El Papa defiende en su primer viaje en Italia la unidad de los cristianos

Benedicto XVI realiz¨® ayer su primera salida oficial del Vaticano para clausurar el Congreso Eucar¨ªstico de Bari. Su visita a la ciudad del sureste convoc¨® a unas 150.000 personas, menos de las que se preve¨ªan, que asistieron a la misa papal y escucharon una homil¨ªa en la que Joseph Ratzinger compar¨® el mundo contempor¨¢neo con un "desierto espiritual" y anunci¨® "gestos concretos" para conseguir la unidad cristiana con protestantes y ortodoxos. Benedicto XVI destac¨® tambi¨¦n la necesidad de "redescubrir la alegr¨ªa del domingo cristiano".

Hac¨ªa mucho calor en Bari y la explanada de Marisabella, donde se celebr¨® la misa, no lleg¨® a llenarse de gente como estaba previsto. M¨¢s de 500 personas tuvieron que ser atendidas por insolaciones y desmayos. A su llegada, en torno a las nueve de la ma?ana, el Papa circul¨® entre la multitud a bordo del papam¨®vil y recibi¨® las habituales aclamaciones. Se reforz¨® sin embargo la impresi¨®n, ya sugerida en d¨ªas pasados desde el propio entorno papal, de que Benedicto XVI no deseaba hacer de los actos de masas -tan habituales con su predecesor, Juan Pablo II- una de las claves de su pontificado.

Los grandes encuentros no van con su car¨¢cter ni con el estilo que quiere imprimir a su gesti¨®n. Seg¨²n una frase que circula por el Vaticano, al Papa Ratzinger "hay que leerle, no verle en televisi¨®n". Los pr¨®ximos viajes en la agenda, como el de agosto a Colonia para presidir la Jornada Mundial de la Juventud y el que en julio de 2006 le llevar¨¢ a Valencia, con motivo del Encuentro Mundial de la Familia, dar¨¢n la medida de la eficacia de sus desplazamientos pastorales.

Benedicto XVI bas¨® la homil¨ªa de Bari en su conocido desacuerdo con la laicidad occidental. "Ni siquiera para nosotros", dijo, "es f¨¢cil vivir como cristianos. Desde un punto de vista espiritual el mundo en que nos encontramos, marcado a menudo por un consumismo desenfrenado, por la indiferencia religiosa y por un secularismo cerrado a la trascendencia, puede parecer un desierto".

Y subray¨® la prioridad del proyecto ecum¨¦nico. "Aqu¨ª en Bari, ciudad que custodia los restos de San Nicol¨¢s, tierra de encuentro y di¨¢logo con los hermanos cristianos de Oriente, querr¨ªa insistir en mi voluntad de asumir como empe?o fundamental el de trabajar con todas mis energ¨ªas en la reconstrucci¨®n de la unidad plena y visible de todos los seguidores de Cristo", proclam¨®. Como se?al de su voluntad de encuentro con los ortodoxos, una de las lecturas evang¨¦licas fue realizada en griego.

Uniones civiles

Entre las autoridades civiles que le recibieron figuraba el presidente regional, Nichi Vendola, elegido en abril. Vendola, comunista, cat¨®lico y homosexual, rog¨® al Papa a trav¨¦s de declaraciones a la prensa que "abriera la mano" en cuestiones como las uniones civiles entre personas del mismo sexo, a las que la Iglesia cat¨®lica se opone con firmeza.

En el viaje de regreso a Roma, el helic¨®ptero papal descendi¨® hacia un campo deportivo de la localidad de Duronia y, sin que el aparato llegara a posarse en el suelo, Benedicto XVI envi¨® una inaudible bendici¨®n a un millar de personas. Duronia es la localidad natal del piloto del helic¨®ptero, Tonino Berardo.