"La Edad Media es la vida en estado puro"
Ana Mar¨ªa Matute (Barcelona, 1925) ser¨¢ una de las reinas de la Feria del Libro y eso que no va a firmar ejemplares. "Es que tengo 80 tacos", dice. Ha presentado su Trilog¨ªa medieval, que re¨²ne tres de sus novelas emblem¨¢ticas -La torre vig¨ªa (1971), Olvidado rey Gud¨² (1996) y Aranmanoth (2000)-, que acaba de publicar Destino. Y el 10 de junio, el ¨²ltimo viernes de feria, el Grupo Planeta dar¨¢ una gran fiesta para celebrar sus 80 a?os. Los cumple en julio y est¨¢ como unas casta?uelas. Lo m¨¢s divertido es que hasta ahora se quitaba o le quitaban un a?o. La escritora conserva su feroz sentido del humor, se r¨ªe de todo y sobre todo de s¨ª misma.
Pregunta. En serio, ?cu¨¢ndo naci¨®? ?En 1925 o en 1926?
"Olvidado rey Gud¨²' es el libro que so?¨¦ desde ni?a y el que m¨¢s cerca ha estado de ser lo que he so?ado"
"Por dentro me siento igual que de ni?a. Mi visi¨®n del mundo es la misma que cuando ten¨ªa 15 a?os"
"A¨²n sufro desenga?os, o sea que a¨²n conservo algo de juventud. Tengo muchas ganas de vivir"
"Me siento un poco sola, cuando viv¨ªa el amor de mi vida, el gran vikingo, todo era diferente"
Respuesta. En 1925.
P. ?Y por qu¨¦ se ha dicho siempre que fue en 1926?
R. Porque todo lo m¨ªo tiene que ser as¨ª, raro, equivocado. Yo misma soy una equivocaci¨®n de la naturaleza. Eso pas¨® cuando ten¨ªa 19 a?os. En Destino me iban a publicar Peque?o teatro, que hab¨ªa escrito a los 17. En aquella ¨¦poca, me ten¨ªan que sacar las palabras con sacacorchos, total que me arm¨¦ un l¨ªo y me pusieron un a?o menos. Como soy tan t¨ªmida y perezosa, estos son mis dos grandes escollos, pues ya no lo arregl¨¦ y, adem¨¢s, c¨®mo iba yo a decirles a aquellos se?ores tan serios que ten¨ªa un a?o m¨¢s. Me supo mal, porque quer¨ªa aparecer mayor y m¨¢s seria, en cambio ahora...
P. Siempre dice que es rara, ?por qu¨¦?
R. Tuve muchos problemas de peque?a. Era tartamuda y las monjas, aquellas angelitas negras y nunca mejor dicho porque eran las Damas Negras, se burlaban de m¨ª. Tambi¨¦n ten¨ªa miedo a mi madre, con lo que la he querido siempre, pero entonces ¨¦ramos como el agua y el aceite.
P. Lo super¨®.
R. S¨ª, porque me gustaba mucho leer y escrib¨ªa desde los cinco a?os y, sobre todo, porque cre¨¦ un mundo especial para m¨ª. Adem¨¢s, mi tartamudez no fue un problema f¨ªsico sino ps¨ªquico.
P. Y, ahora, a punto de cumplir 80 a?os, ?c¨®mo se siente?
R. Muy bien. Afortunadamente, he salido de un periodo de salud delicada. De la cabeza sigo tan mal como siempre [lo dice ri¨¦ndose a carcajadas] y por dentro me siento igual que de ni?a. He evolucionado, claro, pero mi mirada hacia el mundo sigue siendo la misma que cuando ten¨ªa 15 a?os.
P. Se la ve llena de ilusi¨®n con la reedici¨®n de los libros y con la fiesta en la feria.
R. Es que tengo mucha ilusi¨®n. Todav¨ªa sufro desenga?os y eso quiere decir que a¨²n conservo algo de juventud. Tengo muchas ganas de vivir. No quiero morirme para nada. Me canso f¨ªsicamente, tengo artrosis, problemas de v¨¦rtebras, me han operado de cataratas, no oigo bien...
P. Exagera usted.
R. No, y adem¨¢s soy perezosa hasta morir.
P. Vuelve a exagerar.
R. Para nada, incluso escrib¨ª un cuento, de jovencita, que se titulaba No hacer nada. El viejo Verg¨¦s me dijo que era demasiado, que no lo pod¨ªa publicar en Destino, me refiero a la revista.
P. ?De qu¨¦ iba?
R. Era la historia de un chico de un pueblo castellano, que estaba tan harto, tan harto, que se fue al campo y se tumb¨® y no hizo nada, ni comi¨®, ni bebi¨®, ni orin¨®. Se muri¨® y los animales se lo comieron. Le puse una ¨²ltima l¨ªnea que era una boutade: "?Por Cristo que bien lo pas¨®!". Luego, cuando se reedit¨®, la quit¨¦.
P. ?Cuando public¨® La torre vig¨ªa imagin¨® que iba a ser una trilog¨ªa?
R. Qu¨¦ va. Ninguna novela tiene que ver con la otra, lo ¨²nico en com¨²n es que pasan en la Edad Media y son las tres ¨²ltimas que he escrito. Siempre he sentido pasi¨®n por la historia antigua y medieval.
P. ?Es una novela de caballer¨ªas, como se ha dicho?
R. En absoluto. Se apoya en ese pretexto para contar otras cosas. Es la historia de un chico muy solo que busca a alguien con quien hablar. No hay magia a su alrededor, pero ¨¦l crea su propia magia. No pas¨® de los 15 a?os, pero como dice al final del libro, "a veces se me oye, durante las vendimias. Y algunas tardes, cuando llueve". ?Verdad que es bonito? ?Hala, Matute, sigue por ese camino! Cuando algo me gusta me jaleo a m¨ª misma. A veces yo tambi¨¦n me siento un poco sola.
P. ?S¨ª?
R. Es mi estado natural. Cuando viv¨ªa el amor de mi vida, el gran vikingo como le llamaba, siempre habl¨¢bamos. Me entend¨ªa, me respetaba... y yo hac¨ªa lo que me daba la gana. Cuando muri¨®, todo cambi¨®.
P. Pasaron 25 a?os hasta Olvidado rey Gud¨².
R. Tuve una depresi¨®n muy fuerte. Sufr¨ªa mucho y no pod¨ªa escribir. No hab¨ªa motivo. Hab¨ªa recuperado a mi hijo, que tras la separaci¨®n, se hab¨ªa quedado con su padre; ten¨ªa ¨¦xito; mis libros se traduc¨ªan; viajaba por todo el mundo con mi amor y, de repente, me entr¨® la depresi¨®n. No s¨¦ por qu¨¦.
P. Cuando lo public¨® fue como una explosi¨®n.
R. Es el libro que so?¨¦ desde ni?a y el que m¨¢s cerca ha estado de ser lo que he so?ado. Fue creciendo conmigo, como un ¨¢rbol. No lo han entendido, porque no lo han le¨ªdo.
P. Pues de los suyos es el que m¨¢s se ha vendido.
R. Los lectores s¨ª, claro. Los otros [los cr¨ªticos] no se enteraron de nada, porque no lo leyeron. Dijeron ah¨ª est¨¢ la Matute con sus cosas fant¨¢sticas y se acab¨®. No es un libro fant¨¢stico, es m¨¢gico.
P.
Aranmanoth es un viaje inici¨¢tico y quiz¨¢ el m¨¢s triste.
R. En los tres hay tristeza. Aranmanoth es el choque brutal de la nobleza con la hipocres¨ªa. La Edad Media es la vida en estado puro. Conviven lo m¨¢s brutal y lo m¨¢s espiritual, lo m¨¢s grosero con lo m¨¢s refinado. Francisco Rico me dijo que yo escribo con rigor sobre esa ¨¦poca, pero mi Edad Media es muy particular, es mi propia visi¨®n.
P. En los tres libros, los bosques, los ¨¢rboles, la naturaleza, tienen un enorme protagonismo.
R. Los bosques son mi medio natural. Mi madre ten¨ªa una finca maravillosa en La Rioja, los ni?os pas¨¢bamos all¨ª el verano. La expropiaron y qued¨® sumergida porque construyeron un pantano. Para mis padres fue un disgusto enorme. Yo me pasaba el d¨ªa perdida en los bosques.
P. ?Qu¨¦ hac¨ªa?
R. Pasear, ver, respirar. Un d¨ªa me encontr¨¦ con un macho cabr¨ªo que me miraba fijamente. Ten¨ªa los ojos amarillos y una enorme cornamenta. ?Es el diablo!, pens¨¦. Volv¨ª a casa corriendo y gritando. ?Mam¨¢, mam¨¢, he visto al diablo! Y ella me contest¨® muy secamente: "?T¨²? No me extra?a". Eso era lo que pensaban de m¨ª, que era muy rara.
P. Cuenta usted las historias como nadie. Es una gran narradora oral.
R. En eso tiene raz¨®n. Cuando yo cuento un cuento los ni?os lo dejan todo. Ni televisi¨®n, ni Internet, ni videojuegos... se quedan encandilados. Nunca han visto a una vieja que ponga tantas caras.
P. Usted interpreta todos los papeles. Es una gran payasa.
R. Es cierto. El gran vikingo, el amor de mi vida, siempre me llamaba payasa. Ten¨ªa raz¨®n.
P. ?Sigue escribiendo Para¨ªso inhabitado?
R. S¨ª, aunque me canso f¨ªsicamente. Va de los a?os treinta a los cincuenta.
P. La Rep¨²blica, la guerra, la posguerra. Seguro que ser¨¢ de llorar.
R. De llorar much¨ªsimo. Es la ¨²nica novela en la que hay peque?as cosas autobiogr¨¢ficas, aunque el personaje no tiene nada que ver conmigo. Es una persona mayor que recuerda la ra¨ªz de muchas cosas de su vida, el deseo sobre todo. Siempre estuvo a las puertas del para¨ªso en el que nunca entra, porque si se cumple el deseo se rompe el sue?o.
Ana Mar¨ªa Matute se siente especialmente contenta estos d¨ªas. Destino acaba de reunir sus tres novelas medievales, La torre vig¨ªa, Olvidado rey Gud¨² y Aranmanoth, y adem¨¢s recibir¨¢ un homenaje en la feria porque cumple 80 a?os. Conserva todo su entusiasmo y su humor feroz
Babelia
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