Rouco y las v¨ªctimas del 11-M reh¨²san recibir a los islamistas marroqu¨ªes
Saedin el Otmani, el l¨ªder de los islamistas legales marroqu¨ªes, no empez¨®, el pasado fin de semana, con buen pie, su primera visita a Madrid. Ni la Asociaci¨®n de Afectados por el 11-M ni el cardenal arzobispo de Madrid, monse?or Antonio Mar¨ªa Rouco Varela, aceptaron recibirle a ¨¦l y a la delegaci¨®n que encabeza pese a que hab¨ªan pedido las citas con semanas de antelaci¨®n, seg¨²n la formaci¨®n islamista.
El Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD) es la tercera fuerza pol¨ªtica de Marruecos y, si en las elecciones legislativas de 2002 se hubiese presentado en todas las circunscripciones, ser¨ªa, probablemente, la primera. Es tambi¨¦n el primer partido marroqu¨ª que se costea un viaje a Espa?a con el prop¨®sito, entre otros, de entrevistarse con el arzobispo de Madrid, con las v¨ªctimas del 11-M y con inmigrantes.
Si estas dos instituciones han dado largas a sus peticiones de cita -Cristina Salado, vocal de la asociaci¨®n, explic¨® que ten¨ªan "problemas de agenda"- no as¨ª otros interlocutores como el presidente del Congreso, Manuel Mar¨ªn, que tiene previsto recibirles, e IU, PSOE y PP, en cuyas sedes se reunir¨¢n, respectivamente, con Gaspar Llamazares, Trinidad Jim¨¦nez y Jorge Moragas.
Un partido legal
Manuel Mar¨ªn, que se reuni¨®, en marzo, en Rabat, con El Otmani, ya conoc¨ªa a qui¨¦n llamaba a su puerta. Otros de los que recibieron la solicitud de cita del partido islamista se quedaron algo desconcertados y pidieron asesoramiento al embajador de Marruecos, Omar Aziman. ?ste les record¨® que se trataba de un partido legal y que no hab¨ªa inconveniente alguno.
El secretario general del PJD y su equipo viajaron a Espa?a en coche y empezaron, el s¨¢bado, su gira por C¨®rdoba, cuya alcaldesa, Rosa Aguilar, les recibi¨®. Una vez en Madrid, su primera cita fue con Mustaf¨¢ M'Rabet, presidente de la Asociaci¨®n de Trabajadores Inmigrantes Marroqu¨ªes en Espa?a. Lahcen Daudi, miembro de la delegaci¨®n, explic¨® que el objetivo del viaje era presentar "la verdadera imagen del partido, el polo opuesto de la que divulgan los medios de comunicaci¨®n". El Otmani repite ante sus interlocutores extranjeros que su formaci¨®n es como el PJD turco, con el que comparte el nombre, y que es homologable a la democracia cristiana europea. Su condena del 11-M fue rotunda.
Este lenguaje seductor no logra hacer olvidar las frecuentes meteduras de pata de varios dirigentes islamistas y de Attajid, el diario que les es af¨ªn. En un editorial, en enero, sostuvo que el maremoto que devast¨® las costas africanas, era un "castigo divino" por tolerar el turismo sexual. Ese mismo peri¨®dico critic¨® con dureza los festivales de m¨²sica, porque fomentan la homosexualidad y el consumo de drogas, y el grupo parlamentario ha arremetido contra la supuesta impudicia de pel¨ªculas marroqu¨ªes que en Europa hubiesen parecido castas.
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