?L¨¢stima!

El Consejo Audiovisual de Andaluc¨ªa era un ¨®rgano esperado y deseado. La importancia que los medios audiovisuales han adquirido para el conjunto de la sociedad hac¨ªa m¨¢s que necesaria la presencia de un ¨®rgano que viniese a clarificar, ordenar y a velar por el respeto a la objetividad, la pluralidad y la independencia informativa en el variopinto espacio audiovisual con que nos encontramos en Andaluc¨ªa.

Se repite con asiduidad que aquello que no est¨¢ en los medios no existe. A nadie extra?ar¨¢, pues, el inter¨¦s y las expectativas que hab¨ªa despertado la creaci¨®n del Consejo Audiovisual de Andaluc¨ªa. Un ¨®rgano que, de acuerdo con la ley que regula su creaci¨®n, "responde a la necesidad de contar con un referente social de prestigio que propicie la conciliaci¨®n de los intereses" de los agentes que se congregan en torno al sector audiovisual con los de los ciudadanos andaluces.

Una ley y un ¨®rgano que, a la luz de los ¨²ltimos acontecimientos, va camino de quedar en papel mojado. Como no pod¨ªa ser de otra forma, el desencuentro entre PP y PSOE ha impregnado tambi¨¦n el Consejo Audiovisual de Andaluc¨ªa y lo que se calific¨® como "referente social" se ha diluido hasta convertirse en un instrumento m¨¢s para la confrontaci¨®n entre los partidos centralistas. Y hemos asistido al hecho de que, una vez m¨¢s, ambas formaciones pol¨ªticas han trasladado su ya habitual pugna a una cuesti¨®n donde nunca deber¨ªa haberse dado.

El Grupo Andalucista, consciente, por la simple acumulaci¨®n de experiencias anteriores, de que este enfrentamiento podr¨ªa llegar tambi¨¦n al Consejo Audiovisual, insisti¨® y mantuvo hasta final entre sus propuestas para la Ley de creaci¨®n de este ¨®rgano la importancia de lograr en el Consejo Audiovisual de Andaluc¨ªa un nivel de consenso elevado. Es decir que en la elecci¨®n de sus miembros se requiriese en el Parlamento -la instituci¨®n en la que reside la soberan¨ªa popular andaluza- una mayor¨ªa de dos tercios y no de tres quintos, como al final se ha aprobado. Y, en un paso m¨¢s, que en caso de ser tres quintos, se exigiese como m¨ªnimo el consenso de tres grupos parlamentarios. Los andalucistas entendemos que ello hubiese abierto las puertas a un mayor consenso y a una mayor representatividad. Otros -la mayor¨ªa- no lo creyeron necesario u oportuno y les bast¨® con el respaldo probable y seguro de los tres quintos.

Hoy, estamos ante un largo y doloroso parto que no ha permitido el deseado y necesario consenso de los grupos parlamentarios en un ¨®rgano de tanta relevancia como se deseaba para el Consejo Audiovisual de Andaluc¨ªa. Al final, perdemos todos y, sobre todo, pierden los andaluces que, una vez m¨¢s, presencian c¨®mo los pol¨ªticos no hemos estado a la altura de las circunstancias. ?L¨¢stima!

Jos¨¦ Calvo Poyato es portavoz parlamentario del Partido Andalucista.