨¢n al ¨²ltimo momento y son los que m¨¢s tendr¨¢n en cuenta las ¨²ltimas encuestas. El miedo de la victoria del no podr¨ªa llevarles a votar s¨ª, y viceversa. Un sondeo publicado ayer por Le Figaro daba vencedor al no con 55%. Marc¨¦ es optimista: "Los movimientos de opini¨®n siempre son posibles. La victoria del s¨ª no est¨¢ descartada".
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