La polic¨ªa identifica a 410 miembros de las bandas Latin King y los ?etas
Ambos grupos se caracterizan por su violencia en luchas rivales y pasi¨®n por las armas
La Brigada Provincial de Informaci¨®n ha identificado en los ¨²ltimos meses a 410 integrantes de las bandas de los ?etas y los Latin King. Estos grupos, que se caracterizan por su violencia en luchas rivales, est¨¢n formados por ecuatorianos, dominicanos y colombianos, principalmente. Distritos como Villaverde, Carabanchel, Vallecas y Tetu¨¢n son los frecuentados por estas bandas, aunque los agentes de la Jefatura Superior de Polic¨ªa tambi¨¦n comienzan a detectarlos en localidades de la periferia como Alcorc¨®n o M¨®stoles. Sus integrantes suelen tener entre 12 y 20 a?os.
Latin King es un grupo que surgi¨® entre los a?os cuarenta y cincuenta en Chicago como reacci¨®n a los abusos que sufr¨ªan los latinoamericanos por parte de los funcionarios de prisiones y de algunos presos. Los ?etas, por su parte, fueron creados entre 1960 y 1970 en Puerto Rico.
En ambos casos se trata de organizaciones muy r¨ªgidas, en las que hay un l¨ªder muy claro que tiene diversos lugartenientes que obedecen las ¨®rdenes del primero. Entre el 70% y el 80% de sus integrantes tienen menos de 18 a?os. La edad de iniciaci¨®n suele ser a los 12 o 13 a?os. Para entrar, es necesario ser de la misma nacionalidad que el jefe. Adem¨¢s, los novicios tienen que pasar algunas pruebas, como participar en ri?as tumultuarias con las bandas rivales o cometer alg¨²n atraco (robo con violencia o intimidaci¨®n) en plena calle. De hecho, ¨¦sta suele ser la forma de financiar las cuotas que tienen que pagar a la organizaci¨®n (entre 30 y 50 euros al mes) y comprar la ropa o los grandes colgantes de oro que llevan al cuello, seg¨²n fuentes de la Brigada Provincial de Informaci¨®n.
Llevan vaqueros anchos, con grandes sudaderas y zapatillas de deportes, adem¨¢s de algunos pa?uelos de color azul. Les encanta el hip-hop y el rap, que han convertido en sus himnos.
La nacionalidad ecuatoriana es la predominante en estos grupos, con un 70% de los integrantes, seguida de la dominicana (15%), la colombiana (7%) y en menor medida, la brasile?a, la peruana y la espa?ola. "No representan una amenaza para los madrile?os en general, ya que las disputas y las guerras las mantienen entre ellos. Quedan en un parque 15 ¨® 20 integrantes de cada banda y resuelven sus rivalidades a palos y con armas blancas", se?ala un mando policial.
Por lo general, estas bandas est¨¢n constituidas por la segunda generaci¨®n de inmigrantes que reside en Espa?a. Son j¨®venes con familias desestructuradas, cuyos padres trabajan fuera de casa, por lo que tienen mucho tiempo libre. Carecen de trabajo y no suelen ir a estudiar porque les aburre.
Muchas horas en la calle
Eso les hace estar muchas horas en la calle, fuera del control paterno. "A veces, uno de los padres est¨¢ en el pa¨ªs de origen y el otro en Espa?a, pero intentando ganar dinero para traerse al resto de la familia", explica el responsable policial. Conforme crecen y pasan los 20 a?os, los pandilleros suelen dejar estos grupos e intentan formar una familia.
En septiembre del a?o pasado, la Brigada Provincial de Informaci¨®n cre¨® el Grupo XXI dedicado en exclusiva a controlar a estas bandas. Desde entonces, han detenido a 50 integrantes de ambos grupos. Uno de los casos m¨¢s importantes fue la resoluci¨®n del homicidio de Jes¨²s Rafael Amaya D¨ªaz, un ecuatoriano de 20 a?os, ocurrido el domingo 14 de noviembre del a?o pasado en la plaza de Cantoria (Carabanchel). Otro homicidio atribuido a estos grupos ocurri¨® el pasado 30 de abril, cuando el ecuatoriano Walter Javier L¨®pez Le¨®n, de 29 a?os, muri¨® apu?alado supuestamente por miembros de los ?etas en la plaza de Pe?uelas, en Arganzuela.
El resto de detenciones se ha debido a peleas, reyertas y lesiones entre bandas rivales. "No se trata de hechos generalizados con terceras personas, salvo en el caso de los atracos callejeros. Pero, adem¨¢s, muchas veces esos robos los cometen contra integrantes de la banda rival", explican fuentes policiales. En todos los casos, los nuevos miembros tienen que demostrar su valent¨ªa y son los que perpetran estos atracos o los que protagonizan las reyertas. Como son inimputables a tenor de la Ley Penal del Menor, act¨²an con total impunidad.
Estas bandas se mueven por todos los distritos de la capital, menos los que tienen un mayor nivel de renta como Salamanca o Chamart¨ªn. Tienen sus territorios perfectamente diferenciados. La zona de Vallecas suele estar dominada por Los ?etas, mientras que Usera, Villaverde y Ciudad Lineal est¨¢ controlado por los Latin King.
Los agentes suelen tener dificultades para localizarlos, ya que no acuden con regularidad a sus domicilios. Pernoctan en casas de amigos, conocidos o familiares, adem¨¢s de con las parejas. Las mujeres tambi¨¦n integran estos grupos violentos, pero en menor proporci¨®n. Muchas veces las disputas se inician porque alguna de ellas acusa a otro joven de haberle mirado mal o haber intentado seducirla. Los parques p¨²blicos y, sobre todo, las canchas de baloncesto son los lugares preferidos de las pandillas para reunirse.
Los municipios de la periferia han sido hasta hace pocas semanas ajenos a estos grupos violentos, pero los agentes de Informaci¨®n han detectado en este periodo que algunos chavales de Alcorc¨®n o M¨®stoles est¨¢n formando grup¨²sculos similares.
Los agentes del Grupo XXI tambi¨¦n han localizado en estos ¨²ltimos meses a algunas bandas a¨²n m¨¢s marginales. Se trata de los Latinos de Fuego o los Dark Latin Globals. Sus peleas o ri?as tumultuarias son espor¨¢dicas. Act¨²an a favor o en contra de los ?etas o de los Latin King. "Aparecen y desaparecen con facilidad", concluye el mando policial.
'La sonrisa del payaso'
Una de las agresiones caracter¨ªsticas que ha registrado la polic¨ªa en los ¨²ltimos meses es la llamada sonrisa del payaso. Se produjo hace unas cuatro semanas en un enfrentamiento que tuvieron las dos bandas rivales por excelencia: los ?etas y los Latin King.
Algunos Latin King sujetaron a un integrante del grupo rival, mientras un tercero bland¨ªa un arma blanca: con ella hizo a la v¨ªctima un corte desde la comisura de los labios hasta la oreja. Adem¨¢s de resultar muy doloroso, las consecuencias f¨ªsicas y psicol¨®gicas para las v¨ªctimas son insospechadas. La v¨ªctima queda as¨ª marcada de por vida, porque se trata de una zona (las mejillas) en la que la piel es muy sensible y cualquier corte mal cicatrizado resulta indeleble. Pero las consecuencias psicol¨®gicas son a¨²n mayores. El individuo en cuesti¨®n queda marcado dentro de su grupo y su autoridad queda en entredicho.
"A esa marca le llaman la sonrisa del payaso, porque los m¨²sculos quedan contra¨ªdos y deformados a ra¨ªz de ese corte tan profundo. La v¨ªctima parece que est¨¢ sonriendo en todo momento. Eso los estigmatiza de por vida, porque no tiene muy buena soluci¨®n", reconoce un mando de la Brigada Provincial de Informaci¨®n de Madrid.
Hasta la fecha, s¨®lo se ha registrado un caso de estas caracter¨ªsticas en Madrid. "Esperamos que no cunda el ejemplo, porque se trata de una pr¨¢ctica muy extendida en otros pa¨ªses, como los de origen de los integrantes de las bandas", concluye el mando.
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