Probablemente...
Probablemente toda la pol¨¦mica desatada en relaci¨®n con la propuesta did¨¢ctica dirigida al profesorado de secundaria -Els republicans i les republicanes en els camps de concentraci¨® nazis. Testimonis i recursos did¨¤ctics per l'ensenyament secundari- no iba dirigida ni a la propia propuesta ni a nosotros, sus autores.
Probablemente la Embajada de Israel no pretend¨ªa ningunear el papel de los republicanos y republicanas en los campos de concentraci¨®n nazis ni tan siquiera censurar esta propuesta. Probablemente, el grupo de periodistas y articulistas que se han empe?ado en dar a conocer nuestro libro -perd¨®n, un fragmento descontextualizado del mismo- estuvo buscando c¨®mo amargar el viaje a Israel del presidente de la Generalitat y se top¨® con nuestra propuesta y con un p¨¢rrafo que no gust¨® (a¨²n ahora dudamos que muchos de los que la han mencionado y han escrito sobre ella la hayan le¨ªdo ¨ªntegramente). Las fechas de publicaci¨®n de los primeros art¨ªculos se?alan claramente que el objetivo no era el libro, sino el viaje a Israel de Maragall.
Nadie hasta ahora ha analizado, evaluado, ni siquiera descrito el contenido del libro, sus objetivos ni sus intenciones. Los articulistas que han desencadenado esta pol¨¦mica, no buscada por quienes firmamos este art¨ªculo, se han limitado a transcribir un p¨¢rrafo descontextualizado y a se?alar algunas cosas que en otro contexto no dejar¨ªan de ser consideradas an¨¦cdotas.
?De qu¨¦ trata nuestra propuesta? ?sta ofrece materiales, actividades y sugerencias al profesorado para tratar -si quiere- la situaci¨®n que vivieron los republicanos en los campos de concentraci¨®n nazis. Esto fue lo que se nos pidi¨® y esto fue lo que hicimos. No es un trabajo sobre el nazismo ni sobre la Shoah. No tiene por objetivo ofrecer al profesorado materiales y propuestas sobre el genocidio nazi contra los jud¨ªos. No habla expl¨ªcitamente -lo cual no significa que se niegue- del Holocausto ni de la persecuci¨®n que sufrieron los jud¨ªos y otros colectivos. Por tanto, no habla de los campos de exterminio ni de c¨¢maras de gas. En 95 p¨¢ginas, con fotograf¨ªas, planos, textos y actividades, intentamos un primer acercamiento a los protagonistas de nuestra propuesta: los republicanos en los campos nazis. Conscientes, sin embargo, de la falta de materiales did¨¢cticos, en catal¨¢n y en castellano, para trabajar la Shoah, ofrecemos una amplia muestra de excelentes materiales did¨¢cticos en la ¨²ltima parte del trabajo, que van desde libros hasta pel¨ªculas o webs (por ejemplo, la web alemana en espa?ol www.holocaust.education.de).
En las orientaciones did¨¢cticas afirmamos, entre otras cosas: "La presencia de republicanos catalanes en los campos de concentraci¨®n nazis se ha de contextualizar dentro de los acontecimientos que sucedieron en Europa desde el inicio de la d¨¦cada de los a?os treinta hasta mediados de la d¨¦cada de los cuarenta. El triunfo del nazismo, primero, y la Segunda Guerra Mundial -cuyo antecedente fue la guerra civil espa?ola-, inmediatamente despu¨¦s, son los referentes que permitieron y ocasionaron pol¨ªticas hasta entonces impensables como el Holocausto o la Shoah contra el pueblo jud¨ªo, pero tambi¨¦n contra los gitanos, los testigos de Jehov¨¢, los homosexuales y contra los enemigos y los que discrepaban pol¨ªticamente" (p¨¢ginas 7 y 8) y que su objetivo principal es "comprender que el nazismo y el genocidio nazi no fueron un hecho casual, un accidente, una an¨¦cdota de la historia, sino el resultado de las decisiones tomadas concientemente por personas, instituciones y gobiernos para legitimar la discriminaci¨®n ¨¦tnica, social y religiosa, favorecer los prejuicios y el odio y asesinar en masa a millones de personas" (p¨¢gina 10). Pretendemos que la memoria hist¨®rica -la memoria ejemplar- ayude a nuestros j¨®venes a entender el presente y participar en la construcci¨®n de un mundo sin violencia y sin maldad.
Probablemente todo esto no tenga la menor importancia para quienes se han otorgado el poder de juzgar, descalificar y decidir lo que se puede escribir o no escribir, ense?ar o no ense?ar. Probablemente, para un sector amplio de quienes nos han criticado, la utilizaci¨®n de la mentira y de medias verdades no tenga nada que ver con la ¨¦tica profesional. Probablemente, este sea un caso claro, si bien modesto, para explicar a los alumnos y alumnas de periodismo que el fin justifica los medios. No ha sido ¨¦ste nuestro talante, ni lo ser¨¢ jam¨¢s. No hemos utilizado la vida y la muerte de los republicanos y republicanas para negar o banalizar el Holocausto, la Shoah, ni para hacer antisemitismo. Tampoco hemos comparado el genocidio nazi con el muro que separa Israel de Cisjordania. Hemos afirmado que, probablemente, cuando escrib¨ªamos nuestro trabajo hab¨ªa dos situaciones que ten¨ªan muchas semejanzas (no que fuesen iguales) con m¨¦todos utilizados por los nazis. Y concret¨¢bamos la comparaci¨®n: los guetos con el muro, las vejaciones recibidas por los republicanos con el trato recibido por los prisioneros en Guant¨¢namo.
Probablemente, esta comparaci¨®n no ha gustado a muchos familiares de jud¨ªos exterminados en los campos nazis. Tampoco a nuestros familiares les han gustado las cosas que se han dicho de nosotros. Probablemente, pod¨ªamos haber buscado otras situaciones para esta comparaci¨®n. Aparecen otras en el texto que los articulistas se han cuidado de no mencionar. Probablemente, si hoy tuvi¨¦ramos que escribir el libro no ser¨ªan estas dos las que elegir¨ªamos. Estas eran las que ocupaban las p¨¢ginas de la prensa en octubre y noviembre de 2003.
Con este art¨ªculo damos por finalizada nuestra defensa p¨²blica. Lamentamos haber herido la sensibilidad de las personas a quienes nuestra comparaci¨®n haya podido ofender despu¨¦s de leerse el libro, todo el libro. Lamentamos tambi¨¦n que una prensa y una intelectualidad como la catalana, con un prestigio ganado a pulso, haya dado p¨¢bulo a las insidias que se han dicho sobre nuestra propuesta y haya contemplado, sin abrir la boca, que, como "en los viejos tiempos", se haya censurado un libro y se haya retirado de circulaci¨®n. Probablemente... pensaba que el problema no se centraba en un libro y, mucho menos, en un libro como ¨¦ste, una modesta propuesta did¨¢ctica.
Joan Pag¨¨s y Montserrat Casas son profesores de Did¨¢ctica de las Ciencias Sociales de la UAB.
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