?Vaya semanita!
S¨ª, vaya semanita... Comenz¨® con la defenestraci¨®n -anunciada- de Atutxa que, al menos, ha tenido el m¨¦rito de deshacer la infinitud, que no es moco de pavo, aunque adoptara simplemente la forma de empate. Antes de cambiar de lugar, pero no de costumbres, como el Busc¨®n, Atutxa dej¨® para la historia una frase inmortal: "Jam¨¢s imagin¨¦ que el nivel de miseria llegara a donde ha llegado", lo que significa: a) que estaba familiarizado con la miseria, y b) que supon¨ªa que pod¨ªa alcanzar cotas muy altas. Otra cosa es que no haya querido significarse sobre la que le podr¨ªa rodear m¨¢s ¨ªntimamente, porque es un caballero y no va a escupir en la mano de quien le ha propinado directamente el empuj¨®n. Pero mientras Atutxa volaba presidencia abajo, otro suceso pon¨ªa la semana patas arriba. Fernando Savater aseguraba que Zapatero le dijo que ETA le hab¨ªa presentado una oferta de rendici¨®n por lo que conclu¨ªa: a) que no encontraba extempor¨¢neo que el Gobierno tratara de dar curso a la rendici¨®n (como ocurre, dicho sea de paso, con todas las rendiciones ya sea de bandas terroristas o ej¨¦rcitos), y b) que, dadas las circunstancias, encontraba inoportuna la manifestaci¨®n de la AVT, cuyo prop¨®sito es solicitar que no se negocie (lo que da por supuesto que el Gobierno est¨¢ negociando; es decir, tramitando concesiones pol¨ªticas).
Todos habr¨ªamos ganado en tranquilidad -?no digo Savater!- si el Gobierno se hubiera mostrado m¨¢s transparente desde el principio y hubiera dicho directamente lo que parece ser que quiso transmitir a trav¨¦s de Savater, al que dej¨® con el culo al aire, por cierto, invit¨¢ndole a rectificar. Puede que Savater no hubiera debido meterse en semejante avispero, pero quienes apoyan incondicionalmente la manifestaci¨®n de la AVT s¨®lo podr¨ªan criticarle que no considere oportuno el momento en que esa manifestaci¨®n va a celebrarse, no a) que haya dicho que las v¨ªctimas no tengan derecho a manifestarse, y b) que no apoya a las v¨ªctimas cuando se manifiestan o cuando reclaman verdad, memoria y justicia. De ah¨ª que, independientemente de que se coincida o no con Savater en apoyar o no esa manifestaci¨®n en concreto, resulte repugnante el linchamiento al que se le est¨¢ sometiendo al considerarle traidor a las v¨ªctimas e incluso c¨®mplice de los terroristas. ?Nos estaremos volviendo locos o es que ya ¨¦ramos unos tipos muy abyectos, aunque lo disimul¨¢bamos siempre y cuando el que arriesgaba la cara no disintiera ni un ¨¢pice?
Y mientras algunos echamos las potas, los causantes de todo esto -los directamente causantes- hac¨ªan estallar una furgoneta bomba en Madrid, fieles a su estilo de que, en cuanto la palabra negociaci¨®n salta a la palestra, tenga visos o no de realidad, intentan subir la puja poniendo m¨¢s violencia sobre la mesa (digo m¨¢s en el sentido de subirla un grado, porque la violencia segu¨ªa ah¨ª con las distintas bombas, extorsiones y amenazas). Esto es lo que deber¨ªan tener en cuenta quienes se aventuran por determinados caminos -no estar¨ªa de m¨¢s saber cu¨¢les, es m¨¢s, tendr¨ªan que ser p¨²blicos- creyendo que ellos van a hacerlo mejor por su cara bonita. Claro que, entonces se desata la otra jaur¨ªa que al ver: a) que se detiene a los presuntos terroristas, y b) que se detiene incluso a quienes eran considerados como tales, pero viv¨ªan en el limbo jur¨ªdico gracias a su condici¨®n de aforados merced a la complacencia del defenestrado Atutxa, y sus ventaneros gritan que se est¨¢ dando un portazo a la paz. Resultado: despu¨¦s de una semana de a¨²pa no hemos hecho sino volver a donde est¨¢bamos: una ETA cada vez m¨¢s d¨¦bil, pero no dispuesta a entregar las armas, un brazo pol¨ªtico que no entiende que debe haber rendici¨®n antes de que se hable de c¨®mo hay que materializarla y que s¨®lo acepta del Estado de Derecho aquello que puede servirle (no que se persiga a quien incumple la ley) y unos compa?eros de Atutxa que prefieren seguir volando a la sombra de Otegi mientras explotan sin verg¨¹enza el talante. ?Pues vaya semanita!
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