Experimentos para una coalici¨®n
Los pactos entre PSOE y BNG han fracasado con estr¨¦pito en Vigo, pero dan estabilidad a otras instituciones locales
Una gran noticia se producir¨¢ hoy en el pleno del ayuntamiento de Vigo, la primera ciudad de Galicia: PSdeG-PSOE y BNG se pondr¨¢n de acuerdo en algo. Casi por primera vez en a?o y medio, se har¨¢ visible ante los ciudadanos que la alcaldesa, Corina Porro, del PP, gobierna en minor¨ªa con el apoyo ¨²nicamente de 10 concejales en una corporaci¨®n donde los dos partidos de la izquierda gallega suman 15.
A nadie le parece casual que hayan tenido que llegar las elecciones auton¨®micas para que socialistas y nacionalistas presenten una iniciativa conjunta en Vigo, una declaraci¨®n en la que se acusa a la alcaldesa de no cumplir los acuerdos del pleno. Las calamitosas relaciones entre ambos en la mayor ciudad de Galicia han proporcionado abundante munici¨®n al PP para desacreditar de antemano el probable Gobierno de coalici¨®n que PSOE y BNG formar¨ªan en la Xunta si Manuel Fraga pierde la mayor¨ªa absoluta en las elecciones auton¨®micas del 19 de junio. Tanto se han enemistado los antiguos socios en el Ayuntamiento de Vigo -gobernaron conjuntamente durante ocho a?os- que la alcaldesa del PP, a pesar de su precaria situaci¨®n, se maneja con toda comodidad. Porro ha pactado la pol¨ªtica urban¨ªstica con el BNG frente a la feroz oposici¨®n del PSOE, mientras aprobaba los presupuestos gracias a la abstenci¨®n socialista.
No remover el pasado
"Lo que est¨¢ ocurriendo en Vigo", asegura el portavoz municipal nacionalista, Santiago Dom¨ªnguez, "no es producto de diferencias ideol¨®gicas, sino de la situaci¨®n creada por una persona que no supo entender en qu¨¦ consiste un gobierno de coalici¨®n". No hace falta que Dom¨ªnguez cite el nombre para identificar al destinatario de su reproche. Se llama Ventura P¨¦rez Mari?o, fue juez de la Audiencia Nacional y sali¨® elegido alcalde de Vigo por el PSOE en junio de 2003. No lleg¨® a final de a?o. Las diferencias sobre la pol¨ªtica urban¨ªstica hicieron saltar el gobierno de coalici¨®n antes de que pasaran seis meses.
P¨¦rez Mari?o prefiere no remover el pasado en un momento de tanta trascendencia pol¨ªtica y declin¨® hacer comentarios para este reportaje. El nacionalista Dom¨ªnguez -que ha sustituido como l¨ªder local del BNG al que fuera alcalde en el anterior mandato, Lois Castrillo, en un intento de distender las relaciones con el PSOE- barre para casa cuando se le pide que extraiga una lecci¨®n sobre los desencuentros de la izquierda en la ciudad: "Cuando nosotros tuvimos la alcald¨ªa, el gobierno dur¨® cuatro a?os. Est¨¢ claro que para que haya estabilidad en la Xunta el presidente tiene que ser nuestro candidato, Anxo Quintana".
El episodio de Vigo erosion¨® la credibilidad de la alternativa a Fraga y, durante algunas semanas, puso en peligro los pactos entre PSOE y BNG para formar coaliciones en una treintena de municipios gallegos. Incluso estuvo a punto de echar por tierra una de las principales conquistas de la izquierda en las municipales de 2003, la Diputaci¨®n Provincial de A Coru?a, la ¨²nica de las cuatro gallegas en la que el PP no hab¨ªa conseguido la mayor¨ªa absoluta. La Diputaci¨®n se constituy¨® con varios meses de retraso por reclamaciones electorales, y cuando lleg¨® el momento de elegir nuevo presidente, la crisis de Vigo estaba en su fase cr¨ªtica. Hasta minutos antes de la votaci¨®n, los diputados del BNG no aclararon si votar¨ªan al socialista Salvador Fern¨¢ndez Moreda. Tomaron la decisi¨®n en el ¨²ltimo instante, tras recibir una llamada telef¨®nica que confirmaba que P¨¦rez Mari?o hab¨ªa aceptado someterse a una cuesti¨®n de confianza, como le exig¨ªa el BNG de Vigo.
Sin conflicto en A Coru?a
Todos los augurios eran p¨¦simos para el futuro del pacto en la Diputaci¨®n coru?esa. No s¨®lo por el mal comienzo sino por las tendencias pol¨ªticas que se atribu¨ªan al nuevo presidente. Fern¨¢ndez Moreda es tambi¨¦n concejal de A Coru?a en el equipo del alcalde, Francisco V¨¢zquez, el gran fustigador del nacionalismo en el PSOE gallego. Un a?o y medio despu¨¦s de su elecci¨®n, Moreda puede presumir con orgullo: "No es que no hayan trascendido problemas entre nosotros y el BNG. Es que no los ha habido. Si hay un ejemplo para la futura coalici¨®n en la Xunta, es ¨¦ste".
Frente a las convulsiones de Vigo, el gobierno de coalici¨®n en A Coru?a no ha generado un solo conflicto. Moreda explica que tuvo en cuenta los fracasos de los pactos en otras instituciones para no repetir un error muy frecuente, la divisi¨®n del gobierno en dos ¨¢reas casi independientes en las que cada partido gestiona sin rendir cuentas al otro: "Yo dej¨¦ claro desde el primer momento que era el presidente de toda la Diputaci¨®n. Y aqu¨ª ten¨ªa que haber un proyecto com¨²n para la provincia que se cumpliese con lealtad. As¨ª ha sido".
El problema enquistado en Vigo ha oscurecido ese ¨¦xito, como tambi¨¦n los de Santiago, donde el socialista Xos¨¦ S¨¢nchez Bugallo lleva seis a?os de alcalde con el apoyo del BNG, o Pontevedra, donde es el nacionalista Miguel Fern¨¢ndez Lores quien encabeza la coalici¨®n. En el caso de Pontevedra, el pacto ha resistido incluso a las arremetidas de una parte de la izquierda sindical y de la empresa de celulosas Ence -propiedad de Caixa Galicia, uno de los grandes poderes financieros de la comunidad- por los planes del gobierno municipal de trasladar una f¨¢brica instalada junto la r¨ªa. "Siempre se dijo que Pontevedra era una ciudad de derechas y ahora, ya ve: hay un gobierno de izquierdas, con una pol¨ªtica laica, que no se arredra ante las presiones del gran capital y que ha contribuido al crecimiento urbano y econ¨®mico", dice el alcalde nacionalista, quien tambi¨¦n pone el ejemplo de su municipio para una hipot¨¦tica coalici¨®n en la Xunta: "Esto demuestra que es posible el acuerdo. Pontevedra, como Galicia, era una ciudad estancada y pesimista. Pero la hemos podido cambiar con el respaldo de la ciudadan¨ªa".
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